Un estudio demuestra que la fiebre del Valle del Rift puede ser letal para fetos humanos
Un grupo de investigadores descubrió la fiebre del Valle del Rift en 1930 al estudiar la devastación en una granja de ovejas en Naivasha, una localidad keniana ubicada en el valle que da nombre al virus. El ganado infectado vivía en una zona cercana al lago del mismo nombre y una zona en la que hay abundancia de mosquitos que actúan como vectores de transmisión. Décadas despué, Amy L. Hartman, profesora de la Universidad de Pittsburgh especializada en enfermedades infecciosas y microbiología, se preguntó si las consecuencias que este virus tiene en las hembras preñadas puede reproducirse en las mujeres embarazadas y causarles abortos o malformaciones en el feto, según publica El País.
Así, varios estudios habían sugerido ya la relación entre el aumento de abortos o defectos en el feto humano con la incidencia de la fiebre del Valle del Rift, pero este es el primero que muestra la transmisión entre la madre y el bebé en especies que no son ganado y cómo este virus infecta la placenta de una forma mucho más directa que el zika. “Nuestro estudio apunta a la necesidad de recopilar más datos de los brotes humanos para evaluar realmente el riesgo para las mujeres embarazadas”, señala. No existe vacuna para el ser humano, pero sí para los animales.