Solo las exportaciones de animales vivos salvan del desastre al ovino de carne español en el primer semestre de 2019
El ovino de carne en España ha cerrado la primera parte del año con un balance muy flojo, en el que lo más destacable son la mejora de las venta de animales vivos al exterior, que empezaron a flojear a partir de abril abriendo un panorama incierto hasta final de año y la caída incesante del consumo interno, que no parece tocar fondo, después de un balance más positivo que parecía invitar al optimismo en el año 2018.
- PRECIOS. Cierran el primer semestre con un balance malo, peor para el cordero ligero que siempre había sido el que mejor precio tenía en el mercado europeo y este año se ha visto superado por países como Italia, Bulgaria o Portugal. El cordero pesado (canal de más de 13 kilos) presenta un balance algo mejor, aunque el mercado español también ha estado por detrás de los otros dos grandes mercados europeos (Francia y Reino Unido) desde enero, sobre todo del mercado francés. El año empezó con las peores Navidades de los últimos cinco años y no ha conseguido levantar cabeza.
- MERCADO EXTERIOR. Las exportaciones de animales vivos cerraron un primer trimestre excelente, aunque empezaron a flojear ligeramente a partir de abril abriendo ciertas incertidumbres por razones geopolíticas en Libia, que es el principal mercado. No obstante, hasta abril habían crecido un 50% las ventas que fueron un balón de oxígeno para el sector. Se portó muy bien el mercado alemán, el francés, el de Rumanía y el de Líbano, algo peor el portugués. Las ventas de Carne, que habían crecido el pasado año, se están ralentizando, aunque los niveles se mantienen parecidos, siendo el mercado italiano el que más ha empeorado. Las importaciones de cordero a España han crecido algo, sobre todo desde Francia.