Los contratos anuales en ovino lechero evitan las tensiones de precios por el aumento de producción
El sector del ovino lechero de Castilla y León, principal comunidad autónoma en producción con casi el 60% del volumen nacional, está viviendo una primavera relativamente tranquila. No faltan tensiones en el mercado, debido al aumento de producción que se viene registrando en los últimos meses, que se ha concretado en un incremento del 4,8% en enero de 2018, según los últimos datos oficiales del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). También hay que tener en cuenta la evolución a la baja de los precios de la leche de vaca y de cabra, con el efecto ‘contagio’ que supone en el ovino.
Sin embargo, los compromisos que se firmaron a principios del presente año entre compradores y suministradores para un buen número de operaciones están impidiendo que esas tensiones afecten a los precios que reciben la mayor parte de los ganaderos.
Por lo tanto, la cotización media que percibirán los productores de Castilla y León por la leche de oveja entregada en abril se sitúa entre los 0,0616 euros y los 0,0631 euros (de 10,25 a 10,50 pesetas) por grado de extracto quesero, es decir, la suma de los porcentajes de grasa y proteína. Los precios más bajos corresponden a los ganaderos que tienen comprometido un incremento que llega hasta los 0,0721 euros (12 pesetas) por grado de extracto en los meses de otoño, mientras que los que ahora reciben unos precios más altos tendrán menor compensación cuando la producción estacional baje al final del año.
Fuera de esta norma general se encuentran los ganaderos que no han firmado contratos anuales o aquellas cantidades de leche que exceden de los volúmenes de recogida pactados. En este caso, habrá que esperar a las próximas semanas para conocer los precios medios que marcarán las industrias para el segundo trimestre.