BirdGard Iberia pone remedio a la invasión de cotorras argentinas
Los primeros ejemplares de cotorra argentina se avistaron en España hace unos 40 años, seguramente abandonados por sus propietarios que inicialmente los adquirieron porque son loros hermosos e inteligentes que aprenden rápido y pueden llegar a reproducir algunas palabras, pero luego se hartaron del nivel de ruido y las molestias que ocasionan en una casa.
Su sentido del grupo es tal, que –por ejemplo- en vez de construir nidos individuales, construyen grandes nidos colectivos, para toda la colonia – que pueden llegar a pesar hasta los 100 kg. Todas estas características han facilitado que las colonias de cotorras argentinas hayan crecido sin problemas y se hayan llegado a convertir en una verdadera epidemia en muchas zonas de nuestro país: desde Cataluña a las Islas Canarias, pasando por todo el litoral mediterráneo y el centro de España: Madrid, Salamanca, Zaragoza… entre otros.
La mayor parte de los clientes que contactan con BirdGard Iberia por problemas con las cotorras argentinas son urbanizaciones donde los vecinos están hartos del nivel de ruido que causan las colonias de cotorras. También han tenido casos de plagas de cotorras en Colegios Mayores de Estudiantes, y en campos agrícolas.
A todos ellos, BirdGard Iberia ha podido proporcionarles una solución: el ahuyentador BirdGard con chip #69. Este chip está específicamente diseñado para repeler a las cotorras argentinas ya que contiene sonidos electrónicos de acoso, junto con otros sonidos de depredadores de la cotorra como el halcón. Los resultados obtenidos son muy buenos. En algunos casos no se ha conseguido eliminar el 100% de la población de cotorras, pero sí reducirla significativamente y dejando así de ser una plaga y un problema.