Renovarse o morir: las claves de la rehabilitación a debate en Sevilla

Se estima que cerca del 80% de las viviendas existentes en nuestro país fueron construidas tras la década de los 80. Un dato que arroja preocupación en el sector por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible que plantea la Unión Europea. Ante este escenario, la primera edición de Rebuild Rehabilita sirvió de mesa de debate, no solo para exponer la problemática actual, sino para presentar casos de éxito, soluciones y estrategias que pueden contribuir a recuperar el patrimonio actual y dar respuesta a la falta habitacional.

La digitalización y el uso de nuevos materiales tecnológicos basados en la sostenibilidad y la resiliencia se han convertido en estrategias para adaptar el parque inmobiliario actual a las nuevas exigencias que llegan de Europa. Las cifras son escalofriantes, ya que cerca del 80% de los inmuebles cuentan con una antigüedad mínima de 40 años; y, además, muchos de ellos se construyeron previamente al Código Técnico.

Una realidad que obliga al sector a replantearse cómo adaptar la mayoría de viviendas existentes, para conservar su patrimonio, mejorar su eficiencia energética y, sobre todo, contribuir a la alta demanda habitacional. Ante este escenario, la rehabilitación y renovación de los edificios actuales surge como una nueva oportunidad de negocio, donde la industrialización también suma para ofrecer tecnología y reducir los plazos de ejecución.

Una de las principales premisas de la recuperación patrimonial es que reformar reduce significativamente los residuos que, de per se, ya genera el sector de la construcción. Para los arquitectos Beatriz Matos y Alberto Martínez (Matos Castillo Arquitectos) la recuperación del esplendor de edificios históricos o cambiar su uso para dar respuesta a las nuevas necesidades de los espacios urbanos, se convierte en un reto enriquecedor.

En el marco de Rebuild Rehabilita, que se celebró del 22 al 24 de octubre en FIBES Sevilla, los arquitectos expusieron algunos de sus proyectos más remarcables para, no solo preservar su esencia, sino para adecuar los edificios a las nuevas exigencias en términos de climatización y eficiencia energética.

Este es el caso de un antiguo palacio situado en Boadilla del Monte (2017-2021) que, pese a no tener ningún valor patrimonial, su entorno sí, así que la restauración de este edificio de ladrillo que se había quedado obsoleto recayó, especialmente, en las instalaciones.

También se adecuaron accesos independientes para la zona de la biblioteca y el teatro y también se planteó una nueva envolvente mediante el uso de la celosía, para garantizar a su vez, la entrada de luz natural al recinto.

Otro de los casos singulares fue el cambio de uso de un antiguo convento, el de las Salesas en Pamplona (2023) para convertirse en un espacio de oficinas. Un reto mayúsculo y más cuando la exigencia principal era que el exterior no podía tocarse, para perpetuar su legado histórico, así que el interior vivió una transformación radical. Un proyecto que vivió distintas etapas, ya que durante el proceso de renovación se descubrieron nuevos yacimientos arqueológicos que requería su documentación.

Una restauración tecnológica que permite intervenir e incluir nuevas soluciones, pero que deben pasar desapercibidas. “Rehabilitar es dar otra vida a un edificio y salvarlo de la demolición”, reconocía Beatriz Matos.

Hacia esta misma dirección apuntaba Eugeni Bach (Bach Arquitectes): “La intervención sobre el patrimonio es una responsabilidad y rehabilitar es sostenible porque no hace falta construir de nuevo, con lo que se reducen residuos y gasto energético” en la sesión ‘Restauración avanzada: El patrimonio construido como gran oportunidad de futuro’ junto a Josep Maria Fortià (Fortià Arquitectes).

Precisamente, Fortià, quien recientemente fue condecorado con un premio Drac por su intervención en los búnkers de Girona, reconocía que “recuperamos con técnicas tradicionales y en lo tradicional está la sostenibilidad porque se usaba el sentido común”.

Un paradigma que contribuye indirectamente a recuperar la figura de los artesanos, a buscar soluciones de proximidad e intentar ‘imitar’ técnicas tradicionales que ha perdurado en el tiempo. “La arquitectura más puntera y contemporánea es la que recupera estos sistemas”, añadía Bach.

Sin embargo, estás técnicas ancestrales entran en conflicto con el marco regulatorio actual. De este modo, la recuperación patrimonial se convierte en un importante desafío para el arquitecto, que debe ampararse al reglamento normativo, pero con el uso de soluciones tradicionales. “La seguridad legislativa está más pensada para obra nueva; en rehabilitación hay que resolverse con sentido común, siendo consciente que la legislación siempre va un paso por detrás”, matizó Fortià.

La clave está en la preservación de patrimonio, mediante el recurso de métodos tradicionales que se han perpetuado a lo largo de los tiempos, pero ofreciendo un plus en instalaciones y seguridad, para adaptar estos edificios históricos a las exigencias de la sociedad contemporánea.

Precisamente, bajo esta premisa, pero llevándola al extremo se sitúa el estudio LaGranja, que apuesta por la innovación focalizada al terreno del diseño. “No somos un estudio de arquitectura, sino que nuestra labor radica en limpiar aquellos edificios o viviendas que han quedado anticuadas para darles una segunda vida”, reconocía Gabriele Shiavon, cofundador de la compañía. Conceptos como el estudio de la luz artificial, la perpetuación de la esencia del espacio y el uso de recursos de interiorismo de vanguardia contribuyen significativamente a ofrecer un nuevo uso y dar respuesta tanto al sector residencial como hospitality y retail, manteniendo la esencia histórica de sus intervenciones.

Uno de los beneficios que se le otorga a la rehabilitación es su fortalecimiento del tejido urbano. Estos edificios singulares, históricos y con una importante carga patrimonial se convierten, gracias a la renovación de sus instalaciones y espacios interiores, en un importante foco cultural. Sirva de ejemplo la restauración total del Centro de Arte Hortensia Herrero en Valencia, a cargo de Erre Arquitectura. “El objetivo de este edificio en total abandono y en ruinas era abrirlo a la ciudadanía, para convertirlo en un referente nacional”, comentaba al respecto Javier García, director de comunicación del estudio.

El reto era mayúsculo, para adaptar los espacios a restaurar con las obras de arte, algunas de gran envergadura e interés cultural. De este modo, se rediseñaron los espacios interiores y se ubicaron las instalaciones, para la transformación de su interior. Un proyecto que no ha quedado exento de interrupciones temporales, por descubrimientos arqueológicos, que, sin casi pretenderlo, forman parte de la muestra de este espacio, como los restos de un antiguo circo romano.

“Las obras han durado unos 5 años. El cliente ha tenido una gran paciencia, porque restaurar y rehabilitar patrimonio puede conllevar este tipo de inconvenientes, pero se le ha podido dar una segunda oportunidad a un edificio que esta en estado ruinoso, para convertirse en un centro de arte de referencia no solo en la ciudad de Valencia”, añadía Javier García.

Otro ejemplo es el que está desarrollando Habitat Colaborativo con la regeneración rural, mediante la adecuación de un antiguo complejo hotelero con más de 50 años de abandono en un espacio de cohousing. Un nuevo modelo habitacional que permitirá, tras su rehabilitación, convertir antiguas habitaciones en apartamentos y transformar los espacios públicos en centros lúdicos abiertos a la ciudadanía, para dar servicio a los municipios adyacentes a este edificio. En definitiva, se pretende convertirlo en un centro asistencial y de convivencia, en un entorno natural único, y se adaptará a las nuevas exigencias en materia de accesibilidad.

Por su parte, Xavier Vilalta (Vilalta Studio) expuso el caso de éxito de ‘su propia casa’ y el reto de transformar una antigua nave industrial en una zona de Barcelona en el estudio de arquitectura soñado. Para ello, la rehabilitación conllevó la demolición de parte del edificio, cuyos residuos se pudieron reciclar, además de trabajar la envolvente, ya que “debía adecuarse el edificio al nuevo uso y aportar el confort necesario en este espacio de trabajo”, relató.

Además de revitalizar la zona, Vilalta Studio se ha convertido en un ‘partner estratégico’ de este barrio barcelonés y abrir las puertas de su nave a la ciudadanía, para promover y participar en eventos sociales.

Estos cambios de uso garantizan la supervivencia de muchos de los edificios existentes actualmente que se encuentran sin uso. Nadie niega que afrontar este desafío es una actitud valiente y consciente, como la propuesta de Oriol (ROA Arquitectes)

Otra de las apuestas está en la tecnología y las soluciones eficientes que contribuyen a reducir el impacto el impacto medioambiental. Este es el caso de ROA Arquitectes que han aplicado técnicas disruptivas para transformar una antigua fábrica textil en Sabadell (Barcelona) en un edificio administrativo. Este cambio implicaba, además de conservar parte de su estructura, cambiar su organización interior y, por ende, generar residuos. ¿Cómo revertir esta situación? “reutilizando el 100% de los materiales en el nuevo edificio”, reconocía el arquitecto Roger Orriols.

En este sentido, el estudio contempló la instalación de una planta móvil de recuperación de residuos y apostar por sistemas pasivos que les ha permitido un ahorro energético del 80%. “Los pétreos de Can Marcet se trituraron en la propia finca a trabajar e incluso la envolvente de madera tecnológica procedente de desechos de madera. Estas actuaciones permitirán un ahorro a corto plazo”, añadía.

Una rehabilitación singular en la que se aprovecharon, incluso, los radiadores que se le han dado un nuevo uso como barandillas o parkings para bicicletas.

Pero, pese a estas actuaciones, dar respuesta a las exigencias de Europa se aventura una utopía actualmente. Los avances están siendo muy lentos, siendo el Certificado de Eficiencia Energética una ayuda para conseguir edificios de cero emisiones después de una renovación. En este sentido, España deberá adoptar medidas que aseguren una reducción del 16% en el consumo de energía primaria en edificaciones para 2030 y de al menos un 20 y un 22% para los años 2035.

No obstante, la realidad es bien distinta de esta necesidad de descarbonización del parque edificado actual. “El problema principal está en rehabilitar cerca de 300.000 viviendas al año, uno 7 millones de aquí a 2050. La clave está en cómo hacer un plan de choque que recae más en la voluntariedad de la finca”, reconocía Ignasi Pérez Arnal, Congress Director de Rebuild Rehabilita.

Existen soluciones como derecho de vuelo que permitiría a las comunidades de vecinos financiar parte de la inversión de los trabajos de renovación de la finca. “La rehabilitación es una necesidad urgente, así como conocer el estado de habitabilidad de los inmuebles”, añadía Teresa Batlle, arquitecta y co-fundadora de Picharchitects. Precisamente, el estudio a través de su startup innoFAB han diseñado un prototipo industrializado para configurarse en edificios en uso, que podría mejorar eficiencia energética y contribuiría a disponer de espacios outdoor en inmuebles que carecen de este espacio adicional en sus fachadas.

La industrialización se posiciona para mejorar el parque inmobiliario actual en aras de eficiencia energética, para ofrecer soluciones eficaces, sostenibles y rápidas. Además de la solución e innoFAB, existen apuestas singulares, como la casa escondida de Ávila, de Mano de Piedra Arquitectos, quien, mediante la reutilización de contenedores de mercancías, el uso de madera tecnológica y el respeto por el patrimonio, han conseguido devolver el esplendor a una casa centenaria, implementando sistemas de última generación.

En Metro 7, por su parte, la industrialización está en su ADN, sin embargo, encontrar industriales que den respuesta a sus necesidades se ha convertido en un problema, para agilizar sus proyectos. De ahí que hayan apostado por abrir su propia fábrica para la construcción de módulos para la instalación de ascensores en el exterior de los edificios y mejorar, así, su accesibilidad.

Sin embargo, una de las máximas actuales está en cumplir con el Código Técnico y, sobre todo, garantizar la seguridad de esos edificios. La apuesta por analizar cada una de las fincas a rehabilitar puede ser vital para perpetuar su ciclo de vida.