La era de la madera en la construcción

Trespa acogió una jornada temática de Arquitech 2022 focalizada en el nuevo modelo constructivo basado en la prefabricación industrializada. Una sesión donde la madera se convirtió en el elemento protagonista de esta nueva forma de construir y vivir, poniendo el foco en la sostenibilidad, la eficiencia y las mejoras laborales en el sector de la construcción.

El futuro de la construcción pone énfasis en el binomio formado por la prefabricación y la madera. Los nuevos modelos de construcción en fábrica ofrecen importantes ventajas competitivas en un sector que debe pasar por la industrialización y la digitalización, para cumplir con las normas europeas de sostenibilidad.

Manel Casellas, de Casellas Architects, expuso en su ponencia sobre ‘Industrialización y sostenibilidad. La hora de la madera’ los beneficios en el uso de este material noble en las nuevas construcciones, para mejorar la calidad de la obra, con obras más precisas, y, sobre todo, reducir la huella de carbono.

“La construcción es uno de los sectores que más contamina. Se estima que cerca de un 38% de las emisiones de CO₂ a la atmosfera se genera por la construcción, pero también un 40% de los residuos e incluso un 12% del agua que se consumo en el mundo. Desde la arquitectura hay que reconectar con la naturaleza y crear espacios más saludables”, reconoció.

De hecho, la madera cumple a la perfección la idea de ‘cradle to cradle’ porque al tratarse de un material natural no se destruye al final de su vida útil, sino que se puede reutilizar. En los nuevos modelos de edificación, además, la madera permite reducir el peso de las construcciones, sobre todo, en proyecto en altura. Este menor peso repercute directamente en la reducción de los cimientos, menos movimiento de tierras y un desapego del hormigón, para trabajar mejor en seco.

“El sistema de prefabricación es más preciso y esto se traduce a una mayor calidad, respecto a la construcción tradicional, así como un menor tiempo de ejecución, que incide directamente en el coste final”, añade Casellas quien expuso durante la sesión varios casos de éxito, como la Escuela La Canaleta de Vila-Seca, la primera experiencia del estudio en la industrialización hace 8 años, que se construyó en tan sólo 10 meses o el Parque de Bomberos de Moià, que se construyó en 2020. “que los bomberos apuesten por la madera en sus instalaciones da buena muestra de las altas prestaciones que tiene este material en términos de resistencia al fuego”.

Antonio Blázquez, del IETCC, hizo una aproximación sobre su disertación ‘Evaluación de sistemas constructivos innovadores, para fachadas ligeras tecnológicas y sostenibles. DIT y ETE’ sobre el marco normativo en las nuevas soluciones constructivas, especialmente, en el sector de la fachada, que es donde más se ha evolucionado en los últimos años.

“La fachada es donde más se ha innovado y si bien hay protocolos de actuación y puesta en obra, la tecnología avanza más rápido y el mercado apuesta por fachadas ventiladas o de cerámica, cuyas propuestas están recogidas en un marco regulatorio antes de que se coloque en obra en términos de sostenibilidad, seguridad… Pero esto es importante para reducir riesgos ante situaciones climatológicas adversas”, destaca Antonio Blázquez.

De hecho, la elección de un producto u otro vendrá determinado por la ubicación de la obra, su orografía, clima… para que el resultado sea el más óptimo y seguro.

En este sentido, Trespa cuenta con una solución para fachadas, a partir de placas de HPL, que garantiza una alta durabilidad, resistencia especialmente a los golpes de viento y, sobre todo, permite la sustitución por piezas cuando alguna de ellas se daña, sin perjudicar al conjunto de la fachada.

Desde el Institut Català de la Fusta, Eduard Corral hizo un repaso de la evolución de la construcción y exploró los beneficios entre la madera y la industrialización en la ponencia ‘Prefabricación y madera: el binomio del futuro de la construcción. Los modelos constructivos han estado muy unidos al contexto socio-económico del momento. Por ejemplo, desde la II Guerra Mundial, la extensión del hormigón y el acero no deja de ser un reflejo del conflicto bélico que se dio en casi toda Europa.

“Desde la fase de diseño hasta la ejecución, los nuevos modelos informáticos de diseño con Cadwork consiguen una precisión milimétrica que beneficia a la obra. Además, las construcciones de madera son más ligeras para un mejor transporte y reducir las emisiones de CO₂. Pero no sólo eso, sino que también garantiza este modelo constructivo una mayor seguridad y salud laboral, reduciendo las bajas y mejorando las condiciones de los empleados”, reconoce Eduard Corral.

En las últimas exposiciones de la jornada se expusieron casos prácticos de cómo la madera resuelve las construcciones actuales. Ignasi Caus, de Tall Fusta, en ‘Construcción industrializada en madera’ hizo un repaso de los 75 años de historia de la compañía y cómo ha ido evolucionando, a partir de las necesidades del sector. En este sentido, Tall Fusta cuenta con dos líneas de producción y 22.000 m2 de capacidad de industrialización.

Además, su expertise radica en qué tipo de madera es la más adecuada en cada momento para “optimizar todo el proceso. Todos los sectores han evolucionado excepto el de la construcción. Industrializar no es prefabricar, sino que es un proceso productivo. Un sistema que te permite un mayor control de la calidad de la obra y de los costes, ahora que el precio de las materias primas se está disparando”, advirtió.

En esta misma dirección apuntaba Pascual Pesudo, de Pesudo Group en ‘Construcción industrializada de estructuras de Steel frame, fabricación de baños y fachadas’ donde mostró su portfolio de soluciones constructivas industrializadas, desde estructuras hasta baños. Precisamente, esta línea de negocio es una de las innovaciones del sector, ya que mejoran la calidad y los costes en obra.

“Nuestro proceso de fabricación va a favor del diseño y la economía, frente a la construcción tradicional. En nuestra fábrica, podemos producir 1.500 baños industrializados que en obra se pueden colocar una media de 10 al día, con sólo 4 operarios, para la instalación de los mismos”, destacó Pascual Pesudo.