Entrevista a Héctor Garcinuño, director general de Lely Center Ávila

Héctor Garcinuño.

Lely Center Ávila está formada por dos socios, que son Estrella Garcinuño y yo mismo, Héctor Garcinuño. Venimos de tradición familiar porque el fundador fue mi padre, que siempre se ha dedicado al sector ganadero, en aspectos como nutrición y sistemas de ordeño. Cuando mi padre se jubiló, ambos decidimos continuar con la empresa, dedicándonos exclusivamente al ordeño. Hace quince años contactamos con Lely para tener su franquicia para todo Castilla y León, Comunidad de Madrid, la provincia de Toledo en Castilla-La Mancha y una zona de Cáceres. Por lo tanto, llevamos toda la zona centro de España.

Lely es una multinacional familiar, con sede en Países Bajos, y siempre ha sido pionera. Sus primeras innovaciones llegaron en la agricultura y en 1982 inventaron el primer robot de ordeño para vacuno de leche, que fue el Lely Astronaut. Posteriormente, se ha ido desarrollando este robot hasta la quinta generación que tenemos en la actualidad. Siempre se ha buscando la innovación, la tecnología, dar un paso más allá. En esta línea, han surgido otros productos como arrimadores de comida, recogedores de estiércol, robots de alimentación automática… La tecnología seguirá avanzando y, de hecho, en el año 2024 se han presentado nuevos productos, como un arrimador de comida para grandes explotaciones y la monitorización de los animales mediante la inteligencia artificial, para que el ganadero tenga todos los datos en su mano y pueda tomar las decisiones más óptimas. Sin duda, ese será el futuro de las explotaciones.

Lely Vector en un robot de alimentación automática que sirve para vacuno de leche, vacuno de cebo, ovino y caprino. Es la primera máquina de este tipo que van a poder introducir los ganaderos de ovino y caprino en sus instalaciones, como parte de una tecnología y una innovación que ya se utiliza en otros sectores ganaderos.

Es un producto que facilitará el día a día a los ganaderos, resolviendo el problema de la mano de obra. Lely Vector supone una alimentación inteligente, ya que permite alimentar a los animales durante 24 horas al día, con un alimento fresco, en el que habrá menos mermas, ya que los animales no podrán escoger, por lo que será una alimentación muy precisa. Además, Lely Vector ayuda a que el ganadero de ovino y caprino pueda realizar todos los lotes que considere necesarios. El robot es capaz de medir la cantidad de comida que tiene en ese momento en la línea que se haya programado. Además, da de comer en función de lo que los animales demanden. Así, el ganadero no debe introducir en el sistema el número de animales que hay en cada lote, sino que simplemente debe informar a Lely Vector de los metros que mide el amarre, que el sistema considerará como un lote. Además de medir, empuja la comida para que todos los animales lleguen perfectamente y, cuando detecte que la cantidad de comida sea menor que el parámetro que se haya asignado, hará una nueva ración para esos animales. Al funcionar las 24 horas al día, el objetivo es que haga entre diez y doce repartos de comida al día. Se pueden hacer los lotes que se quieran y cambiar los animales cuando se quiera, ya que únicamente hay que configurar la distancia que tiene el amarre o el grupo que se ha diseñado previamente. Otra de las ventajas es que no se tiene que realizar el carro diariamente. Lely Vector funciona como una cocina, en la que se depositan los ingredientes de la ración, mientras que una pinza va cogiendo cada ingrediente, introduciéndolo al bol y mezclando. Según como se diseñe esa cocina, se puede rellenar únicamente una vez a la semana si se trabaja con productos secos, mientras que con productos húmedos se tendría que hacer mínimo tres veces a la semana para que no fermenten.

Con Lely Vector tendremos a los animales en la condición corporal adecuada a cada estado productivo, porque no habrá animales que coman más o menos de lo debido, como sí ocurre con sistemas tradicionales de distribución de la alimentación, en los que tiene importancia la jerarquía entre los animales. Esto no ocurre con Lely Vector, ya que distribuye la alimentación durante todo el día en cantidades más pequeñas, para que los animales no puedan escoger.

En aquellas instalaciones que tengan pasillos de alimentación, se puede programar el arrimador de comida para que vaya acercando la ración cada un cierto periodo de tiempo, por ejemplo dos horas, y pueda estar la comida siempre disponible. Para aquellos clientes que no tengan acceso a Lely Vector, el arrimador de comida es un producto muy asequible económicamente y permite que la comida esté disponible para las ovejas o cabras.

La innovación ayuda a tomar decisiones a tiempo y a que el trabajo sea mucho más rentable y eficiente. En la ganadería de ovino y caprino, a medida que se vaya incorporando tecnología, pasará lo mismo. Se podrá reducir la mano de obra y, sobre todo, se podrán monitorizar las granjas y tener datos para poder tomar decisiones adecuadas. Las explotaciones son cada vez más grandes, por lo que la tecnología es fundamental para poder controlar todos los aspectos. Esa tecnología ya está muy implantada en ordeño, pero esa información no se tiene en aspectos básicos como la alimentación. También será importante en el futuro la monitorización de los animales.