El especialista Hamberger Sanitary da las claves para acertar
Asientos de inodoro: una elección meditada
A medida que las colecciones de sanitarios han ido evolucionando en términos de diseño, lo han hecho los asientos y tapas de inodoro. Cuadrados, redondos u ovalados; clásicos o modernos; blancos o de colores… La variedad no solo es cada vez mayor, sino que, a menudo, suele dificultar la búsqueda del recambio adecuado. Desde Hamberger Sanitary ofrecen las claves para no perder la perspectiva a la hora de buscar el asiento y la tapa de inodoro adecuados.
Sistemas como el cierre amortiguado o la función de extracción potencian la comodidad y la facilidad de limpieza de los asientos de inodoro.
Además de prestar atención a la calidad y durabilidad a la hora de realizar la compra, hay otros detalles que también son importantes: desde la forma y el tamaño adecuados para la cerámica del inodoro hasta el sistema de fijación, pasando por cuestiones como la calidad del material o la comodidad de la pieza.
Atención a la forma del asiento
Aunque un asiento de inodoro cuadrado tenga las mismas medidas que uno ovalado, si la forma del asiento no coincide con la del inodoro, no encajará, de modo que no solo se creará una disonancia visual, sino que también habrá limitaciones en el ajuste y en la comodidad al sentarse. Firmas especialistas como Hamberger Sanitary, con una gama de más de 300 modelos de sus marcas Haro y Cedo, ofrecen asientos en las formas estándar ovalada y cuadrada, así como en la popular forma en D (también llamada forma en U), además de adaptar la forma de las tapas de inodoro a las especificaciones regionales y a formas especiales.
El tamaño importa
Además de la forma ergonómica del asiento y su material, también es importante que este presente una sujeción firme, para lo que es vital que el nuevo asiento de inodoro se adapte realmente a su inodoro. Muchos asientos de inodoro se describen como universales. Estos modelos se adaptan sobre todo a inodoros de dimensiones clásicas. No obstante, no está de más comprobar las dimensiones de la pieza. Para ello, los expertos aconsejan medir la longitud (desde el centro de los orificios de fijación hasta la parte delantera), la anchura (en su punto más ancho) y la distancia entre los orificios de fijación del asiento del inodoro (desde el centro de cada uno de ellos). Aquí puede darse un pequeño margen de error en la medición, aunque hay bisagras variables que pueden ajustarse individual y progresivamente a los orificios de fijación existentes.
Es importante medir el sanitario para asegurarse de que el asiento encaje a la perfección.
El sistema de fijación
Además de garantizar la estabilidad del asiento, el sistema de fijación puede facilitar la limpieza en el día a día. En este sentido, gracias a la función TakeOff, el asiento del inodoro se puede poner y quitar con una sola mano. Esto significa que incluso los lugares de difícil acceso pueden limpiarse rápida y fácilmente.
Asimismo, el sistema de cierre automático se ha convertido prácticamente en una característica estándar de los asientos de inodoro; los amortiguadores especiales con sistema de cierre automático SoftClose patentado permiten que la tapa del inodoro se cierre de forma silenciosa y suave con un solo toque.
Materiales de calidad
Los modelos de bajo coste suelen ser de polipropileno. A pesar de sus ventajas en cuanto a flexibilidad y resistencia a la rotura, este material es más delicado y se raya con facilidad.
Por su parte, el Duroplast es un material de muy alta calidad para los asientos de inodoro. Las tapas de inodoro fabricadas con este material tienen un aspecto de cerámica de gran calidad y resultan cómodas al sentarse en ellas. Además, es extremadamente resistente a los arañazos y muy duradero. Las propiedades especiales del material también garantizan que las superficies de los asientos de inodoro no contengan gérmenes.