Presente y futuro de las empresas de servicios
Durante los pasados días 29 y 30 de noviembre se celebró en Ciudad Real el I Congreso de Empresas de Servicios en el Sector Agrario, una iniciativa que puso el broche de oro a todo un intenso año de actividades, promovidas por Grupo Interempresas, que arrancó el 19 de enero con una jornada presencial en Sevilla y prosiguió durante los meses posteriores con sucesivos webinars centrados en las ayudas del PRTR, la digitalización y los cultivos de alto valor.
Hemos trabajado a destajo para poner en marcha un proyecto angular, pionero en su ámbito, dirigido a un sector con un enorme futuro por delante. Llenamos un pabellón del acogedor recinto ferial de la ciudad manchega con todo tipo de maquinaria y productos de interés específicamente dirigidos a empresas de servicios. Además, diseñamos un programa de conferencias, mesas redondas y talleres con protagonistas muy relevantes de las administraciones públicas, asociaciones nacionales e internacionales, empresas… e incluso invitamos a varios ‘influencers’, unos presencial y otros telemáticamente.
A pesar de las dudas e incertidumbres que suele suscitar la primera edición de cualquier evento, el balance es tremendamente positivo. Si se me permite el símil, se ha labrado la primera hectárea de una superficie muy extensa donde pretendemos seguir trabajando con denuedo en el futuro.
Porque hemos comprobado que todavía queda mucho por hacer. Como dijo Alicia Langreo en la ponencia inaugural, no hay datos actualizados sobre la realidad de este sector y las asociaciones existentes están focalizadas especialmente en la recolección, cuando su alcance es cada vez más amplio y abarcan también otras labores, como la siembra, los tratamientos… o incluso la captación de datos y su gestión agronómica, un aspecto en evolución creciente.
También se puso de relieve algo que resulta obvio: las empresas de servicios no escapan a los problemas transversales que sufre el sector agrario en su conjunto: despoblación, relevo generacional, escasez de mano de obra, fuertes incrementos de costes, necesidad de digitalización, etc. A ellos se unen otros específicos, como la competencia desleal, ausencia de ayudas específicas, descoordinación entre CC AA, etc.
Muchos retos por delante. Aunque, probablemente, el primero sea conseguir que las propias empresas de servicios se conciencien de la necesidad, casi imperiosa, de su unión a escala nacional y la definición de una sola voz autorizada, capaz de trasladar su realidad al conjunto del sector agrario, incluida por supuesto la administración central.
Su futuro, desde luego, es prometedor y pueden convertirse en un actor clave en la agricultura de los próximos años. Pero para ello deberán mostrarse verdaderamente convencidas de querer mejorar su presente.