Swisspacer participa activamente en una vivienda pasiva de Gambsheim
En la localidad de Gambsheim, en Alsacia, se ha construido una vivienda ambiciosa que, además de cumplir con los requisitos habituales de las casas pasivas, establece un nuevo estándar de referencia, Europassive, una marca del despacho de arquitectos y proyectistas KMO de Bouxwiller, situado a unos 40 kilómetros al noroeste de Estrasburgo.
Vincent Kempf, propietario de KMO y director del proyecto, apuesta por el estándar de certificación Passivhaus y lo ha desarrollado de forma consecuente: “Queríamos aunar las marcas de eficiencia energética más exigentes con las últimas innovaciones en todos los ámbitos de la construcción, el confort interior de la vivienda, la protección medioambiental y el aspecto exterior”.
El concepto Europassive combina la responsabilidad ecológica con una elevada rentabilidad y una calidad de construcción excelente. A eso se añade un mayor confort de los usuarios y un equipo de partes contratantes que comparta estos valores. Así, por ejemplo, Kempf presta especial atención a que la construcción se ejecute con la máxima calidad y fiabilidad. De este modo, los propietarios de la obra obtienen un alto grado de ahorro energético, un rápido retorno de la inversión y unos costes de consumo y mantenimiento mínimos. Además, se apuesta por un uso moderado de materiales y una gestión sostenible e inteligente de los residuos a pie de obra. Las casas Europassive tienen una estructura de madera y contienen muchos materiales ecológicos, como la lana de madera o la de origen animal.
Todos estos refinamientos técnicos tienen como principal objetivo que los habitantes de la vivienda se sientan a gusto. Los propietarios de la obra querían una casa unifamiliar espaciosa y luminosa, con un cuarto de estar distribuido en dos pisos. La fachada de vidrio orientada al sur permite que entre mucha luz natural durante el día. El concepto y el equipamiento de altas prestaciones permiten disfrutar de una temperatura agradable en el interior de esta vivienda unifamiliar tanto en verano como en invierno. Por el momento, el edificio ya ha superado la primera prueba de fuego en lo que atañe al confort: “Durante la época más calurosa del verano pasado, la temperatura interior no pasó de los 25 grados”, explican orgullosos los propietarios.
La vivienda tenía que estar a la altura de algunas exigencias: las especificaciones del plan urbanístico, las características del terreno, así como las ideas del propietario de la obra. A todo eso se sumaron los parámetros de las casas pasivas. Entre otras cosas, se tenía que prescindir de las calefacciones tradicionales, dado que la envolvente del edificio cuenta con un aislamiento óptimo que impide que se escape calor del interior de la vivienda hacia el exterior. Para mantener una temperatura agradable en el interior es suficiente con el calor procedente de los habitantes, los aparatos y la luz solar.
Vincent Kempf destaca que “en las casas pasivas intentamos conseguir el máximo aporte de calor posible a través de la luz del sol y evitar que se calienten excesivamente en verano”. Kempf apuesta por un concepto bioclimático. Al construir un edificio, tiene en cuenta tanto la protección medioambiental como el ecosistema local. Entre otras cosas, eso significa que todos los sistemas involucrados, desde el sistema eléctrico, la calefacción, la ventilación, la instalación de fontanería, hasta la empresa de construcción en madera que ejecuta el proyecto, son de la región.
El edificio completo tiene una estructura de madera, incluida la placa de base. Esta última descansa sobre 27 consolas metálicas, que están colocadas sobre pilotes de hormigón. Si se compara con una placa de hormigón armado, este tipo de construcción ofrece un mejor aislamiento térmico del cuerpo del edificio.
El principal reto al que se enfrenta el aislamiento térmico se presenta en los puentes térmicos que se pueden formar en las zonas de las ventanas y la fachada de vidrio. Mientras que las fachadas orientadas al norte y al este tienen pocas ventanas, la fachada que está orientada al sur está prácticamente acristalada por completo. Así pues, en invierno la luz solar puede entrar bien en el interior de la vivienda y aporta iluminación y calor.
La eficiencia energética y el confort se consiguen con una cuidada selección de los componentes: la fachada de vidrio consta de un triple acristalamiento aislante con un valor Ug de 0,5 W/m2K y un coeficiente de transparencia del 61 por ciento. En verano, la protección solar exterior impide que el interior de la vivienda se caliente en exceso. El sistema de ventilación con recuperación del calor crea un ambiente interior agradable. La ventilación manual solo es posible a través de las puertas, ya que el acristalamiento de todas las ventanas y la fachada es fijo.
En todos los triples acristalamientos aislantes se han instalado los perfiles intercalarios ‘warm edge’ Swisspacer Ultimate, que actualmente se encuentran entre los más destacados del mercado. Con ellos se garantiza un aislamiento excelente en el perfil primario: con valores Psi de hasta 0,029 W/mK y un valor Uw bajo en ventanas y fachadas.
Vincent Kempf explica que la elevada calidad y la estética de los intercalarios suizos fueron determinantes a la hora de elegirlos: “El intercalario Ultimate nos ofrece el rendimiento que exigimos en Europassive. Además, su superficie oscura mate resulta agradable a la vista, sin destacar, y acentúa la sencilla elegancia de la vivienda”.