La grúa PCC 115.002 de Palfinger demuestra sus virtudes a más de 2.000 m de altura
La grúa sobre orugas PCC 115.002 de Palfinger ha demostrado sobradamente sus fortalezas en terrenos accidentados y alpinos, al eliminar los antiguos soportes de elevación de la estación de Schlossalmbahn, en el valle de Gastein.
Cuando los senderos se detienen en un área alpina, habitualmente es hora de llamar al helicóptero. Pero este no fue el caso en el valle de Gastein, cerca de Schlossalm, en agosto de 2018, cuando se evitaron operaciones aéreas complejas y costosas. En su lugar, se utilizó una combinación innovadora de oruga y grúa. De hecho, el terreno era ‘casi ideal’ para la grúa sobre orugas Palfinger PCC 115.002.
Desmontaje de los soportes de elevación con la grúa Palfinger PCC 115.002.
Este proyecto piloto fue implementado por Prommegger, especialista en construcción de elevadores de cable, quien impulsó esta práctica en colaboración con Palfinger. Para el director general David Prommegger, fue un proyecto pionero largamente esperado: "Hemos estado pensando en usar grúas en terrenos complejos desde 2009, hace casi diez años. Y cuando iniciamos el proyecto Schlossalm, conocimos la grúa sobre orugas Palfinger casi por casualidad. La grúa funciona como una alternativa real a un helicóptero. Además, no necesita ningún permiso adicional y puede trabajar independientemente del clima”.
Perfecta para uso fuera de carretera, resistente y ecológica
Después de que la grúa fuese transportada al área de trabajo en un camión, las orugas le permitieron moverse por un terreno casi completamente intransitable hasta alcanzar los soportes de elevación. Durante los cinco días de trabajo, no se requirió asistencia adicional, superando una diferencia de altitud de más de 800 metros y pendientes de hasta el 40%. Aún así la grúa aún estuvo lejos de alcanzar los límites de su capacidad de ascenso de hasta un 60%, según lo confirmaron los gerentes de operaciones que se encontraban en el lugar durante la extracción sin problemas de los nueve soportes de elevación.
La grúa ha trabajado a alturas cercanas a los 2.000 m sobre el nivel de mar.
Una vez que alcanzaba un soporte, la grúa debía posicionarse y alinearse de manera óptima. El control de precisión de los pies de apoyo de la grúa hizo posible compensar las diferencias de nivel. Esta fue una característica importante ya que la estabilidad, la fiabilidad y la eficiencia van de la mano para aplicaciones especiales como estas y para elevar cargas de hasta una tonelada. Los temores de que la grúa sobre orugas pudiera dañar el frágil suelo alpino resultaron infundados en la práctica. Incluso cuando la grúa sobre orugas, que es extremadamente compacta a pesar de su alcance de 33 metros, necesitaba girar, demostró ser respetuosa con el medio ambiente y dejó mínimos rastros en el suelo.
David Prommegger da una idea de las posibilidades que ofrece esta máquina: “La grúa sobre orugas será útil para nosotros en el futuro siempre que tengamos proyectos a gran escala en un entorno de difícil acceso. Estoy pensando en la construcción de carreteras en las montañas, pero también en nuevas líneas eléctricas de alto voltaje. Serían proyectos con un gran potencial para esta máquina, especialmente si no hay presión en los tiempos de finalización de los trabajos porque, a diferencia del helicóptero, no se reflejaría cada minuto de uso en la factura".
El hecho de que la grúa sobre orugas Palfinger pueda cambiar rápidamente su configuración abre aún más el abanico de aplicaciones. Después de todo, unas pocas horas de transporte es lo único que la separa de poder trabajar en proyectos en terreno alpino a hacerlo en entornos industriales y en interiores, donde puede pasar por pasajes estrechos como ninguna otra grúa. Además, el transporte no requiere ningún permiso especial dadas las dimensiones y el peso total de la grúa.