El desafío de la internacionalización de los servicios logísticos

La decisión de internacionalizar servicios logísticos suele estar motivada por alguna o varias de estas cuatro razones:

1. La oportunidad de ampliar los canales de venta con la apertura de nuevos mercados.
2. La deslocalización de la industria, que busca mano de obra más asequible y mejores condiciones fiscales.
3. La necesidad de mejorar la competitividad de la empresa.
4. Estrategias de crecimiento y diversificación.

Vamos a repasar cada una de estas cuatro razones y sus implicaciones.

Una tendencia natural de los servicios logísticos es ir más allá de las fronteras del país donde ha surgido la empresa, para atender las necesidades de sus clientes en los diferentes países en los que operan.

Esta expansión de los canales de venta suele iniciarse en los mercados más cercanos al inicial: por ejemplo, el mercado europeo es el ámbito de ampliación natural de los negocios de las empresas de países de la Unión Europea, dado que las mercancías pueden circular libremente en todo el territorio de esta unidad política y económica. A su vez, el mercado mundial se va liberalizando y aumentan las necesidades logísticas de los países emergentes, tanto para recibir bienes y materias primas como para exportar su producción a los países vecinos.

Al tiempo que se expanden los canales de venta de las empresas, aumenta la exigencia de los clientes en cuanto a la calidad de los servicios logísticos. Atrás quedó la época en que se asumía que un camión o un flete llegaría cuando tuviera que llegar: las empresas exigen un cumplimiento estricto de los tiempos de tránsito e incluso información en tiempo real sobre dónde está su mercancía.

La mundialización de los mercados y los capitales ha modificado el panorama de la industria mundial. La búsqueda de la mano de obra más competitiva y de ventajas fiscales en países emergentes, junto a la mejora de los sistemas de transporte, está acabando con la tradicional fabricación cercana a los canales de venta. Los productos se fabrican hoy en día a miles de kilómetros de distancia de dónde se comercializan y requieren de una compleja logística de distribución para llegar cuando corresponde a los puntos de venta.

Para hacer frente a estos desafíos, el sector de la logística ha vivido una verdadera revolución que le ha llevado a implicarse en nuevas áreas. Actualmente, el servicio logístico empieza incluso antes de que se fabrique un producto. Por ejemplo, facilita a la situación del stock o la evolución de las ventas a los entornos de producción, para optimizar el funcionamiento de las factorías.

El entorno global altamente competitivo obliga a las empresas de logística a innovar para anticiparse a las necesidades de sus clientes.

Factores como el déficit del balance comercial, la competencia leal o la competencia desleal aumentan cada vez más la presión sobre las cuentas de resultados de las empresas de logística. Las empresas del sector ha demostrado ser capaces de hacer frente a los dos primeros aspectos de diversas maneras, pero solo es posible frenar la competencia desleal reforzando los controles y definiendo reglas comunitarias y mundiales que limiten estos desajustes.

La formación es uno de los aspectos más valiosos para aumentar la capacidad de reacción y anticipación a la competencia de las empresas del sector logístico. Pero para seguir siendo competitivas y mantener los costes controlados, deben ser capaces de diseñar unas estrategias de competitividad que impliquen a todas las áreas y miembros de la empresa.

Las estrategias para internacionalizar una empresa de servicios logísticos son diversas. La red de distribución se puede crear mediante la propia expansión de la estructura de la empresa, la adquisición de otras empresas, franquiciando o estableciendo alianzas.

Moldtrans optó hace muchos años por el sistema de alianza con empresas especialistas en cada zona geográfica. Este modelo nos permite contar con profesionales que conocen su mercado, lo que facilita las relaciones con los clientes y aporta confianza. El éxito de este sistema reside en la posibilidad de conjugar los sistemas de venta de cada empresa, para realizar campañas comerciales conjuntas en los países o zonas de cada miembro de la red. Por ejemplo, en Moldtrans realizamos la venta en España de servicios en Turquía a cargo de comerciales españoles acompañados de sus colegas turcos; esta colaboración aporta una ventaja competitiva real.

Como parte de su estrategia de internacionalización, Moldtrans abrió hace años el mercado español estableciendo una red propia, mediante la alianza con corresponsales localmente implantados, de acuerdo a la política general del grupo. Esta apertura del mercado nacional permite ampliar la internacionalización de la empresa y ofrecer un servicio puerta a puerta de y desde cualquier punto del mundo.

El éxito de la internacionalización de una empresa pasa por el conocimiento de sus clientes y de sus productos. Solo de esta forma es posible anticipar sus necesidades y desarrollar servicios y productos que sean adecuados al plan de expansión que se plantea una empresa.

Es esencial controlar la red de distribución y la información que deriva de ella. Lograr una buena comunicación con los partners de la empresa no consiste solo en ser capaz de entenderse con un buen dominio de los idiomas. Como son socios de nuestra empresa, es imprescindible que consigamos una buena sintonía profesional, de forma que entre todos establezcamos y persigamos los mismos objetivos.