Perfiles STEM, líderes en empleabilidad

Hoy nadie duda de este proceso imparable de transformación en los puestos de trabajo. La incorporación de más y mejor tecnología y la digitalización para producir, vender, decidir o contratar va a traducirse en una mejora cuantitativa y cualitativa de los procesos de producción y de la calidad de vida, pero también será una auténtica revolución en el mercado de trabajo, en todos los sectores y en todo el mundo.

Y esto no es el futuro próximo. Esto es ya el presente.

En España se estima que el 92,9% de las empresas está trabajando ya en la digitalización de todos sus procesos. Las necesidades derivadas de la COVID han provocado una aceleración importante en este proceso y la superación de la pandemia y las consecuencias económicas de la misma requieren adaptar procesos y estructuras para ser capaces de dar respuesta a los nuevos retos. Y aparecen dos palabras casi mágicas: competitividad y empleabilidad.

Porque de la capacidad y de la rapidez de los países, de las empresas y de las personas para adaptarse, incluso para reinventarse, va a depender en gran medida la recuperación de la competitividad y la cohesión social. Pero reinventarse significa también un incremento notable en la empleabilidad de los profesionales que la nueva realidad demanda.

Estamos por tanto en un momento clave; la transformación digital ofrece grandes oportunidades pero exige también nuevas habilidades. Las empresas demandan con avidez profesionales de la ciencia de datos, expertos en software, inteligencia artificial, matemáticas, redes, ciberseguridad, física o programación gráfica.

Según el informe ‘The future of Jobs 2020’, de los puestos de trabajo que ocupan las veinte primeras posiciones del ranking, más de un 90% corresponden a titulaciones STEM.

En estos meses muchos jóvenes preparan con ilusión el inicio de su andadura universitaria. Y van a tomar una de las decisiones más importantes en su vida. Una decisión en la que el término empleabilidad estará muy presente.

La empleabilidad es mucho más que un número que trata de cuantificar la facilidad para encontrar un empleo; decidirse hoy por una titulación con empleabilidad 100% significa estar en la vanguardia y significa libertad para poder elegir dónde y en qué sector desarrollar su carrera profesional, no sólo en empleos vinculados a la industria tecnológica, porque los profesionales STEM se han hecho imprescindibles en ámbitos como la visualización gráfica, la investigación operativa, la salud, la enseñanza, en empresas de finanzas, seguridad, logística, etc.

Formar en matemáticas, en ingeniería o en física a nuestros jóvenes se convierte así en la mejor apuesta de futuro. Es por tanto una tarea en la que todos debemos involucrarnos, pero es sin duda la propia Universidad la que ha de asumir el reto diseñando programas atractivos que incorporen las demandas de los sectores industriales, ampliando la oferta educativa con titulaciones que aseguren una incorporación inmediata y con todas las garantías al mercado laboral, etc.

En U-tad hemos encontrado en los Dobles Grados combinando Ingeniería del Software con Matemática Computacional y también con Física Computacional, una clave de éxito, por cuanto son garantía de competitividad y de esa deseada empleabilidad cien por cien.