La Fundación SM presenta los resultados del informe 'Volvemos a clase'
Este estudio, desarrollado por el Instituto de Evaluación IDEA de la Fundación SM, tiene como objetivo principal ofrecer a los centros información sobre cómo su profesorado y su alumnado han vivido el confinamiento y cómo se han incorporado al centro escolar, de tal forma que puedan adaptar la enseñanza y las actividades a la situación existente. Todos los centros participantes han recibido un informe completo y confidencial sobre las respuestas de sus alumnos por cursos y de sus profesores por etapas educativas, para que tengan una radiografía completa de cómo se encuentran su profesorado y sus estudiantes.
El proyecto ha tenido el apoyo del Ministerio de Educación y Formación Profesional, de la mayoría de las Consejerías de Educación de las comunidades autónomas de diferentes sensibilidades políticas, y de más de 60 instituciones de centros concertados, cooperativas y centros privados. Se trata de un macroestudio plural que recoge la situación de todas las regiones de España y de todo tipo de colegios.
Mayte Ortiz, directora de la Fundación SM, y Álvaro Marchesi, catedrático emérito de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y coordinador del estudio Volvemos a clase, han explicado en una rueda de prensa en la Asociación de la Prensa de Madrid, que también se ha seguido de manera virtual, cómo los profesores y alumnos han vivido la enseñanza a distancia, y cómo han afrontado el “deseado” regreso a las aulas. Se han presentado las principales conclusiones a la ministra de Educación y Formación Profesional Isabel Celaá, que ha valorado muy positivamente esta iniciativa como una importante herramienta de apoyo a los centros para que dispongan de un diagnóstico del estado socioemocional en el que se encuentran su profesorado y alumnado.
De izquierda a derecha, Alejandro Tiana, secretario de Estado de Educación, Mayte ortiz, directora de la Fundación SM, Isabel Celáa, ministra de Educación y Formación Profesional y Álvaro Marchesi, coordinador del informe 'Volvemos a clase'.
Los alumnos valoran con un notable la educación a distancia
El 69 % del alumnado encuestado asegura que se ha manejado bien con el aprendizaje a distancia durante el confinamiento. Ese porcentaje es mayor en los alumnos de Primaria (77 %), mientras que baja en los de Bachillerato (57 %) y Formación Profesional (54 %). El 52 % de los niños y jóvenes dedicaron al día entre una y tres horas al estudio, siendo en Bachillerato una dedicación mucho mayor, más de 4 horas diarias.
La gran mayoría (un 88 %) ha tenido una habitación propia o algún espacio en el que poder estudiar concentrados sin que les molestara nadie, y solo el 2 % no pudo continuar su aprendizaje desde casa al no tener ningún dispositivo digital. El 77 % de los alumnos de barrios con mayor renta han contado con equipo propio, ya fuera ordenador, tableta o teléfono, para seguir la enseñanza digital, siendo ese porcentaje algo menor (68 %) en estudiantes de barrios con rentas inferiores.
En cuanto al acceso a internet, el 96 % de los alumnos ha podido conectarse de forma continua, aunque el 25 % reconoce que no les funcionaba bien. Lo que más han aprendido durante el confinamiento (42 %) es la importancia de saber organizarse, ya que la mitad de los alumnos (56 %) reconoce haber aprendido menos a distancia que en clase.
Apoyados emocionalmente por su familia y sus profesores
El 85 % del alumnado se ha sentido apoyado emocionalmente por su familia y su relación ha mejorado durante el confinamiento, y solo empeoró en un 7 % de los hogares encuestados. Ese cuidado también lo han sentido por parte de sus profesores, tal y como reconoce el 70 % de los alumnos, siendo el 85 % en Primaria. Aunque ese porcentaje aumenta en cuanto a la ayuda del profesorado en la vuelta a clase, ya que el 88 % reconoce estar seguro de que sus profesores los ayudarán si tienen dificultades de aprendizaje.
La vuelta a clase, ilusionante para alumnos y profesores
Nueve de cada 10 alumnos de Educación Primaria han regresado con mucho ánimo al centro educativo; comienzo que ha sido ilusionante también para 7 de cada 10 estudiantes de la ESO, y 6 de Bachillerato. Por su parte, el 96 % de los profesores ha vuelto a las aulas con muchas ganas de enseñar, y más de la mitad (65 %) considera que este curso cambiará su forma de enseñanza.
La preocupación por los contagios por la COVID-19 es una realidad en los colegios, por eso los centros han preparado protocolos para minimizar los riesgos. Aun así, el 76 % del profesorado se muestra preocupado, mientras que en los alumnos ese porcentaje baja al 52 %.
El rostro de las dificultades del confinamiento
El estudio Volvemos a clase, de la Fundación SM, revela algunos datos negativos, como que el 21 % de los alumnos de barrios de rentas más bajas ha visto como uno de sus padres o tutores, o incluso ambos, han perdido su trabajo debido a la crisis sanitaria, siendo ese porcentaje solo del 11 % en los barrios de rentas más altas.
El 31 % del alumnado reconoce haber tenido dificultades para seguir las clases online. Los más críticos son los alumnos de Bachillerato y Formación Profesional, que han vivido el confinamiento con desánimo y con problemas emocionales en un 40 %; y son muchos, un 48 %, los que consideran que estos meses de enseñanza digital influirán negativamente en sus aprendizajes futuros.
En cuanto al sistema de evaluación hay discrepancia entre los dos colectivos: el 85 % del alumnado se manifestó satisfecho con la evaluación realizada, mientras que solo el 35 % del profesorado valoró positivamente el sistema de evaluación.
Vídeo con las principales conclusiones del estudio, por Álvaro Marchesi.
Sobresfuerzo del profesorado para acompañar a sus clases
Nueve de cada 10 profesores creen que se aprende más en el colegio que a distancia, mientras que el 75 % del alumnado lo valora de la misma forma. La mayoría de los profesores ha vivido el confinamiento agobiado por las exigencias laborales (77 %), con mucho estrés (68%), grandes dificultades para conciliar (56 %) y con una alta dedicación. Más de la mitad (54 %) asegura que han dedicado más de siete horas diarias a las actividades de enseñanza, siendo los profesores de Secundaria los que más tiempo han empleado (el 61 % más de siete horas).
Pero la mayoría del profesorado está satisfecho con los resultados de su esfuerzo. El 75 % considera que ha sido capaz de ayudar a todos los alumnos que lo necesitaban, y el 72 %, de comunicarse con las familias de sus alumnos. A pesar de los esfuerzos se han sentido muy apoyados por el equipo directivo de su centro (82 %) y por sus compañeros (87 %).
El profesorado ha seleccionado cuatro dimensiones educativas como prioritarias en este nuevo curso (se podían elegir tres entre diez opciones): cuidar especialmente el bienestar del alumnado (57 %); potenciar el uso de las tecnologías (46 %); dar más énfasis a que los alumnos aprendan a aprender (39 %), y animar a los alumnos a que se esfuercen y sean responsables (32 %).
En cuanto al aprendizaje social de estos resultados, según Álvaro Marchesi: “Comienzan, por tanto, unos meses en los que es preciso cuidar la dimensión emocional del alumnado y del profesorado para conseguir que los alumnos mantengan o recuperen la ilusión por aprender, y el deseo de descubrir y de experimentar de forma individual y colectiva junto con sus compañeros. Será importante incorporar en la enseñanza aquellos cambios que se han considerado beneficiosos por la experiencia y la reflexión durante el confinamiento y al volver a clase. Unos cambios que apuntan a situar en primer plano los valores de solidaridad, de equidad, de empatía, de cooperación y de esfuerzo compartido”.