“La gestión informática a través de Gesfácil ha sido la mejor inversión que hemos hecho”
Entrevista con Manuel Valverde, de Aluminios Valverde
La empresa Aluminios Valverde cuenta con una sólida experiencia en la fabricación de ventanas y cerramientos. Aunque en un principio se centraron en el aluminio, hoy también fabrican ventanas de PVC. El uso del papel ha desaparecido de la gestión de producción de Aluminios Valverde, gracias a la adopción de Gesfácil, el software especializado en talleres de carpintería de Fácil Ingeniería informática. En la siguiente entrevista, Manuel Valverde, propietario de Aluminios Valverde nos explica las causas de adopción de esta gestión y las ventajas que ha supuesto para su producción.
¿Podría explicar brevemente la trayectoria de Aluminios Valverde, como surgió la empresa y como ha ido evolucionando hasta nuestros días?
Esta empresa surgió como una broma. Yo era trabajador de una empresa de aluminio, los fines de semana hacía mis remiendos, mis chapuzas y, bueno, cada vez tenía más. Un día hablando con un cuñado de los pros y los contras de trabajar como asalariados, decidimos dar el paso. Compramos una pequeña nave y empezamos a trabajar por nuestra cuenta y poco a poco fuimos haciendo cada vez más ventanas y la gente fue confiando en mí. Ponía lo mejor de mí en cada ventana que hacía, trabajaba mucho y cada vez ponía un poquito más de mí en cada una, a un buen precio y, así, paso a paso, he llegado hasta aquí, sin parar de trabajar nunca.
Ahora hace ya diez años que aposté por Aluminios Valverde, dejé atrás la sociedad con mi cuñado y emprendí la aventura en solitario. Poco a poco, me he hecho un hueco, creo que importante en el mundo del cerramiento para el industrial, y me encanta el trabajo que realizo, disfruto mucho de las ventanas y me apoyo mucho en el gran equipo que coordino.
¿Qué caracteriza las ventanas que fabricáis aquí en Aluminios Valverde, en cuanto a material y prestaciones?
Siempre he mantenido que si te rodeas de buena gente y buen equipo, tendrás la fuerza necesaria para afrontar grandes retos. Yo solo no puedo hacer nada, simplemente elijo a la gente con la que quiero trabajar. La base fundamental del éxito de una empresa creo que es rodearte de buen equipo y de proveedores buenos, como Centro-Alum, con el que llevo trabajando desde hace diez años y hemos crecido juntos. Otro proveedor importante es el de software. Aquí apostamos desde el inicio por Gesfácil, que es el programa con el que empecé hace doce años. El programa de entonces no tiene nada que ver con el de hoy, porque también hemos crecido juntos.
La maquinaria es otro aspecto importantísimo para mí. Empecé con una doble cabezal modesta, de segunda mano, y ahora tengo la fabricación robotizada con marcas punteras como la firma BJM o Thorwensten.
¿Qué tipo de producto es el más habitual aquí en Aluminios Valverde?
Nosotros nos hemos especializado en fabricar una ventana al detalle, es decir, una ventana diferente en cada pedido. Trabajar directamente con el industrial hace que cada ventana sea diferente a la anterior y a la siguiente. Tengo técnicos formados en diferentes talleres a los que les hemos proporcionado la herramienta y maquinaria precisas para hacer una ventana que no todo el mundo puede fabricar.
Estamos especializados en hacer ventanas a la carta; la gente que quiera una ventana especial o fuera de lo común, viene aquí y nos la pide. Tenemos un equipo de técnicos comerciales que asesoran y escuchan a nuestros clientes sobre el tipo de cerramiento más adecuado para cada necesidad, animándoles a que no fabriquen ese tipo de ventanas, que nos las dejen fabricar a nosotros, pues tenemos la experiencia y el equipo profesional y técnico para afrontar cualquier ventana de categoría especial (elevables, oscilo-paralelas, fuera grados, curvas con arcos complejos, etc…).
También hacemos ventanas normales porque hay gente que no tiene taller. Pero fabricamos tanto para profesionales con taller propio, como para industriales que no tienen taller, sino una tienda de decoración o similar.
Sencillamente estamos aquí para lo que nos quieran pedir.
Fabrican también ventanas de PVC. ¿Cuándo decidieron incorporar este material?
Esta fue una buena apuesta que entró en mi vida. Lo vi en una feria de PVC, vi el funcionamiento y entendí que era una buena ventana. En general no es una ventana tan estética como la de aluminio, pero técnicamente puede ser superior en prestaciones, gracias a los refuerzos internos, el comportamiento en dilatación y su muy buena relación calidad/precio. También me llamó la atención las posibilidades y soluciones que proporciona el herraje. Ahora mismo, el herraje de mejor calidad y mejor desarrollo es el de canal 16. Por ello, al introducir la fabricación de ventanas de PVC en mi fábrica, me di cuenta que la ventana de aluminio tiene que ir con ese mismo cierre. Esto hace que las ventanas mejoren sus prestaciones y por ende también la calidad de las mismas. Así, desde Aluminios Valverde apostamos por hacer todas las ventanas con el mismo cariño y sentirnos orgullosos de cada una de ellas. No dudamos que es nuestro sustento diario.
La apuesta por el PVC comenzó hace diez años más o menos, creo recordar. Tenía miedo que se fuera a reconvertir el mercado del aluminio a PVC y no estar preparado. Empecé por esa fecha a fabricar ventanas de PVC y realmente estoy contentísimo porque he vendido mucho en este material y eso me ha ayudado a mejorar en las ventanas de aluminio, pues hemos copiado conceptos del PVC para el aluminio y viceversa, tomando lo mejor de cada tipo de fabricación para mejorar la otra.
Actualmente fabrico más ventanas de aluminio que de PVC, pues hay empresas que están dando muy buenos precios, con bastante calidad, y nosotros estamos defendiéndonos en esa lucha, apostando por la mejor solución, ya sea de aluminio o de PVC, para nuestro cliente.
¿En cuánto a sistemas de aluminio, cuáles son los que más pide el usuario final?
El público ahora te pide todo. Tengo más de seiscientos clientes, recuerda que yo trabajo para el profesional únicamente, no es nuestra intención trabajar para el particular. La gente ahora te pide variedad en la oferta, ventana fría, colores, una elevable… te piden de todo. Como fábrica, como trabajo para muchos talleres, me piden cosas difíciles, cosas que salen de lo habitual, por lo que nos hemos especializado más en hacer ventanas difíciles, pero también hacemos correderas, practicables… En resumen, hacemos de todo, lo que nos piden.
Fabrico más ventanas de aluminio que de PVC, ya que el sector del aluminio es muy grande, lo mismo podemos hacer tres elevables, cinco puertas o diez correderas, veinte practicables y dos plegables. Hago más de cien ventanas diarias, incluso curvas.
¿En PVC también hay esa diversidad de soluciones?
En PVC, desde Alemania se ha estandarizado la producción a unos determinados tipos de apertura y no hay tanta variedad.
Lo bueno es que el aluminio se va a defender siempre, el aluminio vale para todo, para todo tipo de huecos y el PVC no tiene esa versatilidad. Pero en PVC hay huecos que en calidad y precio le hacen la competencia al aluminio.
Manuel Valverde ante la fachada de Aluminios Valverde.
En Aluminios Valverde han implantado una gestión informatizada de producción, con lo que el uso de papel queda obsoleto ¿Podría explicar los detalles de esta gestión?
Esto es estupendo, es una gran solución. Desde que relacioné la informática con la maquinaria, me adecué a esa forma de trabajar y ya te metes en un camino en el que no dejas de avanzar.
¿Qué pasa cuando una fábrica hace cinco ventanas de cada tipología diariamente, cinco elevables, cinco correderas… tanto de aluminio como de PVC? Tengo cincuenta trabajadores, uno de ellos corta los perfiles, otro los junquillos, otro monta la ventana, otro pone el cristal, otro prepara la ventana… Tu imagínate la de papeles que tengo que tener por todo el taller, de cada pedido tendría que hacer cinco copias.
Yo hacía cada día alrededor de quinientas fotocopias diarias y las repartía por todo el taller. Cada uno tenía que tener la información del sistema, y que no se puede tener un solo papel dando vueltas por el taller. Además, como los pedidos son pequeños –algunos, de un bloque de pisos, con sus veinte ventanas por un lado, puertas por el otro- resulta IMPOSIBLE abarcar todo, perdíamos una barbaridad de tiempo y es un problema cuando tienes una fabricación de más de cien ventanas, con cincuenta pedidos. Había mucha información en papel y muchísima se acababa perdiendo.
En la fábrica tengo catorce terminales. Gracias a esta apuesta, siguiendo el código de barras de cada pedido, desde cualquiera de estos terminales puedo seguir cómo se encuentra el proceso en cada paso. No sólo muestra en qué momento se encuentra el trabajo de la máquina, sino toda la información, incluido el pedido del cliente con sus particularidades y anotaciones. Esto es un gran avance y una necesidad para una fábrica que hace cien ventanas en cincuenta pedidos para diferentes clientes.
No volvería atrás otra vez, realmente no podría pensar que hace unos meses teníamos que imprimir quinientas, ochocientas copias diarias. Aquí había una persona sólo para hacer copias, era una locura. Este ha sido uno de nuestros mayores avances…. Yo ahora no puedo vivir sin esta herramienta.
¿Cuándo dio el paso Aluminios Valverde y qué inversión ha supuesto para la empresa?
En cuanto a inversión, resulta más barato que comprar una máquina. Al principio no te das cuenta de todas las posibilidades de la herramienta, pero luego te das cuenta de lo que tienes entre manos, en manos de quién está tu fabricación, de la buena inversión que has hecho y del retorno rápido que vas a tener.
No es barato, pero estoy seguro que, además del coste económico, hay un coste en esfuerzo, tanto de la empresa desarrolladora, Gesfácil, como por parte de Aluminios Valverde. Hay que tener en cuenta que una máquina cuesta trescientos mil euros y un programa de estas características sesenta o setenta mil, por lo que el retorno es más rápido en el caso de la inversión en este tipo de herramienta informática que en el propio de la máquina.
También ayuda la comodidad en el pago. Aunque desde el principio conoces la inversión a realizar, valorar sólo el factor coste en este tipo de inversiones no es lo más acertado.
Tenía el problema de la producción, que estaba subiendo más que la capacidad de resolver pedidos, lo que para mí era un hándicap, con todo el gasto en papel que esto generaba. Gesfácil ya había colaborado conmigo en la automatización de los procesos de mecanizado, con la conexión en automático de todas las máquinas que tenía en fábrica, desde las dobles cabezales, hasta un pequeño centro de mecanizado, la soldadora y las 2 líneas de corte y mecanizados que tengo. Por todo ello, ya tenía mucha confianza con Gesfácil. Hablé con ellos y les expuse mi necesidad. Hoy puedo decir que mi proveedor de software ha estado y está a la altura de lo que esperaba, su implicación en este proyecto ha sido de gran peso profesional y técnico.
¿Cómo ha mejorado el flujo de trabajo de aluminios Valverde con la entrada en funcionamiento de esta nueva gestión?
La información del taller ha mejorado en un 200%. Tengo una anécdota… Antes, cuando implantabas algo nuevo en el taller, los trabajadores decían: “¡Madre mía, esto no puede ser, ya verás que follón!”. Hoy en día si una pantalla se rompe porque ha saltado un fusible, el mismo trabajador no puede vivir sin ella, es como los móviles o las tabletas, no pueden estar sin ella.
Con la nueva gestión, la información es directa. Simplemente clicando el código de barras de cada pedido, puedes estar al corriente de la información de toda la empresa, de todas las ventanas que pasan, tu puedes coger y con un código de barras simplemente le clicas y tienes la información. Igualmente, desde la oficina puedes acceder a la información de todo lo que está ocurriendo en el taller, en la empresa entera. Yo puedo ver en qué momento está cada pedido desde la oficina de un cliente o desde mi casa.
Con Gesfácil hemos trabajado muchísimo y confiamos todo a su buen hacer. Realizamos todo el circuito completo de ventas y el 100% de la producción con ellos. También tenemos automatizado toda la fabricación.
Desde la oficina se lanza con Gesfácil el lote que va directamente a cada una de las máquinas, que directamente leen ese fichero y ejecutan lo que en él pone. Toda la información viaja en tiempo real por los diferentes terminales de trabajo y cada operario ve sólo el pedido sobre el que tiene competencia.
También permitimos que nuestros clientes hagan sus propios presupuestos con Gesfácil, pues tenemos una especie de 'hijos' de nuestro programa para que presupuesten ellos mis propias ventanas y, por supuesto, las suyas. Esto es un adelanto, porque un cliente como el que yo tengo, que es un autónomo, no tiene capacidad para comprar un programa él solo para introducir toda la información que yo he podido meter, porque un programa requiere, aunque sea mínima, una inversión.
Por todo esto, este programa para mí es importante, no por lo que valga, sino por la dedicación de mi equipo, ya que sin él no podemos vivir, es nuestro modo de trabajo.
Para nosotros también es una manera de fidelizar a nuestros clientes, ya que cada vez vamos creciendo más y los industriales nos dan su confianza porque ven que invertimos en nuestra empresa, invertimos en tecnología. La tecnología hace que nuestros clientes perciban que le ponemos cariño e interés a lo que realizamos y, sobre todo, a que invertimos en mejorar el desarrollo de Aluminios Valverde con marca.
¿Se podría decir que este cambio, con la nueva herramienta de gestión de producción, os permitirá superar la producción de 70 u 80 ventanas al día sin generar problemas?
Sí, estoy totalmente de acuerdo. Se podría decir que, ahora mismo, podemos hacer las ventanas que queramos, porque en un ordenador hay una ventaja, está introducida la información de 10, 50, 200 o 500 ventanas. Es decir, puedes inroducir la información que necesites, esto ya no es papel. Yo creo que un taller que aún base su gestión en el papel, puede asumir hasta 50 ventanas pero más no. Y habría que saber en cuantos pedidos se gestionan esas 50 ventanas. Nosotros, en Aluminios Valverde, hacemos ventanas a la carta a más de 600 clientes y todas con sus diferencias en colores, medidas, roturas, en aluminio en PVC. Eso genera gran cantidad de información y si la imprimes en poco tiempo tienes llenos los armarios de cajas y cajas de datos. Ahora nosotros sólo la tenemos en un pen drive y dentro del programa.
Ahora mismo, la cantidad de ventanas no es un problema, sino una bendición, pues ya puedo crecer lo que quiera y pueda porque sé que mi sistema me va a acompañar.
Manuel Valverde ante uno de los terminales de producción de la fábrica.
¿Cuál es el futuro de las fábricas, que necesitan para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado?
Bueno, estaríamos hablando de lo mismo. Hace falta la informática, máquinas, un buen equipo, proveedores para luchar, porque nos toca luchar. Tenemos que colaborar todos juntos como hace 12 años. Si yo veo a la competencia que vende a diez, nosotros también tenemos que vender a diez, y con mejor calidad.
Otra cosa es que el mercado ha cambiado. Antes, con 20 ventanas te ganabas la vida y ahora para sobrevivir hay que trabajar más. ¿Qué quiere decir esto? Que antiguamente con 20 ventanas vivíamos todos y ahora hay que hacer 100. Una cosa que he tenido siempre clara es no bajarles el sueldo a mis trabajadores ni quitarles condiciones. Nunca en mi vida he quitado una condición a mi trabajador, si empezaron con diez, siguen teniendo diez, incluso once, y viven mejor ahora, tienen más cosas y más facilidades en la empresa. No hemos bajado en la crisis. En la televisión escucho que bajan los sueldos un 10%, que han quitado las pagas, que… y eso no lo quiero para mi gente.
Vamos a invertir en informática, en maquinaria, vamos a hacer los procesos un poco más lógicos para trabajar, para sacar un poco más de rendimiento y en vez de hacer 10 ventanas hacemos 12 en el mismo tiempo o 13 para ganar lo mismo y con estas medidas, hasta hoy, me han apoyado todos y aquí estamos. Estamos aquí delante cómodos, haciendo una ventana de buena calidad y con un buen precio.
¿Cuáles son los proyectos de futuro?
Seguir creciendo con la misma cabeza y actitud que ahora. La ventana es mi hobby. Lo sé hacer, tengo un equipo que lo sabe hacer, que me acompañan, me empujan, que está siempre dándome ánimos para que siga para adelante y hemos crecido. Ahora contamos con unas instalaciones de 4.500 m².
Mi proyecto es continuar invirtiendo en mi empresa, montar una línea de PVC realmente competitiva y continuar en la mejora de la línea de aluminio.
Las mejoras en mi última inversión en software me están permitiendo invertir en más espacio para crecer también en lo físico.