Alberto Biana, Director General de Oerlikon Balzers
Asimismo, el mercado ha visto cómo el servicio de recubrimiento se ha implantado en aquellos países donde los usuarios del recubrimiento disponían de centros productivos. El crecimiento en Asia (India, Corea y China) ha sido especialmente importante en los últimos años. En este momento Oerlikon Balzers cuenta con 80 centros de servicio a nivel internacional.
En lo que respecta a la evolución del sector y las tendencias, dado que el sector de recubrimientos PVD es de naturaleza auxiliar a numerosos sectores productivos (automóvil, fabricación de herramientas, aeronáutica, etc.) los retos a los que se enfrenta son básicamente los mismos a los que hacen frente los sectores cliente. Sin embargo, caben citar dos asuntos clave a desarrollar en los próximos años, respecto a los que se adivinan unas tendencias muy claras: la globalización o expansión y la innovación tecnológica en cuanto a desarrollo de nuevos productos que aporten un cada vez mayor valor añadido a los clientes finales.
Respecto a la globalización, aquellas empresas que quieran jugar un papel importante en el sector van a tener que desarrollar una red de centros a nivel internacional, dando un servicio de recubrimiento avanzado y de calidad en todos aquellos países donde sus clientes vayan estableciéndose, con los mismos estándares de calidad y rendimiento de producto. Respecto a la innovación, el desarrollo de capas de óxido de metales por medio de tecnología PVD para el sector del corte es ya una realidad. Hasta ahora sólo era posible conseguir estos recubrimientos por el proceso CVD, por lo que se requerían altas temperaturas. A día de hoy Oerlikon Balzers ya ha desarrollado una nueva tecnología, P3e ('Pulsed Enhanced Electron Emission'), que será la base para diseñar recubrimientos de óxido de metales. Para responder a las demandas del sector del automóvil, se diseñarán nuevos recubrimientos que hagan más productivo el corte y conformado de chapas de alta resistencia y recubrimientos que posibiliten que la conformación en caliente se convierta en habitual.