El 50% de los empleados españoles trabaja de forma híbrida
“El bombo publicitario asociado al trabajo híbrido no se corresponde con los hechos. Ni siquiera la presunta sustitución de los teléfonos de sobremesa por 'smartphones' vinculada a este hecho se ha producido todavía”. Esta es una de las principales conclusiones de una encuesta representativa encargada por Snom Technology para conocer la realidad percibida por las empresas en Europa en torno al trabajo híbrido y los equipos de telecomunicaciones en la oficina doméstica.
La investigación, realizada por el instituto independiente de estudios de mercado Norstat sobre una muestra de 4.822 trabajadores (empleados de empresas) de Alemania, Francia, Italia, España y Gran Bretaña, aborda tres puntos principales: presencia de un teléfono de sobremesa en la oficina, satisfacción con el grado de práctica del trabajo híbrido y los equipos de comunicación utilizados para este fin. Los resultados son sorprendentes, pero absolutamente claros.
¿Trabajo híbrido? Sí, pero con teléfonos de empresa
La introducción de nuevos modelos de trabajo corporativos es una de las últimas tendencias en el entorno B2B. Por ello, saber más sobre la experiencia personal de los participantes con el trabajo híbrido es interesante para Snom. Sin embargo, la brecha entre la supuesta penetración del fenómeno en el mercado y la práctica laboral real resulta ser especialmente profunda. La proporción de empleados que realmente utilizan el modelo de trabajo híbrido para sí mismos, según pone de manifiesto el estudio, es en realidad mucho menor de lo esperado.
De los 3.003 encuestados con teléfono de oficina en las cinco regiones, solo cuatro de cada diez utilizan modelos de trabajo más flexibles, como el trabajo híbrido o desde casa. Reino Unido (con un asombroso 56% de ‘trabajadores híbridos’) y España (50%) están a la cabeza. En Alemania, la proporción de estos trabajadores es del 39%, claramente por detrás de Italia (45%). En Francia, la situación es muy distinta: solo 3 de cada 10 empleados son móviles.
La encuesta de Snom también ha detectado fluctuaciones similares en los terminales de telefonía para la oficina doméstica.
A diferencia de lo que ocurre con el teléfono corporativo, cerca del 81% de los participantes que confirma realizar un modelo de trabajo flexible (1.295) se declaran satisfechos con el terminal utilizado para realizar llamadas de trabajo desde casa. En España, este porcentaje escala al 91% en contraste con otros países, como Alemania o Francia, donde baja al 73% y al 77%, respectivamente.
España supone también la excepción en lo que respecta al uso de dispositivos móviles. El 42% de los entrevistados nacionales confirma gestionar toda o la mitad de su comunicación a través de 'smartphones', frente al resto de países donde estos teléfonos se utilizan de forma más bien esporádica y, casi siempre, para llamadas de trabajo (tres cuartas partes de los encuestados). Alemania tiene la proporción más baja de usuarios de teléfonos inteligentes, con un 66% de los encuestados; en España la cifra es significativamente mayor, un 87%, seguida de Italia (83%), Reino Unido (80%) y Francia (71%).
En cuanto a los auriculares, la situación es similar en todas las regiones. Por término medio, el 68% de los encuestados realizan llamadas de trabajo con auriculares y también los utilizan mayoritariamente durante la mitad de la semana laboral.
La importancia del teléfono IP
La augurada sustitución de los teléfonos de oficina, como resultado de la evolución de los modelos de trabajo, no se ha materializado. Así, el 62% de los encuestados reconoce seguir utilizando un teléfono IP en su oficina y aunque comparativamente este porcentaje es menor que el obtenido en noviembre de 2021 (66%), sí contradice lo que se sospechaba, resaltando una vez más la importancia que las empresas atribuyen a los teléfonos IP. En el caso de España, un idéntico 62% apoya su uso.
Snom también ha querido conocer el grado de satisfacción que los usuarios de teléfonos de oficina, en este caso 3.003 personas, tienen sobre sus dispositivos finales IP –con cable o inalámbricos–. Sobre este aspecto, el 69% de los encuestados de las cinco regiones se muestran positivos, destacando, entre otras ventajas, la accesibilidad en cualquier lugar del edificio de la empresa (35% en total y en España), la gama de funcionalidades (26% de media, y 30% en España) y la calidad de audio del dispositivo final (un 8% y un 10% en España).
Otra de las conclusiones clave de este apartado es que no todos los teléfonos IP son iguales. A este respecto, un 31% de los entrevistados (24% en España) afirma no estar satisfecho con sus terminales de oficina. Entre las razones esgrimidas, por ejemplo, el 15% dice sentirse atado a su escritorio cuando lo utiliza (11% en España), el 10% habla sobre funcionalidades limitadas (8% en España) y otro 6% se lamenta por el diseño anticuado de su dispositivo (5% España).
Las empresas, más preparadas al cambio que los trabajadores
Aunque la encuesta no permite extraer conclusiones numéricas sobre si los empleados o las empresas son más reacios a cambiar a modos de trabajo híbridos, de las declaraciones relativas a los equipos de telecomunicaciones y al uso en el despacho en casa se desprende que las empresas pueden estar más preparadas para este cambio que sus empleados.
En lo que respecta a los dispositivos, un aspecto común destaca en casi todas las regiones: ya sean smartphones o auriculares, casi dos tercios de los trabajadores híbridos los consideran aparatos de servicio, es decir, equipos proporcionados por la empresa. En España, el 53% de los 'smartphone' son propiedad de la empresa pero, en el caso de los auriculares, y al contrario de lo que ocurre en el resto de países, solo un 45% de ellos pertenecen a la empresa.
“Esta evidencia de la vida real en la oficina o en casa es de gran valor para nosotros”, comenta Fabio Albanini, jefe de Ventas Internacionales de Snom. “Estos datos pueden utilizarse para establecer claramente si una determinada estrategia de producto está en consonancia con la práctica y las expectativas de los usuarios finales, y para precisar si una tendencia tiene el potencial de desencadenar un replanteamiento a corto plazo”.