Reducir la huella de carbono, la nueva prioridad de la industria de centros de datos

Los drásticos cambios que está viviendo el mundo están influyendo notablemente en la actividad empresarial de todo tipo de organizaciones acelerando la digitalización de las compañías a pasos agigantados al tiempo que las expectativas de clientes, empleados, pacientes, consumidores y ciudadanos crecen al mismo ritmo. Mientras tanto, y en medio de los problemas continuos de desabastecimiento, muchas empresas están descubriendo que el valor de sus datos es cada vez más relevante para su éxito.

No es de extrañar el gran auge que está viviendo el sector de los centros de datos. Se estima que en 2025 habrá al menos 2.400 millones de dispositivos conectados. El nuevo reto no radica únicamente en incorporar nuevas tendencias como inteligencia artificial o machine learning, la integración de las renovables o nuevas políticas de sostenibilidad, sino mitigar su impacto medioambiental a través de la eficiencia energética y la reduccion de las emisiones de carbono.

Según la Agencia Internacional de la Energía, (IEA), los centros de datos consumen el 1% de toda la energía producida en el mundo. En la actualidad, el fuerte crecimiento de la demanda de electricidad en los centros de datos sigue siendo mayoritariamente compensada por las continuas mejoras en la eficiencia de los equipos informáticos e infraestructuras. Los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI's) deben tener como misión garantizar unos estándares muy elevados de reducción del consumo de energía.

Es imperativo que los centros de datos reduzcan su consumo de energía y sus emisiones de carbono. Pero también se debe tener en cuenta que en el entorno de los centros de datos el tiempo de inactividad no puede ser una opción. Sí lo es la escalabilidad, la confiabilidad, la eficiencia energética y el ahorro de costes.

Las nuevas tendencias para los centros de datos de última generación están íntimamente ligadas a la responsabilidad empresarial y a una fuerte necesidad de innovación que absorba una creación, procesamiento y almacenamiento de datos cada vez más inteligente. Además, los data center tienen que afrontar mayores riesgos de ciberseguridad y exigentes políticas de protección y privacidad de los datos a los que se une la dependencia de los proveedores de servicios en la nube a hiperescala.

Desde nuestra experiencia, son cinco las tendencias clave que protagonizarán el 2023 para cumplir con los estrictos requisitos de un Centro de Datos moderno.

1. Responsabilidad: Las inversiones en los centros de datos se verán cada vez más condicionadas por la necesidad de una mayor transparencia, supervisión y responsabilidad por accidentes, interrupciones, fallos de seguridad o incluso emisiones de carbono o consumo de agua.
2. Serán centros de datos más inteligentes: Las redes e interconexiones inteligentes y automatizadas definidas por software serán tan importantes como la infraestructura física.
3. Crecimiento de la demanda de Edge Computing: Impulsada por tecnologías como 5G, Internet de las cosas e IA.
4. Sostenibilidad más concreta y transparente: Los clientes exigirán a los operadores de infraestructuras digitales pruebas sólidas y detalladas de la reducción de emisiones de carbono, ahorro de agua y ahorro de energía.
5. Una oleada de innovación: Diversas tecnologías que se encuentran en proceso de maduración supondrán grandes avances en el rendimiento y la capacidad de gestión de los centros de datos y las infraestructuras de TI.

Elegir SAIs “verdes” diseñados para obtener la máxima eficiencia energética y el menor impacto en el medio ambiente sin menoscabar el rendimiento resulta aún más vital en estos tiempos que vivimos.