Supercomputación & IA: nuevas herramientas sanitarias
Fernando Díaz, director del área de Sector Público y Salud de IMC Group
06/11/2020Disponiendo de un número suficientes de datos como sustrato, la IA también podrá establecer nuevos puntos de referencia de datos de salud de individuos y poblaciones. Partiendo de ese punto, la capacidad de detectar variaciones, establecer análisis predictivos y personalizar y anticipar los tratamientos dependerá de nuestras ganas de hacerlo. Eso, por ejemplo, nos permitirá identificar nuevas pandemias de manera previa mucho más eficazmente. Pero no será fácil. Los sistemas deberán estar conectados, interoperar de algún modo, para que los mecanismos de alerta y respuesta temprana puedan ser realmente efectivos. Y es evidente que esta ha sido una de nuestras mayores deficiencias desde los primeros días del brote del actual coronavirus.
La buena noticia es que ya existen, en la actualidad, enormes oportunidades para usar modelos y algoritmos de IA para el descubrimiento de nuevos fármacos. El desarrollo de un nuevo tratamiento tiene un precio elevado y gran parte de esas inversiones se emplea en ensayos fallidos. Con la citada combinación de IA y supercomputación, los investigadores pueden utilizar el aprendizaje automático para modelar centenares de miles de variables y anticipar en el modelo cómo su efecto combinado puede influir en las respuestas de las células humanas.
No hablamos de ciencia ficción. Estas tecnologías ya se están utilizando actualmente en la búsqueda de una vacuna eficaz ante la COVID-19. “Insilico Medicine”, por ejemplo, una empresa especializada en el uso de inteligencia artificial para en el descubrimiento de nuevos fármacos, con sede en Hong Kong, fue una de las primeras en reaccionar. La compañía utilizó su plataforma de inteligencia artificial para diseñar nuevas moléculas que apuntasen a la principal proteína viral responsable de la replicación del virus. Y publicó los primeros resultados en la primera semana de febrero del presente 2020.
Fernando Díaz, director del área de Sector Público y Salud de IMC Group.
Es evidente que la IA, el aprendizaje automático y la supercomputación están marcando el comienzo de una nueva era de descubrimientos más rápidos y baratos y el resultado es que se revolucionará no solo el descubrimiento de fármacos, sino la propia industria farmacéutica en su conjunto. Y a medida que la calidad y la diversidad de los datos provenientes de dispositivos IoT, aumente exponencialmente, se iniciará un círculo virtuoso de mejoras.
Y en esa mundo, nada lejano, podremos rastrear, interceptar y combatir nuevas pandemias antes incluso de que comiencen a avanzar. En ese futuro, el personal sanitario podrá centrarse en todas aquellas tareas esencialmente humanas que ninguna máquina puede realizar. Al menos por un tiempo. Manejarán herramientas y sistemas de diagnóstico enriquecidos con inteligencia artificial, pero concentrándose en la comunicación con los pacientes que resulta compleja con unos tiempos cada vez más exiguos para el profesional.
Cierto que en medio de todo este nuevo halagüeño panorama habrá que lidiar con problemas importantes como son la privacidad y la protección de los datos, particularmente cuando se trata de los registros biológicos de pacientes. Pero aquí también surgen nuevas posibilidades, gracias de nuevo a la fértil alianza entre supercomputación y la IA, que permitirán generar inmensos Big Data de datos sintéticos. Pero esto será motivo para nuevos artículos.
La actual pandemia nos ha demostrado como sociedad cuán entrelazados están nuestros destinos y cuanta necesidad tenemos de seguir acercando la tecnología y la salud. Desde el sector privado, las compañía que desde hace años investigamos en la creación de nuevas soluciones tecnológicas, estamos convencidos que aunque efectivamente queda mucho camino por recorrer el camino es no solo esperanzador sino ilusionante.