La red se mueve
La movilidad creciente de los empleados en las empresas ha creado diferentes tipos de perfiles y por tanto variados tipos de puesto de trabajo: en la actualidad, algunos empleados no se conectan nunca a una red local fija, y las aplicaciones móviles son críticas para su trabajo. Por otro lado, los servicios basados en nube consumen ancho de banda inalámbrico; y las aplicaciones de comunicación cognitiva en tiempo real e IoT nos llevan a la famosa cifra de los analistas sobre el número de dispositivos conectados en 2021: 22.000 millones.
En ese escenario, la seguridad de la red inalámbrica se mueve a la complejidad en unas empresas cada vez más abiertas a socios y clientes, que deben implantar y modificar sus despliegues inalámbricos.
Se mueve la seguridad por el aumento de la demanda
El acceso continuo de los empleados a las aplicaciones, cada vez más en nube, la necesidad de que tengan una experiencia uniforme, de que obtengan rápidamente los contenidos que desean y de que no sufran interrupciones incide en la gestión de la red. El acceso sencillo de smartphones y tabletas de los invitados aumenta, y aumenta el número de las apps que se utilizan. Todo esto también afecta a la seguridad.
Y claro, aparecen las preguntas: ¿Cómo combinar la presión del lado de la demanda con la necesidad de los equipos de TI de tener control integral, visibilidad, gestión e implementación simplificadas, análisis completos y seguridad robusta en la red? y ¿qué WLAN es entonces la adecuada?
Qué ficha mueve la tecnología WLAN
Lo primero, aumentar la velocidad: para satisfacer la reproducción inalámbrica de vídeos o el establecimiento de videoconferencias con Wi-Fi, cada vez más solicitadas y necesarias.
Y en la arquitectura: hoy, las empresas pueden elegir una arquitectura de control que se ejecuta de forma distribuida en los puntos de acceso, con inteligencia coordinada. Así se gestionan puntos de acceso inteligentes y avanzados como sistemas individuales o como grupos, lo que simplifica la arquitectura, elimina fallos únicos y embotellamientos de tráfico, y mejora la experiencia con menos latencia y costes operativos. El flujo de tráfico se adecua a las necesidades de cada tipo de usuario y de los patrones de demanda para cada punto de acceso.
Y esto hace que se mueva la gestión
Una gestión centralizada de WLAN ofrece flexibilidad para implantar una nueva infraestructura, con modificaciones e incorporaciones con intervención mínima; donde se gestionan máquinas y perfiles de personas fácilmente y se regula el nivel de acceso a la información corporativa; se simplifica la implementación a escala; se fortalece con el acceso unificado la seguridad y se aplican políticas en cada dispositivo; o, con el análisis de datos se estudian las operaciones diarias y las tendencias.
La movilidad se hace vertical
Vemos un par de ejemplos sectoriales: en el sector hotelero, la arquitectura distribuida en una plataforma virtualizada hace posible, con los mismos puntos de acceso, redes independientes para clientes, personal y administración, amplia la cobertura a cualquier lugar y conecta al personal de grandes instalaciones para conseguir la experiencia uniforme del huésped; o en sanidad, donde la arquitectura inteligente distribuida garantiza un funcionamiento fluido de las aplicaciones multimedia, con acceso rápido para los profesionales sanitarios a la información en el lugar de atención, en el laboratorio o en movimiento.