Cómo construir ciudades inteligentes más seguras

Kevin Bidon-Chanal es el director de Ventas para el Sur de Europa de Cyclomedia.

Y es que las urbes siempre están en riesgo. Existen una multitud de amenazas, que pueden ser ambientales, logísticas, criminales o estructurales. Para gestionar la seguridad en las ciudades, las autoridades locales y los servicios pertinentes necesitan acceder a datos que puedan ayudarles en una variedad de escenarios, entre los que destacan tres: la gestión de crisis, la gestión de catástrofes y la gestión de la seguridad pública.

Para lograr abordar todas estas gestiones de seguridad, es importante que los ayuntamientos cuenten con los sistemas, datos, recursos y protocolos adecuados. ¿Y cómo se puede lograr esto? Pues el primer paso sería utilizar la tecnología 3D y los datos para identificar los riesgos. Como decía antes, los retos de seguridad en las ciudades no son nuevos, pero gracias a las tecnologías innovadoras sí lo son las soluciones y estrategias que se pueden utilizar para afrontarlos. Aprovechando la experiencia previa en gestión de crisis, con los gemelos digitales se pueden desarrollar visualizaciones sistemáticas a gran escala de la ciudad y de los posibles resultados de incidentes de seguridad de cualquier tipo. La recopilación de varios tipos de datos para crear una visión del entorno lo más completa posible e incluso, el uso de datos en directo, como el vídeo y el audio, es una parte vital de la planificación de la seguridad. El procesamiento de todos estos datos da como resultado una representación virtual detallada y tremendamente útil de un entorno urbano que puede aplicarse en multitud de escenarios y para diversos fines.

El segundo paso es ofrecer soluciones de seguridad basadas en datos. Gracias a un modelo 3D altamente detallado de la ciudad, los responsables municipales pueden utilizarlo eficazmente antes, durante y después de una emergencia. Existen muchas y diferentes amenazas, pero otras tantas soluciones y medidas preventivas e incluso más. Por ejemplo, cada cierto tiempo en algunas zonas de nuestro país nos hemos visto afectados por Inundaciones. Identificar qué zonas de la ciudad son más bajas que otras (y, por tanto, más propensas a las inundaciones) puede ayudar a poner en marcha medidas preventivas, así como a priorizar las actividades durante las inundaciones. ¿Qué zonas son más bajas y, por tanto, de mayor riesgo? ¿Qué zonas más elevadas podrían utilizarse para la evacuación? Un modelo 3D facilita la respuesta a estas preguntas.

Por otro lado, dependiendo de la ubicación de la ciudad, puede haber un elevado riesgo de lluvias intensas, viento y/o heladas, come las que se produjeron la pasada Semana Santa. Estas condiciones meteorológicas pueden causar daños masivos e incluso la pérdida de vidas humanas si no se está debidamente preparado. Hay que asegurarse de saber dónde pueden producirse estos fenómenos de clima adverso antes de que se produzcan y obtener una visión de qué zonas son más vulnerables que otras.

Los desastres naturales también entran en liza. No importa si se trata de un terremoto, un huracán o un volcán como el que asoló la isla de La Palma. La mejor manera de mitigar los daños es estar preparado, responder rápidamente y establecer prioridades de manera eficaz. No hay que dejarse sorprender por una catástrofe, hay que asegurarse de tener un plan basado en datos para el peor de los escenarios.

Desgraciadamente todos tenemos muy presente el pasado incendio del edificio de Valencia. Y aunque en este caso fue una causa muy concreta (los materiales que se habían empleado en su construcción), lo cierto es que un gemelo digital de la ciudad puede ayudar a identificar los lugares en los que podría producirse un incendio (como, por ejemplo. los árboles cercanos a las líneas eléctricas), pero puede resultar muy útil una vez declarado el incendio. Antes de que lleguen los servicios de emergencias, el conocimiento de la situación garantiza que los bomberos tengan ya una visión general del lugar. De este modo, pueden determinar, entre otra información esencial, la proximidad de la boca de incendios más cercana y llevar a cabo su respuesta con mayor rapidez, lo que puede salvar vidas.

Además, saber qué edificios están abandonados y en riesgo de derrumbe permite actuar antes de que sea demasiado tarde. Inspeccionar todos los edificios requiere tiempo y recursos que los ayuntamientos podrían invertir en otra cosa. Con un modelo 3D, se puede averiguar dónde se necesitan reparaciones antes de que sean necesarias medidas más extremas. Una intervención a tiempo puede ahorrar muchos problemas

Otro aspecto en donde los datos pueden ayudar tiene que ver con las aglomeraciones. Sin duda, las ciudades tienen que ser lugares animados donde la gente pueda reunirse para compartir intereses, conocimientos, entretenimiento y experiencias. Pero cuanto mayor es la multitud, mayor es el riesgo de que algo vaya mal. Ahí es donde los datos pueden suponer una gran ayuda, haciendo, por ejemplo, más rápida y fluida la coordinación de las evacuaciones.

Y en cuanto a la delincuencia, los departamentos de policía pueden utilizar un modelo 3D de la ciudad para tomar las medidas de un lugar objetivo en momentos de crisis. A continuación, contando con esa información pueden ubicar a los agentes de policía, preparar redadas y trazar posibles rutas de escape. Los agentes de policía pueden incluso utilizar los datos y modelos para el entrenamiento de simulación, preparándolos para situaciones que pueden no ocurrir con tanta frecuencia como otras.

Por último, llevamos décadas enfrentándonos al terrorismo. La planificación de las rutas de evacuación permite salvar vidas cuando cada segundo cuenta. El conocimiento de la situación permite valorar o estimar los recursos, las rutas de acceso y los puestos adecuados. E incluso antes de que ocurra nada, puede identificar objetivos potenciales y asegurarse de que están debidamente protegidos.

Mientras haya ciudades, habrá amenazas y peligros. Por eso, todo lo que podamos hacer para innovar ayudará a que las ciudades funcionen mejor y, en muchos casos, a salvar vidas, concluye Bidon-Chanal.

Una vez nos hemos enfrentado y gestionado estas circunstancias que comprometen la seguridad, llegaríamos al tercer paso que es el de aprender de las experiencias pasadas para respaldar mejores resultados de seguridad ¿Cómo contribuirán los modelos 3D y la tecnología de gemelos digitales a mejorar los resultados de las ciudades en el futuro? La evaluación posterior de una catástrofe garantiza que se estará mejor preparado cuando se produzca la próxima crisis o desastre. La formación realista mediante imágenes y datos permite a los equipos de primera intervención colaborar eficazmente, desplegarse con mayor rapidez y saber qué esperar antes de llegar al lugar de los hechos. En el futuro, podemos esperar nuevos avances tecnológicos que permitan una cartografía totalmente automatizada de modelos de edificios con niveles de detalle excepcionalmente elevados.

Por supuesto, nos esperan cosas aún más emocionantes en el futuro. Mientras haya ciudades, habrá amenazas y peligros. Por eso, todo lo que podamos hacer para innovar ayudará a que las ciudades funcionen mejor y, en muchos casos, a salvar vidas.