El agua en la ciudad inteligente -smart cities -una apuesta de futuro
Ante un escenario donde el entorno urbano debe tener en su día a día la eficiencia, el desarrollo sostenible y la gestión de los recursos, resulta inevitable plantearse una evolución en los modelos de gestión de las ciudades. Entendiendo el término Smart City como una visión holística de ciudad inteligente es necesario incluir la gestión del agua dentro de este amplio concepto.
Entendiendo el término Smart City como ciudad inteligente que aprovecha y desarrolla la tecnología en pro de la eficiencia, el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida y el bienestar de sus ciudadanos, no son pocos los argumentos para incluir la materia de gestión del agua dentro de este amplio concepto.
Toda ciudad interfiere en el ciclo del agua de muy diversas maneras. Los núcleos urbanos captan y hacen uso de diversas fuentes que van desde el agua de los ríos y acuíferos, a aguas marinas desaladas o aguas recicladas. Determinados procesos de tratamiento resultan imprescindibles para su aprovechamiento y transformación a agua de consumo, la cual es distribuida a través de redes de abastecimiento, que satisfacen las demandas de los distintos usos de las urbes, bien sean domésticos, industriales, destinados a riego u a otros fines. El agua sobrante, así como las aguas de lluvia, se dirigen a la red sanitaria para su tratamiento depurativo, con el objetivo de ser reaprovechada o retornada al medio en la mejor calidad posible.
Como receptores del agua de lluvia y ocupantes de aledaños de ríos, en ocasiones las ciudades también recogen volúmenes extraordinarios de agua con el consiguiente riesgo de inundaciones.
Artículo publicado en: FuturENVIRO Noviembre 2014