Las cuatro ciudades españolas más pobladas aspiran a ser neutrales climáticamente en 2030
Esta iniciativa, presentada el 8 de septiembre en el Senado, “busca situar a España en la vanguardia de la acción climática dando un papel protagonista a las urbes como principales agentes de cambio en el proceso de transformación hacia un modelo de desarrollo respetuoso con los límites ambientales”, informaron fuentes de Miteco en una nota de prensa.
Con este objetivo, las cuatro ciudades españolas más pobladas se comprometen a intensificar las medidas para avanzar en la neutralidad climática de aquí a 2030. En este sentido, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, señaló que “las ciudades deben ser líderes y tener un papel clave en la acción climática”. Asimismo, animó al resto de ciudades españolas a sumarse a esta iniciativa, “que permite construir un espacio de colaboración para lograr urbes más limpias, resilientes y habitables”.
En el acto participaron el presidente del Senado, Ander Gil, las ministras de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez; de Ciencia e Innovación, Diana Morant, y de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, así como los alcaldes de las primeras ciudades firmantes y de otros municipios.
“Avanzar a un ritmo eficaz”
Ribera destacó la importancia de avanzar a “un ritmo eficaz, justo y rápido” para “responder con urgencia a la emergencia climática”. “La transformación verde, digital y local nos permitirá responder rápidamente a los desafíos ambientales”, aseguró.
“Las ciudades deben ser líderes y tener un papel clave en la acción climática”, continuó la vicepresidenta tercera, quien animó al resto de ciudades españolas, “grandes, medianas y pequeñas, a sumarse a esta iniciativa que permite construir un espacio de colaboración para lograr espacios urbanos más limpios, resilientes y habitables”.
La vicepresidenta enumeró algunas de las actuaciones en las que centrar esa acción, como el impulso a los techos solares; recuperar las calles centrales de las ciudades en beneficio de los vecinos; el beneficio social y el ahorro en la economía familiar que supone la rehabilitación energética de viviendas, o fomenta la creación de comunidades energéticas locales en pueblos. Todas ellas “pueden ofrecer soluciones beneficiosas”. Ribera añadió que el Gobierno quiere “hacer confluir en nuestra visión del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia esa participación de las ciudades para construir un futuro diferente”.
El objetivo del Gobierno es que gracias al Plan de Recuperación haya al menos 30.000 viviendas rehabilitadas en pequeños municipios para que así sea más factible su repoblación; 250.000 paneles solares instalados en techos y 3.500 pueblos en los que operen comunidades energéticas. Para ello, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Miteco, habilitará 200 millones de euros para rehabilitación en pequeños municipios, 900 millones de euros para autoconsumo y 100 millones para comunidades energéticas.
En cuanto a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), el Ministerio de Trasportes, Movilidad y Agenda Urbana ya ha lanzado una convocatoria para ayuntamientos dotada con 1.000 millones de euros para fomentar movilidad sostenible, mientras que el IDAE ha destinado 2.000 millones de euros para distintas actuaciones para el fomento del vehículo eléctrico. En este sentido, el Miteco saca mañana a información pública la propuesta de directrices para la creación de Zonas de Bajas Emisiones, cuyo objetivo es servir de guía para aquellas entidades locales que deban diseñar e implantar una ZBE.
Asimismo, hay una partida de más de 400 millones de euros para mejoras energéticas en pequeños municipios (rehabilitación de colegios, ambulatorios y ayuntamientos; instalación de techos solares y mejora de la movilidad, entre otras posibilidades) y 200 millones de euros para que 200.000 viviendas puedan sustituir sus calderas por energías renovables. Y para combatir el reto demográfico a través de la innovación se destinarán hasta 400 millones de euros a proyectos singulares de transición energética en estos territorios.
Acelerar la transición energética y ecológica
Tras la firma, Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia se han convertido en las primeras ciudades comprometidas con la neutralidad climática. En la jornada, como se ha apuntado, participaron los alcaldes de estas cuatro ciudades: la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y el de Valencia, Joan Ribó.
Para la consecución de sus objetivos climáticos, estas cuatro ciudades se comprometen a promover formas innovadoras de colaboración entre ciudades, actores y sectores clave, a través de iniciativas con capacidad para transformar las ciudades y acelerar la transición energética y ecológica. CitiES 2030 busca acelerar el cambio de las urbes que forman parte de la iniciativa mediante procesos de co-creación entre los actores involucrados, la gestión de carteras de proyectos transformadores y la generación de economías de escala entre ciudades de España, detallaron fuentes del Miteco.
CitiES 2030 se enmarca en el proyecto de investigación ‘Horizonte Europa’ promovido por la Comisión Europea y que impulsa cinco misiones. Entre ellas se encuentra ‘100 ciudades climáticamente neutrales en Europa antes de 2030, por y para la ciudadanía’. Una iniciativa que pretende apoyar la transformación de esas ciudades y constituirse tanto en un elemento catalizador del Pacto Verde Europeo como en prueba de que es posible la neutralidad climática en Europa antes del 2050.
Compromisos de la declaración
Con el fin de garantizar que las ciudades españolas alcancen los objetivos más ambiciosos del Acuerdo de París y avancen hacia la neutralidad climática, las ciudades firmantes de esta declaración se comprometen a:
1.- Adherirse a un proceso de transformación urbana en el marco de la iniciativa citiES 2030, con el compromiso de colaborar y acelerar la implementación de soluciones que promuevan la equidad y produzcan beneficios sociales, económicos y ambientales en nuestras ciudades.
2.- Aprobar metas y objetivos, y diseñar una hoja de ruta para lograr la descarbonización y la transición ecológica de nuestras ciudades, con una visión de justicia climática.
3.- Acelerar la implementación de la Misión Europea de Ciudades y comunicar el valor social de los procesos de transformación urbana en alianza con la ciudadanía.
4.- Coordinar a todas las partes interesadas dentro de la ciudad y con la Administración General del Estado hacia objetivos climáticos comunes, consistentes en: alcanzar la neutralidad climática para 2030 en, al menos, algún distrito o zona de especial interés, conforme a la definición de la Misión Europea de Ciudades, y reducir las emisiones en 2030 de la ciudad en apoyo del compromiso de España con la Comisión Europea.
5.- Desarrollar e implementar proyectos con capacidad transformadora en las ciudades con el compromiso de incorporar a todos los agentes (sector privado, academia y sociedad civil junto con los distintos gobiernos).
El papel de las ciudades
Pese a cubrir sólo el 3% de la superficie terrestre, las ciudades representan el 72% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Muchas urbes son también más vulnerables a los impactos del cambio climático debido a su elevada densidad de población y su ubicación, por lo que reforzar la resiliencia urbana es crucial para evitar pérdidas humanas, sociales y económicas, atribuidas en algunos casos a las desigualdades en las condiciones sociales y de vida, apuntan fuentes del Miteco.
Las ciudades son “un laboratorio donde poner en práctica las estrategias de biodiversidad y protección de la naturaleza y de la salud humana, con medidas de descarbonización del sistema energético, el transporte, los edificios e incluso la industria y la agricultura. Son motores de innovación en los que existe un potencial de integración intersectorial y de infraestructuras complejas como las redes inteligentes”. Además, las grandes concentraciones urbanas tienen acceso a más capital y conocimientos y pueden crear las economías de escala necesarias para la puesta a prueba y la ampliación de nuevas ideas y proyectos.