La IA perfila la ciudad sostenible del futuro
Majid Al Shehry, director de Estudios de la Autoridad Saudí en Datos e Inteligencia Artificial (SDAIA)
12/09/2024En plena batalla global contra el cambio climático, el paso a las energías renovables es más urgente que nunca. Las ciudades, responsables del 70% de las emisiones mundiales de CO2, son actores clave para avanzar hacia un futuro sostenible. Un reto que implica necesariamente reducir las emisiones y replantearnos cómo funcionan los grandes núcleos urbanos y cómo vivimos en ellos.
Muchas ciudades con visión de futuro están empezando a aprovechar tecnologías innovadoras ligadas a la IA, sobre todo en el transporte. Por ejemplo, el año pasado Alemania puso en marcha en Hamburgo un modelo de transporte público impulsado por IA consistente en el despliegue, hasta 2030, de diez mil lanzaderas autónomas controladas por profesionales.
Además de desplegar vehículos totalmente eléctricos y autónomos impulsados por algoritmos avanzados de aprendizaje automático y sistemas LIDAR, muchas ciudades también están implementando sistemas de transporte inteligentes que utilizan análisis predictivos realizados con IA para supervisar el tráfico en tiempo real y tecnologías avanzadas de control adaptativo de semáforos.
Otro caso: Singapur utiliza la IA para mejorar la experiencia de los pasajeros en autobuses y trenes. Mediante el análisis de datos en tiempo real, la ciudad es capaz de gestionar el flujo de pasajeros, predecir el tráfico peatonal y minimizar los tiempos de espera. Si los viajeros tienen la seguridad de que sus desplazamientos serán fluidos, se sentirán más inclinados a utilizar el transporte público, lo que reducirá el número de coches en circulación y las emisiones.
También hay importantes ejemplos de cómo las ciudades adoptan la IA para mejorar la gestión de los recursos, haciendo que los entornos urbanos sean más eficientes y ecológicos. Un caso de primera línea en proyectos de ‘ciudad inteligente’ es Barcelona con la plataforma de Internet de las Cosas y de código abierto, denominada Sentilo, que integra una red de sensores y dispositivos de actuación para recopilar y analizar datos en tiempo real sobre niveles de ruido, calidad del aire y consumo de energía. Los análisis de estos datos, basados en IA, logran que la optimización de la gestión de los recursos urbanos dé un salto de gigante.
La IA también puede tener un impacto emocional positivo directo en los ciudadanos. En Tokio, por ejemplo, se utilizan robots sociales en el cuidado de ancianos para proporcionarles compañía, apoyo emocional y alertar a los cuidadores si detectan algún problema.
Ciudades en sintonía con sus habitantes
Pero los cambios introducidos por la IA no son solo funcionales. Están dando forma a una nueva experiencia urbana, haciendo que las ciudades sean más receptivas, personalizadas y estén más en sintonía con las necesidades de sus habitantes.
En este contexto, Arabia Saudí ha puesto en marcha NEOM, una zona urbana centrada en la protección, la conservación y la regeneración que reinventa el urbanismo dando prioridad a las personas y respetando la naturaleza. La construcción está ya muy avanzada, y uno de sus elementos clave es ‘La Línea’, un proyecto que redefine el concepto de desarrollo urbano y el aspecto que tendrán las ciudades del futuro. Se extiende a lo largo de 170 kilómetros, desde las épicas montañas de NEOM hasta el hermoso Mar Rojo, atravesando inspiradores valles desérticos. Con una capacidad para nueve millones de personas, no habrá carreteras, coches ni emisiones, y funcionará con energías 100% renovables. Además, el 95% del terreno se preservará para la naturaleza.
“Sólo mediante el intercambio de conocimientos a escala global podemos garantizar que la IA se aproveche para crear urbes sostenibles, equitativas y saludables para todos”, apunta Majid Al Shehry.
IA con un enfoque inclusivo
Otro aspecto a tener en cuenta es que la planificación urbana basada en la IA e impulsada por herramientas avanzadas como los sistemas de información geográfica (SIG), los modelos predictivos y los gemelos digitales, ofrece un potencial increíble para el futuro, pero, a medida que las ciudades se vuelven más dependientes de la IA para tomar decisiones de planificación críticas, existe el riesgo de que estos sistemas prioricen la eficiencia y la sofisticación tecnológica sobre los elementos humanos que hacen que las ciudades sean habitables. La IA en la planificación urbana debe desplegarse así con un enfoque inclusivo, garantizando que los beneficios de las innovaciones de las ciudades inteligentes se distribuyan equitativamente y que todos los residentes, independientemente de su situación socioeconómica, puedan prosperar en estos nuevos entornos urbanos.
La inteligencia artificial está impulsando cambios positivos en todo el mundo. Sin embargo, para aprovechar plenamente su potencial es esencial la colaboración mundial. Sólo mediante el intercambio de conocimientos a escala global podemos garantizar que la IA se aproveche para crear urbes sostenibles, equitativas y saludables para todos.