La digitalización de las ciudades portuarias permitirá controlar la polución que sufren
Fuentes de libelium señalan que es necesario contar con la perspectiva adecuada para comprender las causas que provocan los elevados niveles de partículas tóxicas en las ciudades con puerto. Numerosos estudios demuestran la relación que existe entre concentraciones masivas de PM10 (pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, y cuyo diámetro aerodinámico es menor que 10 m) y un aumento μ de la mortalidad y las hospitalizaciones por enfermedades cardiorrespiratorias de la población.
El clima también juega un papel crucial. Los períodos prolongados de alta humedad y presión atmosférica provocan un estancamiento del aire que, combinado con una creciente acumulación de componentes dañinos, aumenta el daño causado a los residentes.
Si a las condiciones climáticas desfavorables unimos la contaminación de los grandes buques de carga, cruceros o ferrys, más el tráfico rodado de turistas en busca de un aparcamiento cerca de la playa, la concentración de partículas peligrosas se vuelve intolerable.
Ciudades portuarias inteligentes
En 2018 la contaminación del aire causó 8,7 millones de muertes en todo el mundo. En la actualidad, más aún en la época pandémica que sufrimos, las soluciones basadas en la tecnología del Internet de las cosas (IoT) se han convertido “en una herramienta imprescindible para mejorar la calidad del aire en las ciudades, especialmente las portuarias”.
De hecho, algunas ciudades están tomando decisiones más informadas relacionadas con la emergencia climática gracias a la enorme cantidad de datos en tiempo real que pueden obtener. Por ejemplo, el puerto y los alrededores de la ciudad de Gdansk, en Polonia, utiliza sensores IoT de la empresa zaragozana Libelium para analizar con herramientas de big data el impacto dinámico del transporte marítimo en el ruido y la contaminación del aire. Asimismo, en Palma de Mallorca, en las Islas Baleares, se viene utilizando desde hace tiempo una plataforma de sensores IoT para monitorizar y controlar el impacto de los ferrys y cruceros en la calidad del aire local.
Decisiones mejor informadas gracias al 5G
Con la llegada de la conectividad ultrarrápida gracias al 5G, los gobiernos municipales pueden combinar datos meteorológicos con sensores que miden la calidad del aire para tomar decisiones de políticas públicas dinámicas y en tiempo real.
Un ejemplo del potencial que tiene el 5G para revolucionar la forma en que las ciudades inteligentes protegen la salud de sus ciudadanos es la ciudad italiana de Génova. Allí se ha instalado una solución que mide el clima y la calidad del aire en el popular centro turístico de Porto Antico. Mediante dos dispositivos se controlan varios parámetros como la temperatura, la humedad y la presión atmosférica, además de detectar en tiempo real los principales indicadores de calidad del aire.
Los dispositivos envían los datos recogidos en tiempo real a Internet usando tecnología 5G. ¿Por qué es tan importante esta velocidad? Comprender con precisión cuándo es probable que ocurran estas condiciones climáticas permite a las autoridades municipales tomar medidas para reducir las fuentes de contaminación, disminuyendo así la concentración de partículas nocivas durante los momentos de mayor humedad y presión atmosférica.
Las prohibiciones temporales de acceso de coches al centro de la ciudad, la limitación del número de barcos que atracan o la interrupción de las obras de construcción podrían considerarse durante un período de tiempo particularmente adverso, lo que permitiría a las autoridades locales reaccionar en tiempo real para tomar medidas que podrían salvar vidas.
Desde libelium se destaca que los datos recopilados también permiten que los ciudadanos y los gobiernos municipales estén mejor informados a la hora de tomar decisiones ambientales permanentes.
En muchas ciudades costeras, los residentes locales a menudo se quejan de los efectos del turismo en el medio ambiente a gran escala y, en particular, del impacto de los grandes cruceros en la calidad del aire. Con la implementación de sensores y análisis de datos, las autoridades municipales pueden probar el impacto objetivo en destinos turísticos y tomar decisiones mejor informadas sobre cómo mitigar los efectos (mediante tasas turísticas o limitaciones de aforo).
Esta toma de decisiones basada en datos permitirá que determinadas decisiones puedan ser respaldado por análisis de parámetros para permitir resultados mejor informados y más justos. La digitalización, apuntan desde la compañía zaragozana, “juega un papel clave en la lucha contra la contaminación atmosférica en las zonas que más la padecen. Por eso las ciudades portuarias necesitan digitalizarse”.