Madrid 360, un arma con vistas a todos para mejorar la calidad del aire en la capital

La imagen de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 es un lazo que une y vertebra cada una de las propuestas para mejorar la atmósfera de la capital en sus 21 distritos. Desde su anuncio en septiembre de 2019, han ido implantándose medidas que ahora, tras la aprobación de la Ordenanza de Calidad del Aire y Sostenibilidad y la posterior luz verde de la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible, recibirán el impulso definitivo para cumplir con las exigencias con Europa en materia de calidad del aire.

A partir de la transversalidad, Madrid 360 compone un puzle de medidas para reducir las emisiones contaminantes de la ciudad, muchas de ellas, innovadoras y pilares de la Estrategia, ya están en marcha: las tres líneas cero de la EMT que recorren la almendra central, dos de ellas gratuitas por primera vez en la ciudad; la ampliación histórica de BiciMAD; la peatonalización de Sol y del resto de que están en marcha en los distritos; la construcción de tres aparcamientos intermodales de los 14 contemplados; la app Madrid Mobility 360 para lograr desplazamientos eficientes, integrando el concepto de ciudad inteligente o los 45 kilómetros de carriles bus como apuesta clara por el transporte público son algunas de las iniciativas que ya están en la calle fruto de este plan madrileño. Según la Universidad Politécnica de Madrid, algunas medidas supondrán una rebaja de 1.563 toneladas de óxidos de nitrógeno emitidos a la atmósfera anualmente.

Madrid 360 pone la energía eléctrica en el centro del corazón.

El nuevo horizonte para impulsar la electromovilidad es marzo de 2021, cuando la nueva Ordenanza de Calidad del Aire entrará en vigor. Entre sus novedades está la exigencia a todos los aparcamientos de edificios no residenciales con más de 20 plazas de contar antes del 1 de enero de 2024 con, al menos, un punto de recarga eléctrica por cada 40 plazas de estacionamiento, o la exigencia a todos los edificios de nueva construcción de contar con infraestructura de recarga eléctrica.

En esta línea, esta semana se ha aprobado el nuevo Plan de Ayudas Cambia 360, un paquete a tres años de 110 millones de euros para impulsar la movilidad sostenible y la renovación de sistemas de climatización por otros más eficientes. El objetivo de las líneas de subvenciones que contempla es lograr reducir los gases de efecto invernadero un 60% respecto a la huella de carbono que se registró en 1990. Con este fin, se reserva una partida presupuestaria de 67,5 millones de euros para emprender el rumbo hacia una transición real de la movilidad eléctrica, fomentando la renovación de todo tipo de flotas hacia vehículos ECO o CERO, e impulsar el “mapa” de recarga eléctrica de la capital hasta dotar a la ciudad de 1.900 puntos de nuevos, tanto en edificios residenciales como empresariales.

La Empresa Municipal de Transportes va a multiplicar por diez el número de vehículos eléctricos. En ocho años tendrá 668 frente a los 68 actuales. Además, la red de recarga de acceso público por la ciudad avanza latido a latido y los vehículos de carsharing cuentan con aparcamiento propio en Ifema. También se ha autorizado el despliegue de hasta 4.800 bicicletas eléctricas de uso compartido gestionadas por operadores privados. Respecto a las motos, sobre todo las eléctricas, son uno de los medios de transporte más sostenibles con mayor presencia en las ciudades. Por ello, también se duplicarán las plazas de estacionamiento para estos vehículos en superficie hasta llegar a las 21.000 plazas.

Reducir los tiempos al volante y consecuentemente sus emisiones es lo que pretenden dos proyectos que ponen la eficiencia en el cerebro de Madrid 360: La reforma del Nudo Norte y el Paseo Verde del Suroeste. Más de 270.000 vehículos al día circulan por el eje viario de la M-30 y la M-607. Las obras de este nudo viario en el norte de la ciudad reducirán los niveles de congestión por debajo del 70 % y disminuirán las emisiones una media de 14 toneladas al día.

Pero Madrid 360 está entendida como reequilibrio de ciudad. Pronto comenzarán los trabajos de soterramiento de ocho carriles de la A-5 a su paso por paseo de Extremadura, convirtiendo esta vía del suroeste en una gran área urbana con calles, amplias zonas verdes, espacios públicos y servicios ciudadanos.

Y si el pasillo verde se configura como los alveolos de Madrid 360, los pulmones están en el Bosque Metropolitano, 600 hectáreas de corona forestal, con la plantación de 100.000 árboles nuevos, así como ecoductos (puentes verdes) por encima de la R-3 o la A-3. Esta masa arbórea absorberá 170.000 toneladas de CO₂ cuando alcance la madurez.

La necesidad de reducir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y cumplir con acuerdo del París o con los Objetivos de Desarrollo Sostenible conlleva restringir la circulación a los vehículos más contaminantes en la almendra central o prohibir su aparcamiento en zona SER, medidas clave para reducir en gran medida los NOx. Las restricciones en el SER a los vehículos sin distintivo ambiental desde enero de 2020 ha supuesto la rebaja de su presencia en un 29,4% en el interior de M30, mientras que en el exterior ha sido del 20%, según datos registrados hasta el mes de octubre incluido.

A partir de 2021 se suma una nueva zona de bajas emisiones, Plaza Elíptica, que supondrá la reducción del tráfico del 18%. Un año después, en enero de 2022, se restringirá desde enero de 2022 el acceso a los vehículos más contaminantes al interior de la M-30.

Sol, zona de bajas emisiones; peatonalizaciones por los distritos, y el impulso de la bici sostienen Madrid 360 abogando por una movilidad limpia y saludable.

Si la red de BiciMAD cerraba 2020 con 90 estaciones más, 2021 supondrá que los nuevos carriles bici de Castellana, Joaquín Costa y Plaza España se sumen a los 703,51 kilómetros actuales de infraestructura ciclista. Trasformar la ciudad, la movilidad y la administración son los ejes de una estrategia sostenible, eficiente, eficiente, inteligente, accesible, saludable y global. Una estrategia que mira al futuro. Sentar las bases para poder cumplir con el acuerdo de París: reducir las emisiones en un 55% para 2030 y alcanzar un balance cero emisiones para 2050.