“Que Telefónica haya confiado en Unmanned Life ha supuesto un sello de credibilidad para nosotros”

Los drones han revolucionado el sector de la seguridad. Se trata de una tecnología que ofrece multitud de aplicaciones de uso y que ayudará a las empresas a optimizar costes en seguridad. El 5G y la Inteligencia Artificial ha supuesto un gran avance para los drones y los han convertido en herramientas 100% seguros. La evolución de los vehículos aéreos no tripulados es mucho más rápida que la legislación que le atañe y esto supone, en muchos casos, un freno para la tecnología.

Somos una empresa británica, con la sede tecnológica en Barcelona. Una empresa de software, que lleva a cabo la orquestación de la robótica autónoma. A resumidas cuentas, permitimos a drones o robots, que van por tierra, poder orquestarlos por flotas. Nuestro software es como el cerebro de la robótica autónoma. Todos los elementos robóticos que funcionan por separado en un entorno determinado, nuestro software los hace funcionar de forma conjunta y coordinada para un caso de uso en concreto. Por ejemplo, hemos llevado a cabo un proyecto conjuntamente con Telefónica Tech que cuenta con drones, sensores, cámaras y un centro de control que podrían funcionar por separado, lo que ha hecho nuestro software es unificarlos, para en este caso, darle un uso aplicado a la seguridad.

El software de Unmanned Life tiene una capacidad tecnológica que permite su aplicación a otros casos de uso como sería, por ejemplo, la reforestación y la protección de incendios. De hecho, ya lo hemos aplicado en un proyecto canadiense. En él, una flota de drones controlada con nuestro software ha realizado un mapeo en el cual se puede ver la cantidad de árboles que hay, como están creciendo… además gracias a la IA realiza cálculos para el control forestal 50 veces más rápido.

El proyecto que hemos desarrollado junto a Telefónica Tech ha sido muy importante para nosotros. Que Telefónica haya confiado en Unmanned Life nos da un sello de credibilidad y una imagen hacia el exterior de que “algo bien estarán haciendo, para que Telefónica haya confiado en Unmanned Life”. Por otro lado, ha supuesto una vía de entrada a una amplia base de mercado, a tecnología puntera y stress tests, que nosotros no tendríamos acceso de no ser por la colaboración con Telefónica. Por otro lado, debido a la sensibilidad de las comunicaciones que se están tratando, para que Telefónica autorice a desplegar una tecnología como la nuestra, se tiene que validar y cumplir con una serie de protocolos y burocracia.

Tecnologías como los drones o la Inteligencia Artificial avanzan mucho más rápido que la normativa que les corresponde. En la actualidad podríamos hacer cosas a nivel tecnológico que el reglamento no nos permite y, por tanto, frena el avance de la tecnología.

La normativa relacionada con la protección de datos, hoy en día, limita mucho la tecnología porque, por ejemplo, cuando se realizan grabaciones hay que preservar el anonimato de las personas. En el campo de la seguridad, por este motivo, se trabaja con plataformas de procesamiento de imágenes que certifican que se cumple con la ley de protección de datos. Los usuarios que se compran un dron deben tener en cuenta que, aunque sea a nivel particular, también han de cumplir con la ley de la protección de datos. Ahí entra en juego la concienciación de la población en el tema.

En cuanto a la reglamentación en general está afectando a los drones, puedo decir que desde 2019 la Unión Europea ha empezado a adoptar un marco reglamentario, con varias etapas. Este año 2023 se acaba el periodo de transición y ha entrado en vigor el nuevo marco reglamentario europeo. España está muy avanzada en temas de normativa gracias a la Agencia Española de Seguridad Aérea, la cual concede muchos permisos para drones, sin embargo, al ser una tecnología tan nueva, aún están aprendiendo como gestionarla a nivel reglamentario. Actualmente, por ejemplo, estamos haciendo un proyecto con Seat y Telefónica que implica 5G, drones y robots, y debido a la falta de personal, a la Agencia Española de Seguridad Aérea le es complicado gestionar los permisos. La tecnología está ya a punto, pero debido a los permisos, se ha retrasado el proyecto 6 meses. Esto no es el lejano oeste donde uno puede hacer lo que quiere. Para poder desplegar un dron comercial, se necesitan permisos de vuelo que pueden demoran un mínimo de tres meses en ser aprobados.

Si uno echa la vista atrás, hasta ahora la gran innovación tecnológica que había en el sector de la seguridad eran las cámaras de videovigilancia. De esto estamos hablando de hace ya unos 20 años. Actualmente ha habido un avance ligado a la IA en este campo.

Además, a la IA se le suma la robótica, como por ejemplo los perros robots, y los drones. Estas nuevas tecnologías se están incorporando poco a poco al sector, van a tener un impacto en él, y están despertando el interés de las empresas. Esta atracción por parte de las organizaciones viene dada porque permite bajar los costes de la seguridad, ya que, se puede aplicar a muchos casos de uso que antes no se podía. Por ejemplo, ofrecer seguridad 24/7 con un menor coste o acceder a zonas de riesgo de forma rápida pese a cualquier limitación de acceso o peligro que haya.

Donde vemos que hay una demanda del mercado es para la aplicación de los drones como una herramienta complementaria de los agentes de seguridad que están en el centro de control, ya que, da una vista aérea del lugar antes de hacer la ronda rutinaria.

Otra capacidad de los drones es la verificación de un aviso de alarma, que esos drones hagan inspecciones rutinarias, control de tráfico, minería, emergency response… o como es el caso de los brinc drons, que se pueden emplear en el caso de situaciones de peligro como son los incendios o catástrofes naturales. Los cuerpos de emergencia y seguridad tienen una situation awareness en el momento, de forma rápida, y poder intervenir en la primera hora o lo que se llama “la hora dorada”, esencial para salvar vidas.

Para empezar, la tecnología 5G es indispensable, ya que, para operar, el dron necesariamente tiene que estar conectado a una red de internet. Cuando no está conectado a internet hay que buscar alternativas.

La tecnología 5G es fundamental para tres cosas:

En primer lugar, para todo lo relacionado con la seguridad del despliegue, porque el 5G permite tener el control del dron. Al fin y al cabo, es un elemento que hay que tener muy bien controlado porque están desplegados en un entorno real, y que si se pierde el control de ellos pueden provocar accidentes.

En segundo lugar, el 5G permite tener un control de la privacidad de la información. La forma en que está diseñado el 5G hace que las comunicaciones sean mucho más seguras.

En tercer lugar, como los drones tienen cámaras, el 5G tiene el ancho de banda necesario para transmitir los datos y el vídeo de buena calidad.

Lo que hemos comprobado como empresa, desde el inicio del conflicto en Ucrania, es que hay un interés por parte del sector defensa en la tecnología de los drones. A su vez, hemos visto muchas más oportunidades de aplicación en el sector. Desde de un punto de vista estratégico, como empresa, sí que hemos podido verificar que aplicaciones del ámbito civil se podrían trasladar al ámbito militar. Hablamos más de la parte defensiva que de ataque, es decir, la parte de inteligencia. Por otro lado, la robótica se puede trasladar al ámbito militar para la logística, por ejemplo. Hay un amplio abanico de uso para los drones más allá del uso de ataque que todo el mundo se cree.

Hay empresas que están especializadas en sistemas de inhibición de drones, por ondas, o drones que persiguen otros drones, e incluso, empresas que tienen capacidad para disparar a otros drones. Existen sistemas remote ID que permiten saber qué drones han entrado en una zona de seguridad determinada, pero para ello, los drones tienen que estar conectados e identificados en el sistema. Así pues, hoy en día, nosotros no tenemos la capacidad de tomar el control de otros drones totalmente ajenos. Se trata de un tema muy importante, porque un mal uso de un dron puede llevar a consecuencias graves como, por ejemplo, el bloqueo de un aeropuerto.