Cataluña tendrá la primera planta de escalado preindustrial de proteína alternativa de acceso abierto de España
Nina Jareño
19/03/2024La firma especializada en la industria agroalimentaria Ingal Ingeniería & Consulting está elaborando el anteproyecto de la primera planta preindustrial española dedicada a la generación de alimentos de proteína alternativa, que será de acceso abierto a todos los productores industriales. Ingal se ha adjudicado el anteproyecto promovido por la Generalitat para crear esta planta, que se construirá en Alcarràs (Lleida).
Durante la presentación del proyecto, realizada en el marco de la feria Alimentaria, Miquel Puig, Secretario de Asuntos Económicos y Fondos Europeos del Departament d’Economia i Hisenda de la Generalitat de Catalunya, aseguró que “Cataluña es un país industrial con un sector alimentario esencial para el crecimiento, por lo que apostar por la proteína alternativa es una estrategia de futuro”.
Para Puig, escuchar a la industria ha sido clave para entender qué necesitan las empresas que trabajan en este sector para hacerlo crecer: “Nos dijeron que necesitaban investigación, y eso lo tenemos con centros como el IRTA, empresas dispuestas a arriesgar, y nuestras compañías cárnicas llevan ya años trabajando en el desarrollo de productos alternativos, y, por último, nos hablaron de la necesidad de escalabilidad industrial, y por eso iniciamos este proyecto”.
Con una inversión prevista de 12 millones de euros, el objetivo de la Generalitat es que el centro se gestione públicamente en un 49% y de forma privada en un 51%, “motivo por el que necesitamos que nuestras empresas se sumen”, afirmó Puig.
Oriol Alcoba Malaspina, Director General de Industria del Departament d’Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya, recordó que este proyecto se enmarca dentro del Pacto Nacional para la Industria, “una hoja de ruta que seguimos desde hace dos años”. Alcoba considera que la proteína alternativa cuenta con “una cadena de valor incipiente” pero está convencido de que es “un sector de futuro”. Así, dijo: “Cataluña lo tiene todo para ser un agente protagonista del desarrollo de esta industria”.
El proyecto “solo funcionará si las empresas lo usan”, declaró, insistiendo en que la coexistencia entre las compañías privadas, los inversores internacionales y el centro IRTA serán la clave del éxito.
Jaume Sió Torres, jefe del Gabinete Técnico del Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya añadió que el objetivo es “transformar el conocimiento en tejido productivo” ya que considera que “existe suficiente investigación para convertir el escalado industrial en una realidad y, así, transformar recursos propios en riqueza que alimente el territorio, pero también con capacidad exportadora”.
En este sentido, el presidente de la Diputació de Lleida, Jaume Talarn, destacó el grupo de trabajo interinstitucional G10, que impulsa la transformación del modelo económico de las Terres de Lleida, Pirineo y Aran, lugar en el que se ubicará la planta. Es en esta línea que la bioeconomía juega un papel vital ya que la planta se situará en un espacio donde se desarrollará el primer biopolígono industrial, promovido por la Generalitat en el marco de la iniciativa Biohub Cat y de la Ris3cat 2030, que cuenta con el apoyo de la UE: “La creación de biopolígonos industriales y bioindustrias son la clave del reequilibrio del territorio”, afirmó Talarn.
Para que esta bioeconomía será factible, debe ser “socialmente deseable, económicamente viable y medioambientalmente posible”, y con el anteproyecto de la planta “lo hemos logrado”, garantizó.
Aunque en Europa existen ya instalaciones similares en Alemania, Francia e Italia, la construcción de la planta convertirá Alcarràs en el primer polo de desarrollo del Estado de la industria basada en proteínas alternativas a la carne.
Una planta para la producción, no para la investigación
Esta iniciativa permitirá que los productores interesados en desarrollar líneas de alimentos alternativos a la carne puedan tener acceso a maquinaria, tecnología y equipo para experimentar en este ámbito, lo que redundará en el desarrollo de este tipo de alimentación.
La instalación, de 5.500 m2 en una primera fase de construcción y 6.800 m2 en fases posteriores, ofrecerá servicio a las empresas que hayan superado la fase piloto de desarrollo de un nuevo producto y que podrán validar en ella los procesos para saltar a una escala significativa de producción.
En concreto, el complejo contará con una línea de producción de proteína vegetal aislada, una línea de extrusión por vía húmeda (proceso industrial que sirve para moldear producto), una línea de elaboración de producto final, una instalación dedicada a la fermentación de precisión, la planta piloto y un laboratorio de análisis.
Todo el proceso seguirá un funcionamiento ‘a maquila’, es decir, una producción por cuenta ajena que tiene como objetivo la reducción de los costos y ciertas ventajas competitivas. “Sabemos que esto genera muchas dudas jurídicas a nivel de propiedad intelectual, por eso desde el despacho de abogados de Roca Junyent estamos trabajando en aspectos como la confidencialidad o la cadena de cesión de derechos de explotación, algo muy común en otras industrias”, explicó el abogado Javier Vazquez.
“En INGALIngeniería & Consulting somos conscientes de nuestra posición como ingeniería agroalimentaria decana en España y nos comprometemos una vez más con las iniciativas más innovadoras en el ámbito de la tecnología alimentaria, concibiendo el proyecto que permitirá gestionar los procesos de producción y asegurando la seguridad alimentaria así como la sostenibilidad del modelo”, señaló el CEO de la firma, Eduard Roca.