La OCU detecta exceso de sal y de grasas saturadas en las lasañas refrigeradas
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha detectado exceso de sal y de grasas saturadas en las lasañas refrigeradas, tras analizar las comercializadas en diez cadenas de supermercados y, por ello, ha pedido a los fabricantes que reformulen su composición.
La OCU ha concluido que entre las lasañas de cada firma de supermercados hay diferencias de precios y de calidad, pero todas tienen en común esos excesos, que las industrias deberían limitar, con el fin de que sea un producto más “sano y equilibrado”.
Los resultados del análisis, difundidos en un comunicado, revelan “importantes diferencias” entre las lasañas analizadas, frente a productos de buena calidad, elaborados con ingredientes como los que se usan en casa, bien cocinados y ricos, hay otros “muy mediocres, con ingredientes industriales y muchos aditivos”.
No obstante, todos tienen en común el exceso de dos potenciadores naturales del sabor, la sal y el azúcar: 3,3 y 10,6 gramos de media por ración, respectivamente; además de una elevada presencia de grasas saturadas, pese a que solo una lasaña emplea mantequilla para la elaboración de la bechamel, según la OCU.
Aun priorizando las mejores lasañas del análisis, OCU ha apuntado que no son platos demasiado equilibrados, por lo que deberían consumirse solo de vez en cuando, combinándolas con algo de fruta y verdura y ha recordado, que, una vez calentados, los restos no deberían guardarse más de dos días.