Rugulopteryx Okamurae, el alga invasora que puede convertirse en salsa picante
La Rugulopteryx Okamurae, una alga invasora que se ha extendido por el litoral andaluz y que amenaza con expandirse por todo el Mediterráneo, ha encontrado un nuevo uso como condimento picante que puede ayudar a concienciar del problema medioambiental que supone.
Esta nueva solución gastronómica para una alga que está invadiendo playas y fondos marinos ha sido presentada hoy en la segunda jornada del Encuentro de los Mares, que se ha celebrado en la provincia de Cádiz.
David Chamorro, el que fuera responsable de I+D en el restaurante Aponiente con Ángel León, ha expuesto en el encuentro esta nueva solución gastronómica que se le ha dado a esta especie invasora que ya está siendo usada en otros sectores, como para hacer combustible.
El Encuentro de los Mares lanzó hace meses la idea de darle un nuevo valor gastronómico a esta alga, una idea que Chamorro ha trabajado desde su Food Idea Lab, teniendo en cuenta especialmente su capacidad picante, algo raro de encontrar en el mar: “Parece que es una alga que no quiere ser comida”, ha señalado.
Con este alga ha elaborado una sriracha y un tabasco y hasta una angostura (Algae Hot Bitter), un destilado alcohólico (Agua de lastre), una soda y un rebujito. “Son productos que pueden servir a la industria gastronómica, pero sobre todo son productos que colaborarán seguro para evidenciar un problema grave. Es nuestro granito de arena en su lucha”, ha subrayado.
Fernando G. Brun y José Lucas Pérez Lloréns, catedráticos ambos en la Universidad de Cádiz, han ahondado en el encuentro sobre esta especie que es “el alga con la invasión más rápida y negativa que hayamos visto”. Conocida como “roña“entre los pescadores, ya ha ocupado el litoral marítimo andaluz, y”dentro de poco ocupará gran parte del Mediterráneo”. Se trata de “un peligro que pone en jaque la sostenibilidad ambiental, económica y social”, han sentenciado.
La Rugulopteryx Okamurae es una alga procedente de Asia que llegó a Europa en 2002 con las aguas de lastre de los barcos. Al Estrecho de Gibraltar llegó en 2016, haciéndose invasora. “No se sabe por qué tienen esa capacidad invasiva y destruyen todo lo que encuentran a su paso”, ha explicado Brun. Su capacidad citotóxica hace que pueda matar a otras especies en menos de 24 horas.
Lloréns y Brun han alertado de que “concienciar" es la única herramienta para luchar contra ella. "Que se hable de ella, que la gente la conozca para evitar que llegue a otras zonas. Si no alertamos, puede convertirse en hegemónica en el Mediterráneo. Se debe formar a los técnicos encargados de vigilarla y a las personas que viven cerca del mar para que sepan reconocerla”, han aconsejado.
Y esta concienciación puede también hacerse a través de una salsa picante, como la que se ha presentado en este encuentro.