La seguridad alimentaria gana peso en la estrategia de las empresas
La seguridad alimentaria es un factor que ha ganado peso y seguirá haciéndolo en los próximos años dentro de la cultura y estrategia de las empresas, a lo que se suma su aporte positivo a la rentabilidad. Así lo ha defendido este miércoles el consultor y auditor José Sabal durante una jornada organizada por el centro tecnológico valenciano Ainia, centrada en la llamada cultura de la seguridad alimentaria.
Con experiencia como auditor de la industria en Estados Unidos, Sabal ha destacado la relación que existe entre garantizar la inocuidad de los alimentos y la optimización de procesos. "Es una inversión muy rentable para las empresas”, ha recalcado el experto, tras incidir en que esa mejora de los sistemas de producción contribuye a que el producto sea consistente. "El objetivo es que al final el alimento sea exactamente igual al que produjimos ayer o hace un año. Esa consistencia tiene relación con el coste de las operaciones, porque nos permite no tener desviaciones en el proceso y reducir las fallas".
Sabal ha reconocido que “siempre va a haber variaciones en los costes", pero los esfuerzos en seguridad alimentaria implican una serie de eficiencias que ayudan a "minimizarlas al máximo”. A su juicio, “si el producto no es consistente, algunos clientes seguirán comprándonos pero otros muchos dejarán de hacerlo porque lo que les has ofrecido no es exactamente igual a lo que reciben debido a las desviaciones constantes”.
El consultor augura "una avalancha" de cambios provocados por el mayor peso que se da a la seguridad alimentaria dentro de la estrategia empresarial, enmarcado en un "nuevo capitalismo" que va más allá de los objetivos meramente financieros. "Esto va a tardar años, pero las compañías grandes ya empiezan a perseguir metas como que sus empleados estén extremadamente contentos y orgullosos de trabajar ahí, que los proveedores se mueran por seguir siéndolo y que los clientes no dejen de comprar nuestros productos pese que haya competidores más baratos”, ha detallado.
En este nuevo contexto, Sabal ha subrayado que tener que retirar del mercado algún alimento adulterado por no cumplir al 100% con las especificaciones del producto tendrá un coste enorme, tanto económico como reputacional. "Al final, el objetivo será mantener la empresa en una posición muy alta durante muchos años en calidad y seguridad”, ha destacado el experto, quien ha citado como ejemplo iniciativas ya lanzadas por multinacionales como Danone o McDonald's.