Dos nuevos proyectos murcianos aportarán soluciones innovadoras a la industria alimentaria
La Fundación Séneca y el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación (CTNC) han ampliado su colaboración, a través de un convenio, que permitirá el desarrollo de dos nuevos proyectos de investigación industrial con alto potencial de transferencia. Estas iniciativas son de especial interés para las empresas del sector agroalimentario y se suman a los cinco ya en desarrollo. Por tanto, este año serán siete en total los proyectos de esta naturaleza.
Los nuevos trabajos de investigación industrial en el sector agroalimentario abordarán, en la Región de Murcia, sendas cuestiones identificadas como necesarias para la innovación de esta parcela económica: por un lado, la evaluación del contenido de melamina en alimentos, y por el otro, el estudio de antimicrobianos naturales procedentes de flora microbiana y de productos de origen vegetal.
En total son siete ya las iniciativas de I+D con elevado potencial de transferencia que se realizan a través de esta colaboración, y llevan aparejadas otras siete becas de hasta cuatro años para tecnólogos.
Los proyectos, que han permitido la contratación de dos tecnólogos especializados en química con becas de un año renovables hasta un máximo de cuatro, arrancarán en el primer día hábil tras el estado de alarma que actualmente se encuentra en vigor. Esta iniciativa ha sido articulada por la Fundación Séneca a través de la Dirección General de Investigación e Innovación Científica, dependiente de la Consejería de Empleo, Investigación y Universidades.
En el caso del primer proyecto, se pretende llevar a cabo la validación de métodos analíticos destinados a la detección de compuestos no deseables en alimentos. La segunda iniciativa se centra en analizar y estudiar el efecto de nuevos agentes antimicrobianos naturales sobre determinados alimentos para inhibir el desarrollo de microorganismos patógenos, y evitar así los efectos de la ingesta de alimentos contaminados.
La directora general de Investigación e Innovación Científica, Isabel Fortea, destacó que “formar tecnólogos en contacto con estos proyectos facilita que puedan luego incorporarse a empresas de estos sectores o al propio CTNC, por lo que ayudamos a superar un déficit de profesionales en la Región. De hecho, la empleabilidad es del cien por cien como consecuencia de la especialización de la formación que reciben, y de su capacidad para manejar equipamientos muy complejos e interpretar los resultados”.
Los cinco proyectos que ya están en marcha profundizan en materias como la recuperación sostenible de compuestos de interés de las aguas de escaldado del proceso de pimiento congelado o la determinación de plaguicidas de alta polaridad en alimentos de origen vegetal.
El CTNC, que impulsa esta iniciativa, destina 100.000 euros al programa de formación de investigadores y tecnólogos asociado a la realización de estos proyectos en I+D. Las becas pasan a ser siete este año gracias a la creación de las dos asociadas a los nuevos proyectos.