Tribuna de opinión

Los avances en la tecnología de seguridad electrónica están proporcionando cámaras con una mayor resolución, análisis habilitados para la inteligencia artificial y sistemas cada vez más conectados. Estas capacidades son muy efectivas para ayudar a las agencias a prepararse, responder e investigar incidentes. Sin embargo, la expansión de las asociaciones público-privadas y los programas de conexión comunitaria también han generado preocupaciones sobre la privacidad y la ciberseguridad. Los departamentos de policía se enfrentan a preguntas difíciles cuando buscan modernizar su infraestructura de seguridad electrónica.

Según las Naciones Unidas, casi el 80% de los 194 países del mundo han promulgado o redactado legislación para asegurar la protección de datos y la privacidad. Estas regulaciones tienen como objetivo restringir la recopilación, procesamiento y acceso a la información de identificación personal (PII), incluidos tanto los datos como los vídeos. El objetivo es mantener la privacidad y mitigar los riesgos de actividades cibernéticas criminales. Las regulaciones establecen un estándar mínimo sobre cómo se debe almacenar y gestionar la PII. Sin embargo, los departamentos de policía pueden hacer mucho para proteger la privacidad.

Las plataformas modernas de gestión de vídeo (VMS) incluyen herramientas para mejorar la privacidad y la ciberseguridad. Es recomendable buscar sistemas que incluyan capacidades de protección de la privacidad por diseño y que pixelen dinámicamente las imágenes de las personas para desenfocar las identidades. Del mismo modo, las soluciones pueden proporcionar registros de auditoría de quién accedió a los datos y cuándo, y ofrecer características de ciberseguridad de múltiples capas.

Hay varias formas en que las agencias pueden desarrollar estándares de privacidad sólidos aprovechando las tecnologías emergentes para mejorar la seguridad pública:

• Siendo selectivos sobre los datos que se recopilan y sobre quién puede acceder a ellos. Los sistemas modernos de reconocimiento automático de matrículas (ALPR) pueden recopilar y almacenar enormes cantidades de datos. Depende de la agencia implementar las mejores prácticas para proteger la información del uso no autorizado. Una opción es asociar un número de caso en la aplicación cuando un oficial o investigador consulta una matrícula en una base de datos. Esto ayuda a generar confianza en que los datos solo se utilizan para una investigación o un caso abierto.
• Asegurándose de que la PII sea vista solo por personas autorizadas. Algunas agencias se adhieren al principio de los "cuatro ojos", que requiere que dos personas proporcionen credenciales para acceder a ciertos tipos de datos. Por ejemplo, las imágenes de personas en grabaciones de vídeo pueden pixelarse por defecto. Este proceso es para agencias que desean mantener la privacidad y proteger el vídeo original mediante múltiples métodos de autenticación.
• Comunicar la política de privacidad. Crear, mantener y compartir la política con funcionarios de la ciudad y otros interesados. La política debe describir qué datos se recopilan, cómo se almacenan y por cuánto tiempo, pero también quién puede acceder a estos datos y en qué circunstancias.
• Buscar proveedores que desarrollen herramientas que incluyan protección de la privacidad por diseño. Estas soluciones ofrecen a las agencias un control completo sobre sus datos para que puedan ajustar los métodos de protección y los procesos para cumplir con las regulaciones en evolución. El fabricante o integrador también puede ayudar a la agencia a configurar el sistema para definir quién tiene acceso a datos y grabaciones sensibles sin ralentizar los tiempos de respuesta o las investigaciones.

El uso de la videovigilancia en España está regulado por normativas específicas que buscan equilibrar la seguridad con el respeto a la privacidad de las personas. Estas tecnologías incluyen avanzadas funciones como analíticas de vídeo, que permiten una mayor eficiencia y precisión en la vigilancia, ayudando a identificar y responder a incidentes de manera proactiva. Las estadísticas señalan que gracias a las cámaras de videovigilancia se resuelven un centenar de delitos en municipios españoles como Campello (Alicante) o Málaga.

Una de las mejores formas de reducir el riesgo de ciberseguridad y garantizar la protección de la privacidad es trabajar con proveedores de tecnología de confianza. Asegurar que se incorporan la privacidad por diseño y tener una estrategia integral para cerrar las brechas de seguridad en los sistemas. Ser francos sobre las vulnerabilidades conocidas y proporcionar una rápida remediación. Confirmar la adhesión a estándares como ISO 27001 y las certificaciones de organismos reguladores y asociaciones de aplicación de la ley. Cuando se implementan medidas sólidas de ciberseguridad, es un esfuerzo en equipo para garantizar la seguridad pública con una sólida protección de la privacidad.

Las plataformas modernas de gestión de vídeo (VMS) incluyen herramientas para mejorar la privacidad y la ciberseguridad. Es recomendable buscar sistemas que incluyan capacidades de protección de la privacidad por diseño y que pixelen dinámicamente las imágenes de las personas para desenfocar las identidades.