CH Engineering desarrolla un vehículo compacto para la automatización de la vendimia con cadenas portacables Igus
Robot agrícola para la vendimia automatizada de uva
Para poder mantener el ritmo de producción de vino requerido por el mercado, incluso en tiempos de escasez de mano de obra, los viticultores deben recurrir cada vez más a la automatización. Sin embargo, la mecanización en viñedos de hileras estrechas o con pendientes pronunciadas se consideraba prácticamente imposible, hasta ahora. La empresa alemana CH Engineering GmbH ha desarrollado un vehículo muy compacto para estos arduos terrenos. La vendimiadora se ha equipado con una cadena portacables Igus, fabricada con plástico de alto rendimiento y capaz de operar con la máxima fiabilidad incluso en condiciones difíciles, minimizando el trabajo de mantenimiento para los viticultores.
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La vendimiadora compacta de CH Engineering está equipada con robustas cadenas portacables Igus fabricadas con plástico de alto rendimiento. Su uso garantiza un funcionamiento fiable, incluso en condiciones difíciles, y minimiza el trabajo de mantenimiento para los viticultores. Foto: Igus.
La base de la vendimiadora es el vehículo oruga UT110evo. Con una anchura de 1,32 m, una longitud de 3,2 m y un peso de 2,7t, es lo suficientemente ligero y compacto como para ser transportado sobre un remolque pequeño, lo que permite su uso en viñedos con vías de acceso estrechas. Al llegar al destino, se despliega una rampa y un cabrestante conecta el vehículo con el remolque. La oruga UT110evo avanza por ella hasta la hilera de viñas. El cable del cabestrante lo sostiene con una resistencia a la tracción de 1,5 t, lo que le permite superar pendientes de hasta el 75%. Además, en estos terrenos extremos, los conductores pueden alinear el ángulo del asiento con el horizonte para reducir la tensión del cuerpo.
Los componentes plásticos de Igus reducen los costes de mantenimiento
Gracias a una minuciosa selección de los componentes, los ingenieros lograron un avance sin precedentes: un vehículo capaz de soportar las duras condiciones de algunos viñedos de forma prolongada y que, al mismo tiempo, reduzca el mantenimiento necesario.
Para el guiado de los cables eléctricos y tubos hidráulicos desde el vehículo hasta el cabezal de recolección, CH Engineering optó por una cadena portacables Igus de plástico de alto rendimiento. Este sistema de suministro de energía no solo evita el riesgo de torsiones en los cables, sino que también elimina la posibilidad de que estos se enreden en las viñas. “Además, aumenta la vida útil de la máquina, ya que está fabricada con plástico técnico resistente a la corrosión, a los rayos UV y a los productos químicos, por lo que mantiene intactas sus características mecánicas durante años sin necesidad de mantenimiento”, afirma Jörg Ottersbach, director del Departamento de Cadenas Portacables de Igus.
Los ingenieros también decidieron sustituir los rodamientos de bolas metálicos convencionales. En ocasiones anteriores, el desgaste de estos componentes debido al mosto de uva era tal que, a pesar de la lubricación diaria, debían ser reemplazados al acabar cada temporada de vendimia. Por este motivo, se decidió utilizar cojinetes plásticos Igus, robustos, resistentes a la corrosión y sin necesidad de lubricación adicional, ya que los lubricantes sólidos integrados en los materiales permiten un funcionamiento de baja fricción.
Vides vibrantes mediante un cabezal con sacudidores
El vehículo de CH Engineering está formado por un segundo componente: la cosechadora CH 500 que se acopla a la parte frontal del vehículo oruga en 30 minutos. Su forma se asemeja a un cascanueces gigante: dos brazos móviles, conectados en la parte superior de la máquina, abrazan la vid. El interior de estos brazos contiene varillas sacudidoras que hacen vibrar la vid a una velocidad de hasta 620 movimientos por minuto, consiguiendo que se desprendan las uvas. A continuación, un sistema de recogida situado justo debajo del sacudidor recoge las uvas y las transporta a un contenedor de almacenamiento. La vendimiadora se desplaza por el viñedo a una velocidad de hasta 4,5 km/h, e incluso es capaz de alcanzar velocidades de hasta 9 km/h. Una vez en el remolque, los trabajadores únicamente tienen que vaciar el contenedor y colocar el vehículo de nuevo en la siguiente hilera de viñas.