Gatos robot para hacer compañía y cuidar a los ancianos británicos

En un plazo de tres años, gatos simulados podrían servir de ayuda a los ancianos británicos si se convence a la sociedad de empezar a convivir con robots. Un informe de la Royal Academy of Engineering muestra que a pesar del rápido desarrollo de soldados robot y dispositivos quirúrgicos, el debate ético y legal sigue siendo un lastre para su implantación. “No está limitado tanto por las posibilidades tecnológicas sino por el deseo de hacerlo, y eso implica todo tipo de factores sociales”, asegura el profesor de la Universidad de Southampton, Will Stewart, uno de los contribuidores al informe.

Además de mascotas robóticas, los sistemas autónomos podrían evolucionar en robots que cuidan niños, terapeutas artificiales y sociales o incluso compañías sexuales, tal y como se desprende del estudio. Ante un futuro crecimiento del envejecimiento poblacional, un 50 por ciento más para el año 2020, las compañías robóticas podrían ayudar a vigilar la salud de una población cada vez más vieja. “No es un sustituto completo para que tu hijo te llame una vez a la semana. Eso es querer atención continua y resulta muy difícil”, señala Stewart. Una mascota robótica podría contribuir a dar la voz de alarma en caso de accidente, controlar el contenido del frigorífico para asegurarse de que las personas mayores no pasan hambre o recordarles que apaguen la calefacción.

Si se superan los obstáculos legales y éticos, algunos sistemas robóticos estarían disponibles en uno o dos años, mientras que otros portátiles tardarían unos tres años. Una vez desarrolladas, las mascotas robóticas podrían ofrecer a los británicos un servicio similar al de un asistente en el hogar.