Sistemas de llave electrónica en líneas de producción
Como explica Reiner Woltersdorf, él tuvo su momento de revelación a finales de 2011 en la feria SPS IPC Drives celebrada en Núremberg (Alemania), donde vio por primera vez el sistema EKS (Electronic-Key-System) de Euchner. “Era exactamente lo que estaba buscando”, recuerda. Woltersdorf es planificador de mantenimiento en el área de electrotécnica en la planta que BSH (Bosch und Siemens Hausgeräte GmbH) tiene en Nauen, donde desde hace años desarrolla soluciones para garantizar una producción sin contratiempos. Su último cometido era mejorar la seguridad operativa en una línea de montaje de 200 metros de longitud.
BSH (Bosch und Siemens Hausgeräte GmbH) es el mayor fabricante de electrodomésticos de Europa y constituye uno de los consorcios líderes del sector a nivel mundial. Fundada en 1967, esta joint venture alcanzó el año pasado una facturación de unos 9.800 millones de euros. Actualmente, BSH cuenta con 42 fábricas en 13 países de Europa, EE UU, Latinoamérica y Asia, y da trabajo a más de 46.000 personas. De ellos, los 500 empleados de la planta de Nauen fabrican unas 600.000 lavadoras al año, con unas 350 variedades de carga frontal. Tres cuartas partes de las máquinas premium están destinadas a la exportación, dando fe de la calidad que representan las marcas Bosch y Siemens. “Para nosotros, ningún esfuerzo es demasiado grande”, subraya Woltersdorf. Antes de la introducción del EKS, los puestos de montaje de BSH contaban con un sistema de acceso simple que funcionaba introduciendo una contraseña en un panel táctil. Su manejo resultaba relativamente lento y, como explica Woltersdorf, presentaba el riesgo de uso duplicado de una misma contraseña, lo que habría hecho imposible identificar cambios y accesos a los procesos. Cuando la empresa equipó unos diez o doce puestos de montaje con el sistema EKS y lo sometió a pruebas exhaustivas, rápidamente vio que estos riesgos quedaban totalmente descartados.
Fácil de manejar y de uso universal
EKS es un sistema fácil de manejar, formado principalmente por una llave electrónica (Electronic-Key) y el correspondiente módulo adaptador para esta llave. La principal ventaja del EKS es que la llave permanece en el módulo adaptador mientras el personal de manejo o mantenimiento trabaja en la máquina. El sistema está disponible en distintas variantes y, gracias a sus diferentes interfaces, ofrece un uso prácticamente universal. Todos los equipos se caracterizan por su diseño compacto. La transmisión de datos sin contacto permite utilizar el módulo adaptador en entornos industriales. La Electronic-Key tiene forma de ficha y es muy resistente; su interior alberga el chip de memoria y un transponder. El módulo adaptador para la llave es un sistema de lectura/escritura de interfaz integrado, que puede conectarse a un PC o un sistema de control. Así, permite registrarse rápidamente sin necesidad de contraseña, incluso en sistemas sin teclado. En la planta de BSH, la aplicación está programada de manera que el acceso al sistema solamente es posible mientras la Electronic-Key está dentro del módulo adaptador. De esta forma, el acceso a determinadas funciones de la instalación se bloquea automáticamente tras extraer la llave.
“La instalación de EKS nos ha permitido cumplir todos los requisitos que se pueden exigir a un sistema moderno de gestión del acceso para líneas de producción”, explica Reiner Woltersdorf.
Estos requisitos son, entre otros:
- Responsabilidad inequívoca, ya que la llave se asigna a una persona concreta
- Rápida habilitación de funciones de la máquina o del proceso
- Asignación y modificación flexible de determinados niveles de autorización de acceso
- Posibilidad de registrar de forma clara las intervenciones y los cambios en los parámetros del proceso
- Uso de la llave como firma electrónica
- Administración de llaves con el software Electronic-Key-Manager (EKM)
- Mayor seguridad operativa de la instalación y reducción de los costes de producción.
Hasta el momento, en BSH se han instalado entre 40 y 50 equipos y, como apunta Woltersdorf, todos funcionan a la perfección. Este está especialmente satisfecho con la flexibilidad del software EKM, que permite configurar para cada empleado las condiciones y parámetros correspondientes para desbloquear el acceso a la zona de montaje. Después, también es posible la conexión al sistema de adquisición de datos de producción de la empresa para, por ejemplo, registrar los avances en el montaje. BSH también es un ejemplo en lo relativo a la protección de datos: previo acuerdo con el comité de empresa, el sistema EKS se ha configurado de forma que cada empleado vea al iniciar una sesión qué datos personales se van a recopilar y grabar. Otro motivo más para la buena acogida del sistema por parte de la plantilla.