Buenas noticias para negocios online y sus usuarios: la IA promete hacer menos tedioso el proceso de onboarding
Marc Sabadí, Identity Innovation Lead en Mitek
27/11/2024El onboarding digital, si es frustrante para el usuario, puede provocar consecuencias graves para cualquier negocio. El proceso, que debe ser seguro y a la vez amigable, se ha convertido la mayoría de las ocasiones en uno repetitivo y, a menudo, agotador, donde mostramos documentos, ingresamos códigos, respondemos preguntas de seguridad, todo en una coreografía de pasos tediosos. ¿Y si la inteligencia artificial pudiera cambiar esto?
Las innovaciones en IA y machine learning están comenzando a transformar la forma en que nos identificamos, haciendo el proceso más ágil y, sobre todo, seguro. El horizonte apunta a un futuro en el que nuestros datos personales puedan protegerse sin necesidad de tanto trámite, donde simplemente ser nosotros mismos sea la clave para acceder a servicios y productos digitales.
La inteligencia artificial en el centro del cambio
En la actualidad, las empresas han empezado a integrar IA en los sistemas de verificación de identidad, como los que utilizan el reconocimiento facial o de voz, eliminando las barreras físicas y eliminando la necesidad de mostrar documentos tradicionales. Estos sistemas de IA no solo identifican patrones obvios en documentos y rostros, sino que están entrenados para captar los detalles sutiles de la autenticidad de una identidad. De hecho, la IA permite leer más allá de lo superficial: el rostro o la voz de una persona pueden convertirse en una prueba de identidad que, en tiempo real, respalde quiénes somos sin necesidad de contraseña alguna.
A través del reconocimiento facial, por ejemplo, los sistemas pueden detectar y analizar características únicas en una fracción de segundo, comparándolas con las de la persona registrada en sus bases de datos, y haciendo que el acceso a servicios sea muy seguro y prácticamente instantáneo. De acuerdo con un estudio elaborado por IDC con el soporte de Mitek, sólo una de cada veinte personas declara tener problemas con la biometría.
Por otro lado, está la biometría de voz, la cual analiza lo que alguien dice, pero también cómo lo dice: entonación, modulación, ritmo e incluso el timbre de la voz crean una “huella vocal” tan personal como una huella digital. La IA es capaz de interpretar esos matices, eliminando la dependencia de contraseñas y añadiendo una capa de seguridad más robusta y personalizada. A medida que la biometría conductual se refina, la fricción en los procesos de autenticación se reduce, optimizando la experiencia del usuario y haciendo que el acceso digital sea tan simple como un parpadeo.
Problema: el fraude evoluciona con la IA
No obstante, esta evolución no está exenta de riesgos. A medida que la IA hace posible un onboarding más ágil, las amenazas a la seguridad también evolucionan. La creación de voces clonadas mediante inteligencia artificial es un riesgo creciente, y en un mundo donde la identidad puede depender de nuestra voz o rostro, esta posibilidad exige que los sistemas de IA sigan avanzando en su precisión.
Aquí, la lucha entre IA “buena” e IA “maliciosa” cobra relevancia. Sistemas diseñados para detectar fraudes pueden identificar anomalías casi imperceptibles en las voces clonadas o en las imágenes manipuladas. Estos sistemas, alimentados por modelos de machine learning, son capaces de distinguir las variaciones naturales de las manipuladas.
Un cambio de paradigma en la autenticación digital
El futuro de la autenticación digital apunta hacia la combinación de tecnologías avanzadas que integran reconocimiento facial, biometría de voz y conductual, transformando la experiencia de autenticación en una acción casi invisible para el usuario. La meta de la inteligencia artificial es, en última instancia, naturalizar el acceso, eliminando la dependencia de contraseñas y haciendo del onboarding una experiencia instantánea y sin fisuras.
A medida que esta tecnología se desarrolla, el onboarding digital se aproxima a un estado sin fricciones, adaptado a un mundo donde proteger nuestra identidad ya no implica un proceso mecánico, sino uno ágil y respaldado por una IA que salvaguarda nuestra seguridad en tiempo real.