Entrevista a Stoian Markov, administrador de Hidromek West y presidente del Comité Organizador de Smopyc
La historia de Stoian Markov y de la empresa a la que representa, Hidromek, es una historia de superación. A pesar de haber abierto una filial en España pocos meses antes de iniciarse la mayor crisis en el mercado de maquinaria de construcción y obras públicas de nuestra historia, Hidromek ha saldado estos últimos siete años con un constante crecimiento, basado sobre todo en la prudencia. A día de hoy, Stoian Markov y su equipo no sólo han colocado la marca Hidromek como uno de los grandes referentes del mercado español, sino que también dirige desde esta filial las operaciones del Grupo en Europa Occidental, incluyendo Portugal, Francia e Italia. Su gran labor al frente de esta base, así como la pasión que muestra diariamente por el mercado de maquinaria, le ha valido además para, desde hace unos meses, ser el presidente del Comité Organizador de la principal feria sectorial española, Smopyc.
¿Qué balance hace de la implantación de Hidromek en España? ¿Cómo ha sido la evolución de la compañía desde su creación en Gavà (Barcelona)?
Como bien sabe, desde el año 2002 Hidromek ha vendido maquinaria en España, pero no fue hasta finales de 2006 y principios de 2007, cuando decidimos abrir una base propia. Evidentemente esta iniciativa tuvo lugar pocos meses antes de la irrupción de la crisis, pero esta caída del mercado no es algo que nos haya afectado especialmente ya que Hidromek cuenta con una larga experiencia en sobrevivir a las crisis.
¿Y cómo se manifiesta eso?
En primer lugar es importante saber que Hidromek es una compañía que se financia mayoritariamente con recursos propios. Y en el caso concreto de España, hemos actuado siempre con la máxima prudencia. Cuando arrancamos nuestra actividad no lo hicimos con los recursos que exigía una situación de mercado como la vivida a finales de 2006 y principios de 2007, sino que lo hicimos con los trabajadores que justamente necesitábamos, con un alto nivel todos ellos de profesionalidad, y con la intención de ir creciendo poco a poco, de acuerdo a la evolución que siguiera el propio mercado.
Por tanto, la crisis no nos ha pillado en velocidad de crucero sino en una fase de despegue, que nos ha permitido ajustar la velocidad a las condiciones del sector. Podemos decir que en estos siete años hemos aumentado progresivamente en instalaciones, en personal, en facturación y en número de máquinas entregadas… y todo ello a pesar de la crisis.
¿También han crecido en red de distribución? ¿Cómo ha evolucionado su red comercial?
Hemos tomado decisiones que nos han permitido contar con una estructura de distribución mucho más sólida, con unos concesionarios mejor preparados, conocedores del producto y mucho más resistentes. Lo cierto es que con la crisis han sido muy pocos los concesionarios de Hidromek que han cerrado y en los casos que se ha producido esta situación, nos han salido dos o tres candidatos alternativos muy buenos que nos han creado muchas dificultades a la hora de elegir entre uno y otro. Es algo que nos hace sentir orgullosos porque es fruto del trabajo que venimos desarrollando durante los últimos años.
Entiendo, por tanto, que el mercado español y más en general Hidromek West se ha erigido en un referente para el Grupo, ¿no es así?
Efectivamente. Es indudable que la marca cada día está más presente en el mercado y es más visible. Además, se puede decir que el producto Hidromek también ha crecido gracias a las indicaciones y recomendaciones que hemos venido haciendo desde esta filial durante los últimos años. La fábrica ha realizado cambios en el desarrollo de muchas de sus máquinas de acuerdo a las necesidades que nos planteaban nuestros clientes y que nosotros trasladábamos posteriormente a los centros de producción.
¿Considera que el producto turco está mejor valorado ahora que hace unos años? ¿Ya no existe tanto prejuicio ante el 'Made in Turkey’? Creo, de hecho, que ahora Hidromek emplea el concepto de ‘Turquality’ para poner en valor su apuesta por la calidad...
Sinceramente, a día de hoy, no creo que haya ninguna diferencia, en cuanto a calidad, a la hora de fabricar en un país o en otro. Estamos en un proceso de globalización en el que el concepto de origen de la máquina ha pasado a la historia. De hecho, hoy es muy complicado saber dónde se ha fabricado una máquina porque está formada por componentes cuya procedencia es de lo más diversa.
Desde hace años en Turquía se fabrica con los mayores estándares de calidad y además es un país muy bien posicionado geográficamente como cruce de suministro de diferentes áreas del mundo. Mientras en Europa se han abandonado muchos trabajos de calderería, mecanizado y fundición, en Turquía estas labores siguen teniendo un peso muy alto, con cada vez mayor calidad.
Antiguamente Hidromek era conocido únicamente por sus mixtas pero a lo largo de los últimos años han ido creciendo tanto en gama de productos (excavadoras y, más recientemente, motoniveladoras) como en aplicaciones. ¿Les ha dado esto una mayor visibilidad en el mercado?
Por supuesto. Precisamente esa versatilidad de nuestras máquinas tiene buna parte de su origen en el crecimiento que hemos experimentado en Europa. Al tener un contacto más directo con los profesionales de estos mercados más maduros hemos podido escuchar las necesidades de los usuarios. Hemos podido comprobar en primera persona cómo los propietarios de las máquinas apuestan cada vez más por la polivalencia, por equipos que puedan hacer diferentes trabajos únicamente cambiando el implemento o el accesorio. Todo ello nos ha permitido entregar cada vez más máquinas para aplicaciones de reciclaje, de túneles, de alcance largo, trabajos especiales…
¿Ha captado el mercado esa apuesta de Hidromek por expandir su gama de soluciones?
Uno de nuestros principales objetivos en materia de comunicación es ese precisamente, que el mercado nos vea como un proveedor de una amplia gama de soluciones. Evidentemente el origen de la compañía es la fabricación de mixtas, pero no es menos cierto que ahora mismo la mayor parte de la facturación de la compañía procede de la venta de maquinaria pesada y especializada.
Una de las últimas iniciativas que ha tomado Hidromek ha sido la adquisición del negocio de motoniveladoras de Mitsubishi, lo que les permite contar ya con una nueva gama de productos con potencias entre 115 a 210 CV. ¿Qué supone para Uds. este acuerdo?
Esta operación no sólo ha supuesto adquirir la fábrica que Mitsubishi tiene en Tailandia sino también toda la ingeniería y el know how de la compañía. Ya tenemos cerca de 170 empleados desplazados allí y, además de fomentar el crecimiento de estas máquinas en el mercado asiático, nuestra intención es introducir algunos cambios en el proceso de fabricación de estos modelos para adaptarlos igualmente a las necesidades del mercado europeo.
Mitsubishi tiene un concepto de máquina como el que tenía Hidromek diez años antes: muy robusta, muy productiva, muy económica… pero con poca estética y ergonomía. Esto tiene una buena aceptación en algunos mercados, pero en los más desarrollados, incluido Turquía, para poder entrar con este producto, se requiere un mayor cuidado del diseño y la sustitución de algunos componentes. En ese proceso estamos ahora y gracias a la buena relación que tenemos con algunos fabricantes europeos y norteamericanos de componentes, vamos a dar el salto con una nueva e innovadora generación de motoniveladoras.
Cambiando de tercio, como nuevo presidente del Comité Organizador de Smopyc, ¿cómo cree que está evolucionando el mercado español en los últimos meses?
Vayamos a los hechos. ¿Qué ha pasado en los últimos años en España? Que la economía española y más concretamente el sector de la construcción se ha sobrecalentado por dos motivos: por la construcción residencial y por el sobregasto de las Administraciones públicas. Esto ha tenido, entre otras consecuencias, que el porcentaje de empleo en la construcción sobre el total haya pasado de un 14% a un 2% en apenas unos años, cuando el punto óptimo está en el 6-7%. Y otro de los grandes damnificados por esa caída ha sido lógicamente el mercado de maquinaria de construcción y obras públicas, con descensos que en algunos casos llegan al 95-98%.
A este descenso de actividad también se ha sumado otro factor importante, el creciente peso que ha tenido la venta de maquinaria usada, sobre todo a través de los bancos que acumularon un gran parque y que se convirtieron durante unos años en otros agentes del mercado. Creo que esto ya ha desaparecido, ya es muy difícil encontrar máquinas con pocas horas de vida a precios muy económicos. Consideramos que ya se ha vuelto a los niveles de máquina usada de antes de la crisis, y que lo que hay actualmente disponible en el mercado ya no resulta tan atractivo.
¿Se ha llegado por tanto al punto de inflexión? ¿Se ha tocado fondo?
Desde mi punto de vista, sí. Estoy convencido de que cuando empiece a moverse el trabajo, habrá necesidad de maquinaria nueva. El mercado volverá a los niveles de una crisis general, como los que tienen los países de nuestro entorno, porque los que hemos tenido en estos últimos años estaban muy por debajo de lo que puede considerarse una caída normal de actividad.
Hay que ver también cómo responde la Administración ante las próximas elecciones, si decide invertir nuevamente en infraestructuras, y la evolución que siga el acceso al crédito. Aunque en este sentido sí puedo decir que, tras hablar con personas de alto nivel del sector bancario, todo parece indicar que desde 2013 ya se aprecian algunos síntomas de mejora. Teniendo en cuenta la importancia que sigue teniendo el turismo en España, la conservación de las infraestructuras jugará un papel clave en los próximos años, y además habrá que terminar los proyectos que hoy están en desarrollo.
Por todo lo dicho, considero que el mercado de maquinaria de obra pública disfrutará de una ligera mejora durante este año, aunque las mejores expectativas están en los años 2015 y 2016.
Hidromek ha renovado profundamente toda su gama de maquinaria.
Por último, ¿qué supone para Ud. ser el presidente del Comité Organizador de Smopyc?
Cuando rebobino, no puedo sentirme de otra forma que no sea orgulloso de lo logrado en estos años. Hidromek vino por primera vez a Smopyc en el año 2005 y en estos nueve años la evolución ha sido muy positiva. Y a nivel personal, me llena de satisfacción el ocupar el puesto de presidente del Comité Organizador de la feria. Me incorporé muy tarde a esta nueva función pero desde aquí quiero dar las gracias al anterior presidente y a la junta que han trabajado para hacer posible esta edición. Una feria la hacen los expositores y España merece una gran feria de maquinaria de construcción y obra pública. Si tengo el honor de seguir como presidente y me respeta la salud, le puedo asegurar que trabajaremos para que Smopyc sea cada vez más reconocida y para que esté mejor posicionada en el mercado. Entre todos tenemos que aprovechar el potencial que aún tiene esta feria, sobre todo en materia de internacionalización. Las empresas españolas cada vez exportan más y tenemos que aprovechar Smopyc para que puedan abrirse paso o potenciar su presencia en diferentes mercados internacionales. En este sentido, creo sinceramente que se puede aprovechar mucho más el potencial de Smopyc en Sudamérica. Mucha gente piensa que España tiene prioridad en el mercado latinoamericano por temas culturales y lingüísticos, lo que es cierto, pero esa ventaja hay que desarrollarla. No por el hecho de ser español va a venir aquí la gente para comprarte, hay que fomentar y potenciar esas relaciones.
En esta línea, uno de los aspectos clave en el éxito de Hidromek es el haberse fijado objetivos e ir a por ellos insistiendo, insistiendo e insistiendo. Tenemos que actuar de la misma forma para que Smopyc pueda desarrollar todo su potencial.
