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El fabricante de pastelería italiano San Giorgio Dolce & Salato apuesta por una línea totalmente automática de Schubert

Bollos rellenados cuidadosamente

Redacción Interempresas11/12/2018

San Giorgio Dolce & Salato, una empresa familiar italiana, fue el primer fabricante que lanzó al mercado los croissants precocidos, rellenos y congelados. Para esta innovación de producto, la empresa necesitaba un sistema que permitiera inyectar delicadamente los distintos rellenos en los productos horneados y combinar eficientemente este proceso con el proceso de envasado final. Una línea de Gerhard Schubert GmbH especialmente desarrollada para el nuevo cliente italiano resolvió la tarea con excelencia.

La línea trabaja a una velocidad de 160 productos por minuto

La línea trabaja a una velocidad de 160 productos por minuto.

En los años 80, Sabato Bruno transformó en poco tiempo una pequeña panadería ubicada en Castel San Giorgio, cerca de Salerno, en una exitosa empresa de 150 empleados con una amplia gama de productos de pastelería para el foodservice. Como novedad, la empresa familiar introdujo en el mercado italiano los croissants precocidos para el sector gastronómico. La idea: combinar el buen sabor y el ritmo acelerado del mundo de hoy. Los trozos de masa precocidos son prácticos para los baristas, los que pueden terminar de hornear los croissants congelados y servirlos a sus clientes rápidamente, beneficiándose no sólo del ahorro de tiempo durante la preparación, sino también de un producto de gran calidad y sabor.

Convincente: tecnología de alta calidad, integradora y escalable

Esta innovación en el mercado de la industria alimentaria requería un nuevo sistema totalmente automático que realizara de forma eficiente las tareas de llenado y envasado de los productos horneados y, al mismo tiempo, manipulara los productos de forma extremadamente delicada. En el año 2015, San Giorgio Dolce & Salato acudió a la feria IpackIma 2015 para informarse sobre las posibles tecnologías. Fue allí cuando conoció a Schubert.

Apenas se empezó a elaborar la cotización, el especialista en embalajes pudo destacar por el asesoramiento profesional brindado al proyecto. Desde el principio, los expertos de Schubert estudiaron intensamente las características especiales del producto. Uno de los retos consistía en integrar una estación de inyección del fabricante de máquinas Canol en el sistema global. Antonino Lanza, el responsable de Schubert encargado de la venta y el proyecto, trabajó para el efecto en estrecha colaboración con Canol. El resultado es un inyector adaptado con precisión a la tecnología robótica de Schubert. Aparte de ello, el cliente también quedó convencido por la flexibilidad típica de las máquinas Schubert y la tecnología de pinzas que ofrece seguridad y protege el producto. De esta manera es posible inyectar diferentes rellenos en croissants y otros productos de pastelería. Además de las ventajas tecnológicas, para el cliente también fue importante la relación de confianza que se dio desde el principio, una cooperación entre empresas familiares arraigadas.

Las pinzas provistas de muelles inmovilizan cuidadosamente los croissants sobre el Transmodul...
Las pinzas provistas de muelles inmovilizan cuidadosamente los croissants sobre el Transmodul, a fin de que no se salgan de su sitio durante el proceso de rellenado. Para compensar variaciones, las agujas inyectoras son de altura y profundidad graduable.

Robots pick-and-place con pinzas que protegen el producto

La línea desarrollada por Schubert para el cliente está compuesta de cuatro sub-máquinas. Dentro de la línea, son tres robots pick-and-place y dos robots F2 los que se encargan de la manipulación de los croissants. El proceso empieza directamente después del horneado: Los productos provenientes del horno son transportados a la primera sub-máquina para ser agrupados previamente. Allí entra en acción un sistema de detección de imágenes 2D, el cual controla la posición de los productos y transmite los datos a los robots F4 de la estación siguiente. Controlados por servomotores, estos robots pueden ejecutar cualquier movimiento dentro de una zona de trabajo bidimensional. Dado que los croissants son productos delicados y de altura, densidad y consistencia variable, es necesario que los robots los manipulen con mucho cuidado. Cuatro pinzas y los muelles flexibles de las herramientas de los robots garantizan que los productos blandos y aún calientes no sean apretados ni dañados.

Los brazos de los robots pick-and-place recogen cada uno de los croissants y los depositan en filas de doce sobre los Transmoduls en intervalos regulares. Estos robots de transporte conducen los croissants a la estación de inyección, en la cual una unidad efectúa el llenado con mermelada, crema de vainilla o chocolate. Un robot inmoviliza los productos de pastelería, la unidad provista de doce agujas inyectoras se les acerca e introduce las agujas en los mismos. Como en todo el proceso, se requiere flexibilidad: Las agujas, por ejemplo, son de altura graduable; también es posible configurar la profundidad de inyección del relleno en los productos de pastelería. Gracias a las conexiones enchufables es posible desplazar la unidad inyectora completamente al exterior de la línea para efectuar su limpieza y transformarla para otros tipos de relleno.

Una vez que los croissants han sido rellenados, los robots F2 los colocan sobre la cinta en grupos de doce. Acto seguido, pasan por la zona de un congelador. En la última fase tiene lugar el embalaje final en el cual los productos congelados se envasan en bolsas tubulares de uno o tres productos o también en cajas, lo que es efectuado por la línea Schubert siguiente.

Los croissants rellenos son recogidos por un robot F2 del Transmodul y descargados en tres filas sobre la cinta
Los croissants rellenos son recogidos por un robot F2 del Transmodul y descargados en tres filas sobre la cinta.

Configuración orientada al futuro

Gracias a esta solución de automatización, San Giorgio Dolce & Salato puede rellenar y envasar 160 croissants por minuto. Esta eficiente combinación de inyección y proceso de embalaje final representa una gran ventaja para la empresa italiana, al igual que la flexibilidad que permite rellenar y embalar distintos productos de panadería en una misma línea o, respectivamente, según el mismo principio. De esta manera, San Giorgio Dolce & Salato está en condiciones de ampliar en cualquier momento su cartera de productos prehorneados. El ejemplo lo demuestra: los dispositivos modernos de producción y embalaje son un factor de éxito importante para continuar con el crecimiento de la empresa familiar.

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