‘Gas radón: la amenaza silenciosa que desafía la salud e infraestructuras’
El 24 de octubre, Molins, compañía especializada en soluciones innovadoras y sostenibles para la construcción, organizó una jornada en el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid para analizar el problema creciente del gas radón. Este evento, titulado ‘Gas radón: La amenaza silenciosa que desafía salud e infraestructuras’, reunió a expertos de diversos sectores, quienes destacaron el papel crítico que juega el radón como riesgo para la salud pública y la integridad de las infraestructuras en España. Según los datos más recientes del Centro de Seguridad Nuclear (CSN), el radón provoca aproximadamente 1.500 muertes anuales en el país, una cifra similar a la de accidentes de tráfico, aunque con una visibilidad y concienciación ciudadana mucho menores. El principal objetivo de esta jornada fue aumentar la sensibilización y discutir soluciones frente a este agente radiactivo, tanto para infraestructuras nuevas como para las ya existentes.
La exposición al radón en cifras
El encuentro inició con la intervención de Yolanda Núñez, directora de marketing de Molins, quien subrayó el compromiso de la empresa con la salud pública y la construcción sostenible. Núñez describió el radón como “una amenaza de primera magnitud para la salud de las personas”, enfatizando la dificultad de detectarlo y la alta peligrosidad que representa. Según recordó Isabel Marcos, coordinadora de División de Innovación y Sostenibilidad en la Edificación del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, las personas que residen o trabajan en plantas bajas y sótanos están en mayor riesgo de exposición, debido a la facilidad con la que el gas, originado en el subsuelo, se acumula en espacios cerrados sin ventilación adecuada.
En esta línea, Núñez afirmó que esta amenaza es especialmente elevada en regiones como Galicia y Extremadura, donde el tipo de suelo y la concentración de uranio en la corteza terrestre aumentan la emisión de radón. “No podemos quedarnos únicamente en el diagnóstico; es momento de bajar a la acción”, declaró, indicando la necesidad de implementar medidas de protección en construcciones de todos los sectores.
A nivel global, el radón se encuentra entre las primeras causas de cáncer de pulmón en personas no fumadoras. En España, representa el 4% de los fallecimientos por este tipo de cáncer, una cifra que aumenta hasta el 7% en zonas especialmente afectadas. Elena Andradas, directora de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, destacó que el radón es “la primera causa de cáncer de pulmón en los no fumadores y la segunda en aquellos que han sido fumadores”. Esta cifra resulta particularmente alarmante si se considera que un 30% de los edificios culturales y un 25% de los educativos en zonas de riesgo superan los niveles máximos permitidos de radón. El CSN y el Ministerio de Trabajo han firmado un convenio para intensificar la vigilancia del riesgo de exposición en edificios y espacios laborales, subrayando la necesidad urgente de intervención(transcripción).
Medidas nacionales y regionales para combatir el radón
Durante su presentación, Andradas detalló las políticas y medidas que se están implementando para reducir los riesgos asociados al radón, incluyendo el Plan Nacional contra el Radón, aprobado recientemente, que establece un marco de acción integral. “Limitar el riesgo de exposición al radón requiere un enfoque multidisciplinar y movilizar recursos a nivel estatal, regional y local”, afirmó Andradas. Este plan incluye cinco ejes estratégicos: la mejora de infraestructuras, el control en la edificación, la vigilancia en los lugares de trabajo, la identificación de zonas prioritarias de intervención y la comunicación y concienciación de la ciudadanía. Cada uno de estos puntos busca atacar de forma directa las principales vías de exposición y minimizar los riesgos para los habitantes de las áreas más afectadas, según explicó.
La normativa española, a través del Real Decreto 1029/2022 establece la obligación de realizar mediciones en puestos de trabajo situados en plantas bajas o sótanos en áreas de riesgo. Además, se están promoviendo programas de formación específicos para los agentes involucrados en el ámbito de la edificación. Andradas resaltó que, aunque el plan marca un gran avance, España llegó tarde en la implementación de normativas al respecto. Puso de ejemplo países como el Reino Unido e Irlanda, donde desde hace años se aplican políticas avanzadas que han permitido reducir considerablemente los niveles de radón en sus edificaciones.
Un problema en infraestructuras públicas y privadas
Isabel Marcos, coordinadora de Innovación y Sostenibilidad en Edificación del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, explicó la relevancia del Código Técnico de la Edificación (CTE) en la mitigación del radón en edificios nuevos. Marcos destacó que "es fundamental una sección completa en el Código Técnico de la Edificación para abordar los riesgos del radón”, en referencia a las actualizaciones introducidas en el CTE para establecer medidas específicas de protección frente a este gas. No obstante, indicó que el código aplica a edificios nuevos, mientras que las construcciones antiguas o sin remodelaciones recientes suelen tener menos posibilidades de adaptación a las exigencias actuales. Esto representa un desafío para los edificios públicos en áreas de alto riesgo, que no cumplen con las normativas de protección actuales y que requieren intervenciones urgentes.
Según Marcos, entre las soluciones propuestas en el CTE se incluyen la instalación de barreras protectoras en cimientos y sistemas de ventilación en espacios subterráneos, lo que permite evitar la acumulación de radón en áreas críticas. No obstante, en edificios antiguos, la protección frente al radón debe integrarse mediante sistemas adicionales, como la incorporación de barreras en los muros y suelos y la mejora de la ventilación en los espacios de trabajo.
Innovación y soluciones constructivas
“Limitar el riesgo de exposición al ratón para la población requiere un enfoque multidisciplinar y movilizar recursos a nivel estatal, regional y local. Esto debe abordarse, como recomiendan los organismos internacionales, mediante planes nacionales de actuación”, afirmó Núñez. A través de un comunicado, la compañía apuntó que el objetivo de la jornada era “abordar el problema del gas radón desde un enfoque transversal con el objetivo de encontrar soluciones conjuntas entre el mundo académico e investigador, el sector público y la empresa privada. Esta última cuenta ya con soluciones innovadoras para, de forma eficaz y económica, implantar la correspondiente protección tanto en obra nueva como en rehabilitación de todo tipo de edificación”. Estas soluciones incluyen sistemas de barrera en el suelo y muros, así como sistemas de ventilación que impiden la acumulación de radón en sótanos y plantas bajas, donde la concentración de este gas es mayor
La jornada culminó con un mensaje claro: el radón es una amenaza invisible, pero sus efectos son devastadores. Los participantes coincidieron en que el riesgo debe ser abordado con urgencia y desde un enfoque conjunto. La concienciación ciudadana es un factor esencial en esta lucha, ya que muchos desconocen los peligros asociados a este gas. Elena Andradas cerró su intervención subrayando la necesidad de “avanzar en políticas que nos permitan proteger la salud de los ciudadanos”. Es fundamental que tanto el sector público como el privado se comprometan a aplicar las normativas y soluciones propuestas, así como a impulsar un cambio cultural hacia la prevención en edificación.
El encuentro dejó patente la necesidad de actuar de inmediato y de seguir un plan estructurado que proteja la salud de la población y minimice el impacto del radón en las infraestructuras.