La rehabilitación de edificios es clave para reducir la dependencia del gas y la electricidad
Ante la crisis energética que estamos viviendo, el debate se centra en cómo reducir la dependencia del gas y la electricidad. Sin embargo, desde Afelma consideran que hay que ampliar el debate, teniendo en cuenta la llegada de los fondos Next Generation de la Unión Europea, que van a permitir -si se ponen los recursos humanos y administrativos necesarios para ello- dar un paso de gigante en materia de rehabilitación, mejorando la eficiencia energética de nuestros edificios. Algo que no es baladí, teniendo en cuenta que el parque edificatorio es responsable de aproximadamente el 30% del consumo de energía final y un tercio de las emisiones de CO2 de España.
Un buen aislamiento térmico es la mejor forma de hacer un uso eficiente de la energía y rebajar así el recibo energético en más del 50% en muchos casos. En este sentido, la asociación destaca que las lanas minerales son un eficaz aislante térmico. El más usado en la UE, con normas térmicas más exigentes que la española.
La asociación incide en que la mayor parte del parque de viviendas existente en España es ineficiente. De hecho, consta de 25 millones de viviendas, un 90% de las cuales fueron construidas antes del último código técnico de la edificación, y casi un 60% antes de que existiera cualquier normativa de eficiencia energética. Además, el 92% de estos edificios seguirán en pie en 2050.
En este sentido, la recomendación de Afelma es que se aborde un plan de rehabilitación en profundidad y contemplando la construcción en su conjunto, desde la renovación de la envolvente del edificio hasta la consideración del ciclo de vida de dicho edificio, pasando por el confort y la salud de quienes residen o trabajan en su interior. Por este motivo, resulta clave la apuesta por materiales como las lanas minerales, que no sólo proveen de un eficaz aislamiento térmico a partir de materias primas naturales, sino que ofrecen un mejor aislamiento contra el ruido y refuerzan la seguridad frente a incendios. Y también hace falta que la Administración ponga los medios necesarios para aprovechar los fondos que van a llegar y que no se están distribuyendo con la agilidad que se esperaba, en gran parte por trabas burocráticas o porque, en el caso de algunas CC AA no se han publicado aún las correspondientes convocatorias de ayudas.
Casi la mitad de los propietarios en España invertiría en su vivienda para que fuese un hogar más sano y eficiente: un 23% entre 5.000-10.000 euros y un 24% estaría dispuesto al desembolso de entre 10.000-50.000 euros; mientras que un 21% se mudaría a otra vivienda en busca de estas características. Es fundamental que las instituciones faciliten el acceso a las ayudas Next Generation para que se realicen el mayor número de rehabilitaciones posibles ya que, para cumplir con los objetivos europeos, España tiene que rehabilitar 1,2 millones de viviendas de aquí a 2030 (7 millones para 2050) y adaptarlas al modelo de eficiencia energética y de reducción de emisiones.