Entrevista a Valentín Alfaya, presidente del Grupo Español para el Crecimiento Verde (GECV)
En este número de iARQCO, entrevistamos a Valentín Alfaya, presidente del Grupo Español para el Crecimiento Verde (GECV), una organización multidisciplinar que busca un crecimiento económico compatible con el uso eficiente de los recursos naturales. A su vez, Alfaya es un experto en temas de construcción, un magnífico comunicador y una voz influyente y siempre reconocida. Repasamos con él como debe ser el tránsito a la descarbonización en la edificación.
Vd. es presidente de GECV, ¿cuáles son los principales objetivos de esta asociación?
Lo que pretendemos desde el Grupo Español para el Crecimiento Verde es trasladar a la sociedad y a las Administraciones Públicas nuestra visión sobre el modelo de crecimiento económico, un modelo que nosotros consideramos debe ser compatible con el uso eficiente de los recursos naturales. Tratamos de colaborar en la protección de la biodiversidad, la calidad del aire, el suelo y el agua y, por supuesto, en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas al cambio climático. En este sentido consideramos que una herramienta clave es fomentar la colaboración público-privada para avanzar conjuntamente en estos retos ambientales que tenemos planteados.
¿Por qué es necesaria la colaboración público-privada para avanzar en temas medio ambientales?
Si realmente queremos avanzar de manera sostenible en este ámbito, esa labor ha de ser percibida, primero, y asumida, después, como tarea de todos. Se necesita el apoyo tanto de los ciudadanos como de las empresas y Administraciones Públicas.
“Es crucial la existencia de alianzas y colaboración público-privada para hacer frente a los retos medio ambientales que se nos plantean”.
Esta colaboración debe ser tanto en términos de financiación, como de innovación y de la capacidad de orientar las decisiones de los ciudadanos como consumidores, lo cual es una de las grandes asignaturas pendientes que tenemos. También es vital el uso compartido de datos e información. Ha llegado la hora de que empresas y administraciones sean capaces de importar experiencias de éxito internacionales, así como de exportar los casos de éxito nacionales.
Es crucial la existencia de alianzas y colaboración público-privada para hacer frente a los retos medio ambientales que se nos plantean. De hecho, desde el GECV hemos venido apoyando durante años un enfoque ambicioso en acción climática a nivel europeo y español. Es absolutamente necesario un consenso político que trascienda períodos electorales y acabe con la barrera de la “ideologización” del medio ambiente.
Por último, quiero recalcar la importancia que tiene un mayor protagonismo del sector privado y la colaboración entre actores improbables, también fundamental para poner en marcha proyectos transformacionales de la economía.
¿Dónde y cómo se generan las emisiones? ¿Por qué hay que reducirlas en el sector de la edificación?
Es un hecho que el modelo energético actual es el principal causante del cambio climático. Sin embargo, ya no se trata solo de cómo se genera la energía, sino también de cómo y dónde se utiliza y las emisiones que eso produce.
Si tenemos en cuenta que en las ciudades se consume el 75% de las emisiones, de las cuales algo más del 51% proviene de la edificación, no cabe duda de que las ciudades y sus edificios desempeñan un papel muy importante en la lucha contra el cambio climático. Todos, incluido el sector de la edificación, tenemos la obligación moral con las generaciones futuras. Debemos transformar la economía y hacerla más próspera y resiliente bajo un ambicioso plan nacional.
Los expertos en urbanismo y desarrollo urbano indican que es necesario actuar en el entorno construido, en la ciudad compacta… ¿Es esto compatible con ampliar la oferta de viviendas nuevas o es preciso que el sector afronte la rehabilitación edificatoria?, ¿se dan las condiciones para el desarrollo de la rehabilitación?
En este momento en que enfocamos un ambicioso plan de recuperación podemos considerar que la rehabilitación de viviendas es una opción viable y muy atractiva por diversos factores tanto en términos económicos como sociales y medioambientales.
“Ya no se trata solo de cómo se genera la energía, sino también de cómo y dónde se utiliza y las emisiones que eso produce”.
En primer lugar, debo destacar la importancia que tiene la rehabilitación con criterios de eficiencia energética en términos de ahorro de emisiones de GEI. Pero, si entendemos la rehabilitación como un proceso de renovación y modernización del tejido urbano, dirigido a la mejora de la calidad, el confort, las dotaciones y las prestaciones del barrio para sus habitantes, también se podría hablar de un impacto socioeconómico sobre la comunidad y sus infraestructuras.
Existen millones de viviendas construidas entre las décadas de los cincuenta y setenta, que no cumplen prácticamente ninguno de los criterios de calidad y eficiencia recogidos en el vigente Código Técnico de la Edificación. Es posible que parezca imposible alcanzar tal volumen de obra de rehabilitación, pero es poco si se compara con el de obras de nueva planta.
“Es importante que, cuando se aborden las rehabilitaciones, se hagan no solo desde el punto de vista de la eficiencia energética y la reducción de emisiones, sino también de la perspectiva de la accesibilidad y de la habitabilidad”.
Si bien, existe un problema muy relevante de financiación. Estamos ante un panorama en el que la viabilidad de los proyectos de rehabilitación depende de multitud de decisiones individuales que se pueden ver frenadas por un marco legal lleno de incertidumbre. Por ello, considero que es necesario activar una legislación inteligente que apoye la rehabilitación a gran escala concebida como una actividad de interés nacional.
El parque de viviendas está obsoleto y la mayoría de los edificios construidos antes de la entrada en vigor del CTE son energéticamente ineficientes, ¿se ha construido correctamente en nuestro país?, ¿cómo se puede descarbonizar el sector de la edificación?
Como comentaba anteriormente, en España existen infinidad de viviendas residenciales que no cumplen la actual normativa técnica de edificación. Por ello, debería ser primordial la elaboración de planes de rehabilitación urbana de forma masiva enfocada en la mejora de la eficiencia energética de estos edificios. De hecho, contamos con las oportunidades que nos brindan las tecnologías actuales en materia de reducción del consumo energético.
También es importante que, cuando se aborden estas rehabilitaciones, se hagan no solo desde el punto de vista de la eficiencia energética y la reducción de emisiones, sino también de la perspectiva de la accesibilidad y de la habitabilidad.
¿Qué es el Análisis de Ciclo de Vida y por qué es preciso tenerlo en cuenta?
El Análisis de Ciclo de Vida es una metodología para evaluar los impactos ambientales potenciales asociados a un proceso, producto o servicio a lo largo de todas las etapas de su vida. Considero que es muy acertado que se tome esta perspectiva del Análisis de Ciclo de Vida, pues no podemos centrarnos solo en las emisiones operativas de los edificios. Debemos abordar el impacto total de los edificios en todo su ciclo de vida. Es de igual importancia también el impacto ambiental de las fases de fabricación, transporte, construcción y fin de vida de los activos construidos.
¿Qué principales mecanismos y modelos económicos habría que adoptar? Nos referimos a modelos de negocio, fiscalidad, financiación, internalización de precios…
Uno de los aspectos mejorables en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética es el marco fiscal. En mi opinión, es acertada la inclusión del principio de “quien contamina, paga”. Apuesto por la eficiencia de la fiscalidad neutra para avanzar en la lucha contra el cambio climático, es decir, desgravar acciones contaminantes y gravar las contaminantes, porque una nueva norma sin reforma fiscal e implicación interministerial a través de leyes paraguas, no será útil para el reto que afrontamos.
“Debemos abordar el impacto total de los edificios en todo su ciclo de vida”.
Además, es necesario establecer un marco de largo plazo adecuado que permita orientar las inversiones, especialmente las que tienen amortizaciones más largas, como la infraestructura energética o el transporte.
“Apuesto por la eficiencia de la fiscalidad neutra para avanzar en la lucha contra el cambio climático”.
Por otro lado, solo en el sector de la edificación, se podría generar una actividad económica de 12.000 millones de euros y generar 200.000 empleos en la reforma de edificios más eficientes. En definitiva, el cambio climático implica un cambio radical.
¿Qué espera de los fondos Next Generation para el sector de la edificación?
Los fondos Next Generation constituyen una gran oportunidad porque, más allá de la agenda verde y de las capacidades que tenemos para reducir las emisiones, este sector es muy intensivo en mano de obra.
“Ahora tenemos la oportunidad extraordinaria de llevar a cabo una regeneración urbana gracias a la ayuda que nos proporcionan los fondos europeos Next Generation”.
Nos falta financiación y ayudas públicas gestionadas de forma eficiente y solo con el capital suficiente podremos abordar la descarbonización del sector de la edificación. Hasta ahora no ha habido oportunidad para que esto se realizase de forma masiva, pero ahora tenemos la oportunidad extraordinaria de llevar a cabo una regeneración urbana gracias a la ayuda que nos proporcionan estos fondos europeos.
Por último, ¿quiere añadir alguna cosa más?
Quiero terminar con un mensaje positivo. En España en particular estamos muy bien posicionados para afrontar la transición energética y ecológica. Tenemos talento, capital natural, tecnología y tenemos grandes empresas y pymes innovadoras muy bien preparadas para afrontar el reto mayúsculo que supone esta transición. Se lo debemos a las generaciones futuras y estoy convencido que desde el sector empresarial vamos a estar a la altura.