Edificios inteligentes, presente y futuro
Sergio Álvarez, director de nuevas instalaciones y modernizaciones de Kone Ibérica
10/07/2019Lo cierto es que, en la actualidad, vivir o trabajar en un edificio inteligente aún parece ciencia ficción para muchos, pero la realidad es que el futuro ya está aquí. Según un estudio elaborado por la consultora Mind Commerce, citado en el informe 'Visión estratégica de las viviendas y edificios inteligentes en el horizonte 2030', el sector de las viviendas y edificios inteligentes experimentará en los próximos años un crecimiento medio anual cercano al 30%.
Hace unos años era difícil imaginar que al llegar al portal de tu casa la puerta se abriera de forma automática al acercarte, que el ascensor te llevara al piso adecuado sin tener que pulsar ningún botón, que el edificio pudiera recopilar datos para ser más eficiente o que fuera posible abrir la puerta a las visitas, aunque te encuentres a miles de kilómetros de tu casa. Pero todo esto y mucho más ya es posible y ha logrado dar respuesta a los residentes del futuro que se preocupan por cuestiones como facilitar el acceso al su edificio; la pérdida de las llaves físicas, las entregas de paquetes, la seguridad de sus edificios y, por supuesto, por el medio ambiente. De esta forma, se han logrado unos edificios más funcionales y eficientes, garantizando mayor seguridad y comodidad en el hogar para facilitarnos el día a día.
Todo ello… ¿Cómo? Gracias al Internet de las cosas (IoT) que supone una revolución, ya que conecta los objetos cotidianos con Internet. En los hogares, la previsión es que en 2020 haya 12,8 millones de dispositivos conectados a la red y en edificios de uso no residencial haya cerca de 8 millones de dispositivos conectados, según indica un informe de la consultora Gartner.
Los códigos de edificación en países desarrollados y las regulaciones más recientes sugieren que para la construcción de los edificios se debe tener en cuenta la instalación de dispositivos IoT en su interior. Esta apuesta por los smart buildings también viene motivada porque, detrás de la construcción de estos edificios, hay beneficios para las grandes ciudades y uno de ellos es la eficiencia energética.
La llegada del Internet de las cosas al mundo de la construcción ha servido para aportar valor al sector, impulsando su transformación. De hecho, cuenta con importantes beneficios para los promotores y propietarios, ya que supone una innovadora manera de diferenciar su oferta y lo que es más importante, agregar valor a sus edificios haciéndolos más atractivos para los potenciales inquilinos. Para que estos avances sean viables, es importante la unión con otras industrias como es el caso de la domótica, el Big Data y la realidad virtual.
Teniendo en cuenta este contexto, es fundamental que centremos nuestros esfuerzos en los avances que realmente sean relevantes para aportar inteligencia al entorno en el que vivimos y facilitar la vida de los usuarios. Somos nosotros quienes marcaremos el futuro de los edificios, y conseguiremos unas ciudades que cada vez se adapten más a nuestras necesidades.