La nueva fachada del COAC de Barcelona
Desde inicios de este 2018, el Col.legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC) tiene una nueva fachada en su sede de Barcelona, en la Plaça Nova de la Catedral. El resultado final evoca y recupera la esencia original del edificio, al tiempo que mejora el aislamiento térmico y acústico e integra placas fotovoltaicas para generar energía, adaptando la sede a los requerimientos de los Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN).
La renovada fachada de la sede del Col.legi d'Arquitectes de Catalunya, en Barcelona, evoca la original diseñada por Xavier Busquets. Foto: Carlos Suárez - Kilzi.
El edificio original del COAC data de 1962, obra de Xavier Busquets, y es uno de los ejemplos que perduran en Barcelona del llamado Movimiento Moderno. El bloque principal de la construcción, una torre de oficinas de ocho plantas, se alza sobre una base trapezoidal cuya fachada principal da a la Plaça Nova, con dos fachadas laterales a la calle dels Arcs y dels Capellans, respectivamente. En los frisos que componen las fachadas de este basamento trapezoidal se dispone el mural de 57 metros con los dibujos esgrafiados sobre unos dibujos de Pablo Picasso que caracteriza la sede del COAC.
El edificio forma parte de la Fundación DOCOMOMO ibérico, que vela por la documentación y conservación de la arquitectura y el urbanismo del movimiento moderno en el mundo ibérico.
En 2012 se conmemoró el 50 aniversario de la construcción del edificio, convertido ya en un símbolo de la ciudad y del barrio de la Catedral, y se consideró también que había llegado el momento de renovar su fachada para adecuarla a los nuevos tiempos y exigencias en materia de eficiencia energética y sostenibilidad.
Con este motivo, el COAC convocó un concurso para esta rehabilitación. Se presentaron más de 50 propuestas, de las cuales pasaron a la fase final 12 proyectos. Entre todos ellos, el jurado del concurso optó finalmente por el presentado bajo el lema ‘Una altra mirada’ (Otra mirada), del equipo compuesto por la sociedad Fuses – Viader Arquitectes SLP, y los arquitectos Jorge Perea y Jordi Mansilla. Una referencia de este concurso se publicó en un anterior número de AFL.
Vista de la fachada al Carrer dels Arcs. Foto: J.M. Viader.
En opinión del jurado, este proyecto resolvía de manera excelente la necesaria restauración de la fachada, con la mejora de sus prestaciones, sobre todo en cuanto a eficiencia energética y ambiental. Además, el proyecto mantenía y recuperaba el espíritu del edificio que Xavier Busquets proyectó en su origen. La renovación de la fachada reforzaba la neutralidad de la torre de oficinas y resaltaba el valor de la base con los frisos de Picasso, al tiempo que recuperaba ideas originales, como hacer llegar el cerramiento de vidrio hasta el remate de la cubierta.
“El propio enunciado del concurso que la Junta de Gobierno del COAC impulsó en su momento, ‘Proyecto de mejora ambiental y energética de la fachada del COAC’, ya anunciaba el problema del edificio. Se trataba de la renovación de una fachada ligera que presentaba numerosos problemas de desgaste y deterioro de la misma que incidía tanto en el aspecto formal como en los numerosos problemas de estanqueidad, la poca funcionalidad de las aberturas y las pocas prestaciones climáticas de los cerramientos”, afirman desde Fuses – Viader Arquitectes.
Recuperar la esencia original
La recuperación del concepto original del edificio concebido por Xavier Busquets era importante, ya que durante los años 70 del siglo XX ya había sufrido una significativa alteración con la adición de unas placas de fibrocemento en los antepechos del muro cortina para reducir las infiltraciones exteriores. Así, la imagen de la fachada antes de esta renovación se alejaba bastante de la original. A pesar de todo, cuando se convocó el concurso dichas placas ya se había retirado.
Imagen de la fachada original del COAC de Barcelona. Foto: Arxiu Històric del Col.legi d'Arquitectes de Catalunya.
“El lema que utilizamos en el concurso, ‘Una altra mirada’, definía el espíritu con el que afrontábamos el proyecto”, explican los arquitectos ganadores del concurso. “Se trataba de una reinterpretación del proyecto original de Busquets que consistía en mantener y reforzar aquello que era más sustancial en la propuesta original, que era la tensión que se establecía entre la plataforma monumental del cuerpo bajo trapezoidal con los esgrafiados de Picasso y el cuerpo en altura, retirado, de las plantas de oficinas. Con el refuerzo de la neutralidad del fondo valoramos más el basamento de Picasso. Recuperamos, en definitiva, el espíritu del proyecto original introduciendo algunas modificaciones, como el cambio de tipo de apertura de las ventanas, pasando de las deslizantes y abatibles originales a unas oscilobatientes y a la supresión del acabado del coronamiento del edificio con aplacado de gresite, extendiendo el cristal de la fachada hasta el remate superior, como ya aparecía en la maqueta que Busquets había presentado en el concurso del año 1958”.
La geometría de la fachada venía marcada por las ventanas practicables de guillotina con marco de latón. Era un sistema de carpintería complejo ya que incluía en su interior el cable del contrapeso para el accionamiento de la ventana. Cada uno de los contrapesos podía llegar a tener un peso de 50 kg, ya que eran de plomo macizo. En una posterior reforma, se cambió el sistema de apertura de estas ventanas, pasando a ser proyectables mediante la sustitución del mecanismo original de la guillotina por unos nuevos herrajes.
La renovación de una fachada moderna adaptada a nuevas soluciones
La fachada original de Busquets apuntaba a la modernidad, aunque empleando para ello todavía materiales tradicionales, como la madera para la perfilería resistente de las ventanas, como explican desde Fuses – Viader: “Si bien el edificio que proyectó Xavier Busquets tenía unos referentes muy claros del Movimiento Moderno, se ejecutó de una manera bastante artesanal, con unas ventanas de madera pintada y sus antepechos formados por un cerramiento de múltiples capas, empezando por el exterior con un vidrio tipo baldosa pisable, grabada y de color verdoso, un panel de madera, tipo tablex de color morado, un aislamiento de EPS ‘Porexpan’ de 1,5 cm y un tablero de madera pintado por la parte interior. El color verdoso del cristal y el color morado del panel daban como resultado a la vista un color gris que se unificaba con el resto de la fachada. Todo este conjunto se fijaba a los montantes principales formados por perfiles metálicos de acero laminado en forma de T de 80 mm. o bien a la propia estructura principal del edificio mediante un perfil angular intermedio. Para la renovación de las fachadas nos ha parecido más coherente trabajar con ventanas de perfilería de acero galvanizado y acabado lacado, de forma que se inserte mejor en el marco de acero laminado de la estructura general y consiga una mejor unificación de textura y de color y aporte más garantías técnicas y de durabilidad”.
Planos de la fachada original y detalles constructivos. Autor: Xavier Busquets Sindreu. (Arxiu Històric del Col.legi d'Arquitectes de Catalunya).
El objetivo es convertir la nueva fachada en una envolvente plenamente estanca y de muy baja transmitancia térmica. Así, la carpintería es de perfilería de acero galvanizado y lacado, con rotura de puente térmico. El conjunto del envidriado está formado por vidrios aislantes de composición KSIFsuperplus SN51/28 6 templado/14N/ laminado incoloro 44.1 (SN= Super Neutral; 51= Porcentaje de transmisión luminosa; 28 = Porcentaje factor solar; N= Intercalario negro), elaborado por Vidresif. El conjunto se complementa con unos antepechos de panel sándwich, de doble cara de chapa de acero galvanizado y lacado, con un aislamiento interior de 75 mm de lana de roca. “En la fachada que recibe más soleamiento, la de Plaça Nova, se ha dispuesto un envidriado fotovoltaico de (3+3)+(2+4) mm: por la cara interior de capa fina con material semiconductor CIGS (seleniuro de cobre, indio y galio) y por su cara exterior otro vidrio con serigrafía de puntitos blancos, de forma que él mismo matice el color aparente de negro hacia gris, integrándose mejor, de esta forma, en el conjunto de la fachada y del edificio”, explican desde Fuses – Viader.
La nueva fachada es una envolvente plenamente estanca y de muy baja transmitancia térmica. Foto: Carlos Suárez - Kilzi.
No existe protección solar exterior, sino que ésta es interior mediante unas cortinas. Por ello, el envidriado cuenta con un tratamiento propio para proteger de la radiación solar. Las fachadas laterales, en lugar de placas fotovoltaicas, cuentan solo con un envidriado esgrafiado en el antepecho a modo de imitación visual de la apariencia del envidriado de la fachada principal.
Sustitución de la fachada
En la coordinación de la ejecución de la obra de fachada ha intervenido el también arquitecto Xavier Ferrés, de la firma Ferrés Arquitectos y Consultores, que ejerció de enlace entre la dirección ejecutiva y de dirección de obras y los industriales implicados. “Hemos aportado nuestro criterio y experiencia en fachadas, tanto en los trabajos de planificación como aportando las soluciones a los problemas que se iban generando durante la ejecución de la obra”. La ejecución de las sucesivas capas de la fachada se ha realizado siempre de arriba hacia abajo. “El proyecto pretendía ser fiel a la fachada original y para ello nos guiamos mediante fotografías de la época, sobre todo las tomadas por el fotógrafo Català Roca, y nos ceñimos bastante a ese modelo, comprobando los prototipos y prestando especial atención a los colores y a la entonación de los vidrios. Respecto a las anteriores reformas realizadas, se ha mejorado notablemente la estanqueidad, se han reducido los puentes térmicos y se han incluido en envidriado de capas, que no tienen nada que ver con el vidrio que había anteriormente”, explica Xavier Ferrés.
Imágenes del proceso de montaje original de la fachada. Fotos: Arxiu Històric del Col.legi d'Arquitectes de Catalunya.
La nueva fachada del COAC ha respetado el modelaje de la original, lo cual no implicaba cambios sustanciales del sistema constructivo, más bien se trataba de “adaptar la nueva perfilería de acero a la estructura portante y al despiece de las aberturas definidas por los montantes de perfiles metálicos en forma de T. Ahí radicó el principal problema dado que este perfil montante estaba compuesto por dos perfiles en L ensamblados con un pivote cada 30 cm. Estos dos perfiles se han tenido que soldar en toda su longitud para que se comporten como un solo perfil tipo T de 80 mm y preste la colaboración estructural necesaria para las solicitaciones de los esfuerzos del viento que exige el Código Técnico vigente. Para adaptar el nuevo cerramiento a este perfil T se pensó en una carpintería metálica de medidas mínimas como ha sido el caso seleccionado, el modelo Único de la firma Forster”, explican los arquitectos.
Planos de fachada y planta de la sede renovada del COAC de Barcelona. Planos: Fuses-Viader Arquitectes.
El también arquitecto, Daniel Romeo, Director de Soporte Profesional y Servicios al Arquitecto del COAC, ha sido el encargado de supervisar todos los trabajos de la renovación por parte de la entidad. Explica que “se reforzaron las soldaduras de las T y posteriormente se soldaron en ellas unas pletinas para poder atornillar mejor las carpinterías, que tienen más profundidad que las originales. Esta profundidad posibilita poder generar un poco de sombra a la placa fotovoltaica que se monta en la parte inferior opaca de la fachada sobre los plafones de acero. De hecho, una de las razones que nos guió en la elección de esta perfilería fue el límite de anchura existente. En el caso de la firma Forster, los límites de la T coinciden con los de la carpintería”.
“El plafón sándwich –explica Xavier Ferrés- tiene una sección más gruesa, pasa ante el forjado y se apoya sobre un travesaño en forma de Z. Sobre el plafón se monta la carpintería. Para ajustar el montaje se han colocado unas bandas autoexpansivas tipo illmod, que hacen función de fondo de junta, siendo así más estanca al agua y al aire. El sistema incorpora herrajes perimetrales y oscilobatientes de la firma Roto Frank”.
Sección vertical de la fachada. Planos: Fuses-Viader Arquitectes.
Xavier Ferrés asegura que “desde el punto de vista funcional, la carpintería de acero es formidable. También ha permitido mantener la misma estructura original de acero y la modulación existentes. Los antepechos incluyen también todas las instalaciones interiores perimetralmente así como los conductos de los fan-coil de climatización. Finalmente, casi sin pretenderlo, el resultado es el de una fachada integrada”.
De izquierda a derecha: Pletinas soldadas en la T de la estructura; detalle de la carpintería de acero Forster, y colocación de la carpintería en la estructura de la fachada aprovechando las pletinas. Fotos: José Luis París.
Una obra compleja
A pesar de que en un principio, la renovación solo implicaba a la fachada, finalmente la obra prácticamente ha implicado una renovación integral del edificio. De hecho, al no haberse producido ninguna intervención integral de este orden en años, la sede del COAC de Barcelona no estaba del todo acorde con las últimas normativas de protección contra incendios, por lo que se aprovechó la reforma de la fachada para ignifugar la estructura de la parte elevada del edificio. “Al retirar los falsos techos, la reforma integral ya fue prácticamente obligatoria. En un edificio de superficie de planta tan pequeño, la renovación de la fachada ya casi implica renovarlo todo”, afirma Xavier Ferrés.
La renovación de la fachada del COAC prácticamente implicó la renovación inegral del edificio. Foto: José Luis París.
Todas las plantas son totalmente diáfanas ya que los conductos de equipamientos y fan-coils se ocultan tras la fachada. Asimismo, todas las instalaciones recorren el perímetro de las plantas. Se ha subido todo lo posible los techos y en el centro de cada planta hay una gran lámpara de LEDs que desciende desde el falso techo, evocando el estilo original de la que existe en la sala de juntas de la planta del decanato, diseñada por Tous i Fargas. Así, todas las plantas tienen una disposición muy libre y flexible. En la última crujía de cada una se ha instalado una mampara de vidrio que separa la planta en dos para crear un despacho de jefe de planta y una sala de reuniones.
Todas las plantas son diáfanas. Foto: Carlos Suárez - Kilzi.
Según explica Daniel Romeo, “en el proyecto de rehabilitación de la fachada se preveía un proceso de renovación por fases y que, mientras se trabajaba en una mitad de la planta, los trabajadores pudieran seguir trabajando en la otra mitad. Sin embargo, en el desarrollo de los trabajos de reforma se aprovechó para retirar antiguos conductos de amianto. Cuando me hice cargo de la obra, pensamos en trabajar en cuatro plantas simultáneamente, dejando una de ellas de margen como colchón acústico para evitar los ruidos procedentes de las otras tres y después hacerlo al revés. Pero finalmente, se decidió vaciar totalmente el edificio. Así, la oficina de atención al arquitecto, el decanato y otros servicios se trasladaron a otras dependencias próximas del Colegio y el resto de oficinas a una planta alquilada en un edificio cercano”.
El interiorismo de cada una de las plantas fue diseñado en su momento por un arquitecto diferente, como el mismo Busquets, Federico Correa, Bach i Mora o Tous i Fargas. La planta séptima, de Eduard Bru, fue Finalista de los Premios FAD en 1987, por lo que se ha conservado parte. Igualmente, se ha hecho una restauración exhaustiva de la planta 6, el decanato, diseñada por Tous i Fargas.
Una fachada para un edificio eficiente
Como se ha dicho al principio, uno de los objetivos de la renovación de la fachada del COAC era conseguir un edificio eficiente, de consumo casi nulo, una responsabilidad del colectivo de arquitectos ante las exigencias de la directiva europea 2010/31, relativa a la eficiencia energética de los edificios.
Sección horizontal esquina Plaça Nova, nivel ventanas (arriba) y nivel antepecho (abajo). Planos: Fuses-Viader Arquitectes.
Los arquitectos Fuses-Viader indican que “aunque todavía ha pasado poco tiempo desde la entrada en funcionamiento de la fachada para evaluar con precisión y fundamento el monto de los beneficios aportados desde la perspectiva energética, hay que hablar de una previsión de 50% de ahorro en el gasto eléctrico actual. Está previsto que, siguiendo el Plan Director de Instalaciones que se ha redactado para el conjunto del edificio, si se implementan diferentes prescripciones del mismo, como el aislamiento de la cubierta, la mejora de la zona acristalada de la planta baja o la sustitución de máquinas generadoras de clima, que han quedado obsoletas, se mejoren notablemente los resultados del ahorro energético”.
“Además –añaden- uno de los aspectos que han incidido más directamente en el confort de los usuarios ha sido la mejora acústica que ha proporcionado el nuevo cerramiento que limita notablemente la inmisión acústica procedente de un entorno muy presionado por la gran afluencia turística y la práctica de música callejera”.
Sección horizontal zona ventana (arriba) y zona antepecho (abajo). Planos: Fuses-Viader Arquitectes.
Además, este edificio es uno de los designados en Barcelona, dentro del programa ‘GrowSmarter’ de la Unión Europea, que ejercen como monitores en la consecución de ‘Smart Cities’. Esta labor se realiza en colaboración con la empresa Gas Natural, que ejerce como intermediario. La instalación de las placas fotovoltaicas era una de las condiciones para formar parte de este programa europeo.
Con esta reforma, la sede del COAC de Barcelona afronta una nueva etapa en su historia, adecuándose a las nuevas exigencias normativas y sirviendo como ejemplo de construcción sostenible y respetuosa con el medio ambiente y su entorno, pero también con el patrimonio arquitectónico. Como afirmó el arquitecto Alberto Cuchí en un debate con motivo de la inauguración de la nueva fachada, “utilizamos nuestro propio edificio para comunicar a la sociedad la necesidad de un cambio de paradigma, de una nueva relación con el medio”.
Detalle interior de la carpintería de acero de Forster, con la Catedral de Barcelona al fondo. Foto: Carlos Suárez - Kilzi.
Ficha técnica
Obra: Renovación de la fachada del COAC Barcelona.
Ubicación: Plaça Nova, Barcelona
Arquitectos: Fuses-Viader Arquitectes, Jorge Perea y Jordi Mansilla
Dirección Responsable de Junta de Govern del COAC: Enric Mir i Teixidó
Consultoría Fachadas: Ferrés Arquitectos.
Responsable Técnico del COAC: Daniel Romeo, COAC
Sistemas fachada: Sistema Unico, Forster
Carpintería: Cerrajería Industrial Joan
Vidrio: Vidresif
Herrajes: Roto Frank
Contratista principal: SimC3 Management