Una nueva realidad domotizada

El crecimiento del sector de la domótica en España ha sido sostenido en el tiempo hasta el punto de que la domótica ya no se percibe como algo futurista sino como un nuevo servicio en alza con grandes perspectivas. El vertiginoso avance tecnológico experimentado en los últimos años ha contribuido eficazmente al desarrollo de la domótica en aspectos tan cotidianos como la iluminación, climatización, seguridad, comunicación, etc.

Hay algunos factores decisivos para el impulso de la domótica en España. Uno de ellos es que las empresas dedicadas a la domótica cada vez tienen más experiencia y ya pueden hacer frente a instalaciones de gran volumen así como a las incidencias que pueden surgir.

Un segundo factor radica en la atención a las necesidades reales del cliente, y no tanto a la capacidad tecnológica de los sistemas domóticos que las ingenierías desean instalar, lo que está eliminando uno de los errores cometidos hasta ahora con mayor frecuencia: dotar en exceso de utilidades que luego el cliente no utiliza, aunque con ello se muestre la capacidad tecnológica de la herramienta domótica.

Actualmente el mercado de la domótica evoluciona de forma más lenta que hace unos años, donde la cantidad de viviendas de nueva construcción era muy superior. Ahora, debido a la paralización del sector de la construcción residencial, el mercado de los sistemas de control se ha trasladado de las viviendas a los edificios (hoteles, oficinas, hospitales...). Hay que subrayar que el mayor tamaño de las empresas que se dedican a proyectos para el sector de los grandes edificios terciarios ha ayudado a que pudiesen soportar la reducción del mercado construcción residencial.

Relacionado con lo anterior, y si tuviera que indicar una tipología de construcciones líder en la implementación de domótica, destacaría especialmente los establecimientos hoteleros. Hay que tener en cuenta que el consumo de energía supone el segundo gasto, tras el personal, en las cuentas de resultados de estos negocios. Es por esto, así como por la percepción de la calidad en el servicio que puedan tener los clientes de los establecimientos, que resulta necesaria para ellos la implantación de soluciones que permitan disminuir la factura energética.

En general la evolución de la domótica está siendo favorable, debido en parte a la consolidación de estándares como KNX y Lonworks, entre otros, tanto abiertos como privados, y al aumento de equipos digitales en el hogar. Además, tanto los usuarios finales como las empresas reconocen el valor añadido que suponen los sistemas de control y automatización.

Es por ello por lo que desde Domotys miramos el futuro del sector con optimismo. Pensamos que es posible competir contra las multinacionales de origen tanto estadounidense como europeo gracias a la mayor flexibilidad de las compañías españolas y a proyectos como el fomento de soluciones integrales combinando el esfuerzo de varias empresas al mismo tiempo.

Las perspectivas para desarrollos futuros indican un paso del hogar digital al ambiente digital, entendiendo este último como el entorno en el que los usuarios interactúan con multitud de dispositivos conectados entre sí y a Internet. Hablamos del inagotable potencial de Internet de las Cosas, que, según apuntan los últimos estudios del sector, en 2018 será una realidad que alcance a 9.000 millones de dispositivos tanto para el uso cotidiano de los consumidores como en la vida empresarial y tendrá un impacto cada vez mayor en nuestra sociedad.

Con la entrada en juego de Internet de las Cosas, ahora es posible conectar todos los electrodomésticos de una casa y controlarlos desde una app del teléfono móvil. Este es un proceso que aún es incipiente, pero que calculamos que en unos diez años se habrá convertido en una nueva revolución. Se trata de un fenómeno que ya está demandando a las empresas el continuo desarrollo de nuevos productos y la búsqueda de nuevos mercados.

Desde Domotys y a través de nuestras empresas miembro queremos jugar un papel muy activo en estos cambios y por eso organizamos eventos como la jornada ‘IoT Day: El futuro de los sistemas de control en la construcción’ en el último Beyond Building Barcelona-Construmat, feria en la que también contamos con espacio conceptual que transmitió a los visitantes las grandes ventajas que el IOT puede aportar a la construcción.

Es preciso realizar un creciente esfuerzo por parte de todos los agentes del sector para crear un mercado domótico sólido: promoción de la actividad, dándola a conocer para tratar de solucionar dos de los grandes problemas que ha tenido la domótica en España, el desconocimiento y la desconfianza.

Además, hay que reforzar una de las señas de identidad del sector, que es la de vender fuera. A día de hoy, las empresas de domótica aún exportan poco, porque suelen ofrecer servicios o soluciones que se tratan como algo muy local.

Asimismo, se precisa que los instaladores, constructores, proyectistas, arquitectos y diseñadores adquieran una rápida familiarización las posibilidades de los nuevos dispositivos y su máximo conocimiento, que les proporcione la capacidad suficiente para incorporarlos a sus productos y servicios.

Y tampoco podemos olvidar el papel de la Administración, muy importante para impulsar el sector y dinamizar el mercado.

Un hogar inteligente aumenta de forma significativa la calidad de vida de quien lo disfruta. Aporta confort y seguridad, y el ahorro de energía que consigue hace que esta inversión se amortice en unos pocos años. Entre las ventajas de implementar tecnologías domóticas destacan:

• Incremento de la comunicación interna y externa (dentro y fuera de la casa).
• Ahorro de energía por el consumo inteligente del sistema.
• Ahorro de tiempo y dinero por la gestión remota de los equipos y electrodomésticos.
• Posibilidad de teleasistencia y monitorización de la salud del individuo.
• Mayor seguridad en el hogar.
• Confort.

En los últimos años ha aumentado la demanda en cuestiones de eficiencia energética ya que, además de proporcionar un mayor cuidado del medio ambiente, supone un ahorro en los bolsillos de los clientes. Esto también ha tenido su reflejo en el sector de la domótica, con un marcado carácter innovador.

Mediante la incorporación de sistemas domóticos en una vivienda se pueden gestionar inteligentemente la iluminación, climatización, agua caliente, el riego, los electrodomésticos, etc., aprovechando mejor los recursos naturales, utilizando las tarifas horarias de menor coste, y de esta manera reducir su factura energética mientras se gana en confort y seguridad.

Por ejemplo, gracias a la gestión inteligente de la iluminación, conseguimos un aporte extra de salud para nuestros ojos, gracias al aprovechamiento máximo de la luz natural. La adaptación gradual a la temperatura interior gracias al control presencial de la climatización elimina el choque inicial del cambio de temperatura, haciendo que nuestro cuerpo se adapte a la temperatura de confort gradualmente.

Otro ejemplo concreto de un beneficio es que un operario puede ahora saber de antemano qué elemento o dispositivo debe sustituir en una farola que haya dejado de iluminar de forma adecuada. También es posible, gracias a la domótica, la gestión online del consumo energético, pudiendo incluso comparar el gasto energético de diferentes edificios.

El sector confía en la creciente concienciación por parte de los ciudadanos en potenciar el ahorro y eficiencia energética en sus casas, de forma que la domótica puede suponer un factor clave para este propósito. Se prevé que éste será el factor de compra clave para los sistemas domóticos, el ahorro energético.

Los consumidores se muestran muy interesados, cada vez más, en todos aquellos sistemas y sensores que les ayudan a telecontrolar consumos domésticos como la electricidad o el agua. Es un claro indicativo el caso de Google apostando fuerte con la compra de Nest, que comercializa termostatos y detectores de humo inteligentes; o el anuncio del programa Home 2.0 de Microsoft en el que la Xbox One se convertirá en centro de control de nuestra vivienda.

Además, las tecnologías inalámbricas toman un papel importante en la previsión del crecimiento de los sistemas domóticos. Son cada vez más los dispositivos domóticos inalámbricos que aparecen en el mercado y más los hogares conectados a internet con dispositivos móviles en sus manos.

Según ABI Research, en 2018 está previsto que haya 500 millones de dispositivos domóticos inalámbricos en nuestros hogares (ante unos 17 millones de dispositivos en 2013), por lo que se prevé un muy fuerte crecimiento en este aspecto.

La gran ventaja de los dispositivos inalámbricos es que no se precisan costosas obras en casa y la instalación acostumbra a ser bastante sencilla, además de un fácil manejo, por lo que representa una opción muy atractiva para los usuarios.

La domótica es el precedente, la base tecnológica, del concepto tan popular ahora de ciudad inteligente. Del mismo modo que se controlan los hogares y grandes edificios con la domótica y la inmótica, también las grandes ciudades empiezan a integrar la tecnología para beneficio de sus habitantes.

A modo de ejemplo, y como pasa con los detectores para la vivienda, con la domótica podemos controlar aspectos como la temperatura y la humedad. Es por ello que no es de extrañar si nos encontramos con espacios verdes, parques y jardines gobernados por una serie de detectores que activan el sistema de riego una vez han detectado que la hierba, las plantas o el césped están demasiado secos. Así pues, como pasa con nuestras casas, se consigue ahorrar energía y por tanto dinero, ya que sólo se regará cuando realmente sea necesario.

En Domotys somos conscientes de la estrecha relación entre domótica y smart cities y por ello desarrollamos actividades entre nuestros socios vinculadas a estas áreas. Una nuestra es el libro ‘Smart City, hacia la gestión inteligente’ (Marcombo Ediciones Técnicas), el primero sobre domótica y smart cities escrito por sus empresas asociadas.

Además, en 2014 pusimos en marcha en nuestro clúster una Comisión específica sobre Smart Cities, espacio en el que los distintos segmentos de la cadena de valor de las ciudades inteligentes puedan compartir conocimiento, necesidades y problemáticas así como detectar oportunidades de negocio y de colaboración entre ellas. Dicha comisión cuenta con un importante calendario de actividades que tienen por objetivo fomentar la comunicación y el conocimiento entre la oferta y la demanda.

Por último, Domotys forma parte también de la SmartLivingPlat, la Plataforma Tecnológica de Domótica y Ciudades inteligentes. Gracias a esta plataforma, los diferentes agentes del sector podrán compartir una visión común y definir una agenda estratégica de investigación con el fin de acelerar el desarrollo e innovación de manera armonizada y fructífera y situar al sector en la vanguardia a nivel mundial.