La industria química española sí cumple Kioto
Entre 1990 y 2002, la industria química ha sido la única que ha logrado reducir las emisiones de gases con efecto invernadero en un 31,4 por ciento. En 1990 este sector aportaba el 4,14 por ciento del total de las emisiones de CO2 en España, mientras que en 2002 esta cifra se redujo al 2,84 por ciento debido a la paulatina implantación de tecnologías cada vez más limpias, a la mejora de la eficiencia energética y al desarrollo del programa voluntario de la industria química Compromiso de Progreso para la mejora de la salud, la seguridad y el medio ambiente.
Este descenso del sector en la generación de gases con efecto invernadero se ha logrado a pesar de que entre 1990 y 2002 el valor de la producción casi se ha duplicado, lo que refrenda el importante avance en la eficiencia de sus procesos industriales en el ámbito medioambiental. Paralelamente, el sector químico prevé elevar el valor de su producción en un 143 por ciento entre 1990 y 2012 pasando de 17.069 a 41.479 millones en euros corrientes.
Por otra parte, hay que destacar que la industria española en su conjunto ha logrado reducir su cuota de emisiones entre 1990 y 2002, pasando de representar el 24,46 por ciento de la generación total de CO2 en nuestro país al 22,73 por ciento. Por el contrario, la energía y el transporte han incrementado su peso y, actualmente, ambos sectores acaparan el 53,28 por ciento de las emisiones de gases con efecto invernadero, es decir, más de la mitad.
Aportación de los productos químicos a la reducción
Precisamente en dos de las áreas que actualmente están más alejadas del cumplimiento, el transporte y el consumo energético en las viviendas y edificios, el sector químico aporta soluciones eficaces.
En el caso del transporte, la utilización de polímeros ligeros en sustitución de materiales tradicionales en la fabricación de automóviles permite reducir el consumo de combustible por kilómetro recorrido y, por tanto, las emisiones. Asimismo, la inclusión de aditivos químicos en los combustibles permite mejorar su eficiencia y disminuir la generación de contaminantes.
De hecho, y fundamentalmente gracias a los productos químicos, un coche actual emite el 10 por ciento de los contaminantes que emitía en 1950.