Entrevista a Eduardo de Lecea, director general de Sigaus
27 de abril de 2012
En 2011 se comercializaron en España alrededor de 300.000 toneladas de aceites lubricantes. De ellas, 126.000 se consumieron por los distintos sectores industriales. La metalurgia, la energía, la construcción, la obra pública, la máquina-herramienta o la automatización son algunos de los sectores en cuyos procesos productivos los aceites hidráulicos, dieléctricos, térmicos, de corte, para transmisiones, engranajes, etc. juegan un papel fundamental. Tras su utilización, miles de toneladas de aceites usados, de unas u otras características, son generadas cada año, un volumen con un enorme potencial de impacto ambiental y que exige una correcta gestión.
En este contexto, Sigaus representa una doble solución a estos sectores. Por un lado, como sistema que permite cumplir la normativa que afecta a compañías que importan y/o venden máquinas o componentes con aceite. Por otro, ofreciendo una garantía sobre la gestión medioambiental de los aceites usados a las empresas donde se genera este residuo peligroso.
Sigaus en cifras (2011)
- 302.265 toneladas de aceites industriales puestas en el mercado a través del sistema
- 162 empresas adheridas
- Cuota de mercado del 89,99% del aceite industrial puesto en el mercado en España (según estudio independiente)
- 134.452 toneladas de aceites usados recogidas
- 100% del aceite usado recogido valorizado
¿Qué es Sigaus y cuál es su funcionamiento?
Sigaus es la entidad de referencia en la gestión del aceite industrial usado. No somos una empresa comercial sino una entidad sin ánimo de lucro, un sistema integrado de gestión (SIG). Nuestra misión es articular un mecanismo logístico y financiero que asegure que el aceite usado sea recogido allí donde se produce y se le dé un tratamiento correcto conforme a la legislación ambiental. Y ello lo hacemos únicamente en nombre de nuestras empresas asociadas y que son a las que la ley obliga a garantizar la correcta gestión del aceite usado. La misma ley les permite hacerlo de forma individual, es decir, que cada empresa recupere y trate el aceite usado que generan sus productos, o hacerlo a través de su adhesión a un SIG, como Sigaus.
¿Cuáles son esas empresas a las que la normativa exige hacerse cargo de los aceites usados?
Hay que aclarar que las empresas que, según la normativa (RD 679/2006), tienen que financiar la recogida y tratamiento del aceite usado. No son las empresas que producen el residuo sino las que ponen en el mercado los aceites lubricantes. Esto incluye tanto a las empresas que fabrican y comercializan en España sus lubricantes, como a aquellas que importan aceite lubricante desde otros países para su venta o su propio consumo en España. A unas y otras la ley les atribuye el papel de ‘fabricantes’ de aceites industriales, por lo que quedan sometidas a las exigencias del mencionado Real Decreto en relación a los aceites usados.
Pero además, es importante destacar que también están afectadas las empresas que importan del extranjero componentes y maquinaria industrial de todo tipo que ya contienen algún tipo de aceite industrial (por ejemplo, robots, máquina-herramienta, vehículos, grúas y otros aparatos). A este respecto, las empresas que ponen en el mercado español estos equipos también son consideradas como ‘fabricantes’ de aceites industriales.
Todos estos ‘fabricantes’ de aceites industriales están sujetos a la actual normativa de aceites usados. De hecho, las CC.AA. hacen cada vez un seguimiento más exhaustivo del cumplimiento de la legislación ambiental por parte de este tipo de empresas. Y para todas Sigaus ofrece un servicio eficaz y de valor que les permite cumplir la ley.
¿En qué sectores operan las empresas asociadas a Sigaus?
Actualmente nos encontramos en nuestro máximo histórico de empresas adheridas: 162 compañías, que además provienen de sectores muy diversos. Empezando por las grandes multinacionales del sector del lubricante (tanto para uso industrial como de automoción), fabricantes de automóviles, la gran distribución, el sector eléctrico, el del equipamiento industrial o la mecánica del automóvil. Esto nos otorga presencia en la práctica totalidad de sectores productivos en los que se utilizan lubricantes. En 2011 Sigaus facturó 17,4 millones de euros y gestionó el aceite usado producido tras el uso de más de 350 marcas de aceites industriales. En su conjunto, Sigaus representa el 90% del mercado español de estos productos. Precisamente, la cantidad y diversidad de empresas que confían en Sigaus para cumplir la legislación sobre aceites usados es la mejor muestra de la eficacia, solidez y flexibilidad del sistema.
Si Sigaus es una entidad sin ánimo de lucro, ¿cuál es el mecanismo financiero que permite gestionar el residuo?
Los SIG se financian por la aportación de sus empresas adheridas, es decir, las empresas que ponen aceites lubricantes (como producto o como parte de otros productos) en el mercado español. La aportación se realiza de forma proporcional al volumen de aceite comercializado, a razón de 0,06 /kg, de manera que las empresas que más aceite venden, y por tanto cuyo producto más volumen de residuo genera, son las que más aportan. Esa cantidad es la que permite costear la gestión del aceite usado. Sigaus es una entidad sin ánimo de lucro. Como tal, no obtiene beneficios económicos ni comerciales de su actividad, y sus ingresos deben equilibrarse con sus gastos. Además, el efecto de la aportación a Sigaus es neutro para sus adheridos, puesto que la propia normativa establece que esos 0,06 /kg han de transmitirse en línea separada de factura hasta el consumidor final del lubricante.
¿Qué ventajas supone Sigaus para las empresas que utilizan aceites industriales?
En el caso del sector industrial, en general, es la empresa que utiliza el aceite lubricante la que termina soportando el pago de la aportación a Sigaus, ya sea como comprador de un aceite que va gravado con esa aportación o como importador (del aceite o de la maquinaria que lo contiene).
En la industria, la misma empresa que soporta el pago genera el aceite usado, beneficiándose entonces de la cobertura de recogida que, a través de su red de gestores autorizados, ofrece Sigaus con la plena garantía de que el tratamiento será el medioambientalmente adecuado.
A nivel económico, la aportación que se realiza a Sigaus por kilo de aceite comprado o adherido se emplea en sufragar los costes de recogida y gestión del residuo, de manera que se garantiza la recogida del aceite usado de manera gratuita, si éste cumple una serie de especificaciones.
¿Cuáles son esas especificaciones y qué ocurre con el aceite usado que no cumple dichos criterios?
Básicamente se trata de condiciones que hacen factible la gestión estándar del aceite usado, con reducidos porcentajes de agua, sedimentos, combustibles o cloro, evitando con ello la mezcla con otros residuos. Cuando el aceite usado no cumple esas condiciones, como ocurre en muchos casos con el aceite usado de ciertos procesos industriales, su recogida y gestión también está amparada por el sistema Sigaus, con todas las garantías ambientales, pero en este caso la recogida no se efectúa de forma gratuita, ya que su posterior gestión conlleva unos costes adicionales de separación de las distintas sustancias que se han ido incorporando al aceite y de su necesario tratamiento, costes que no se producen en otros casos.
No obstante, la parte proporcional correspondiente a la recogida, de la aportación realizada por la empresa consumidora del aceite en el momento de su compra, no queda sin contraprestación, sino que se aplica como deducción en el coste de la recogida del aceite usado financiado por el SIG.
En el caso concreto del mecanizado de metales, ¿se hace cargo Sigaus de las taladrinas agotadas? ¿En qué condiciones?
Lo primero que hay que destacar es que las taladrinas y otros aceites utilizados como fluidos de corte son aceites industriales incluidos en el ámbito de aplicación del RD 679/2006 sobre aceites usados. Por lo tanto, sus ‘fabricantes’, salvo que asuman una gestión directa del residuo de sus productos, están obligados a participar en un SIG que atienda la gestión de los aceites usados. Y por ello, en el precio de dichas taladrinas los ‘fabricantes’ deben repercutir los costes de la gestión del aceite usado aportados al SIG, los 0,06/kg mencionados con anterioridad.
Sin embargo, dichos aceites usados, las taladrinas usadas o agotadas, así como otros residuos (lodos de mecanizado, residuos de desengrase, aguas aceitosas, etc.) se presentan bajo la forma de emulsiones donde en muchas ocasiones el aceite usado es una parte menor. En este caso, como también he mencionado, los gestores que trabajan con contrato con Sigaus deducen de los costes de recogida (y así se especifica en dicho contrato) una cantidad, fijada en 12 euros, por cada tonelada de la parte oleosa del residuo gestionado. De esta manera, Sigaus financia la completa gestión de la parte oleosa del residuo, repercutiendo directamente en una reducción de los costes para las empresas que generan las taladrinas usadas y dando pleno sentido al pago previo de la aportación a Sigaus. Y todo ello con la máxima garantía desde el punto de vista ambiental.
Las ventajas de Sigaus
- Para las empresas que venden aceite lubricante en España, o importan aceite o equipos con aceite del extranjero, Sigaus ofrece un mecanismo eficaz y fiable para el cumplimiento de la ley.
- Para las empresas que compran aceite lubricante y generan aceites usados, Sigaus ofrece la cobertura de una correcta gestión ambiental, financiando los costes correspondientes a la parte oleosa del residuo.