La planta de biorresiduos de Vilanova de Arousa (Pontevedra) dará servicio a 26 ayuntamientos
El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, anunció la mañana del 4 de noviembre que la nueva planta de biorresiduos de Vilanova de Arousa, Pontevedra, entrará en funcionamiento a partir del 1 de diciembre. La instalación, que ha recibido una inversión de 15,8 millones de euros aportados por la Xunta, dará servicio a 26 ayuntamientos con una población total de 327.000 habitantes.
Rueda (quinto desde la derecha) resaltó "el firme compromiso de la Xunta con dejar una Galicia más verde y sostenible a las próximas generaciones".
Durante una visita a las nuevas instalaciones, Rueda resaltó que el Ejecutivo autonómico invirtió 15,8 millones de euros en esta planta, “que está dotada de la última tecnología y que será, en parte, autosuficiente energéticamente a través de paneles solares fotovoltaicos”, apuntaron en una nota de prensa fuentes de Ejecutivo gallego. Asimismo, el presidente de la Xunta destacó que se trata de la planta de compostaje “más importante que va a haber en la provincia de Pontevedra”. Esta infraestructura está capacitada para tratar cada año 15.000 toneladas de la materia orgánica que los ayuntamientos recojan y otras 7.000 toneladas de material estructurante, como podas o restos de madera.
Además, la instalación integrará todas las fases del proceso de compostaje de los residuos orgánicos —desde el pretratamiento y fermentación hasta la maduración y almacenamiento—, “lo que permitirá que cada año produzca unas 6.000 toneladas de compost de alta calidad que será usado en la agricultura y jardinería en relevo de fertilizantes artificiales”.
La Unión Europea obliga a que los ayuntamientos recojan de forma diferenciada la materia orgánica a partir del próximo 31 de diciembre. Será a través de contenedores marrones, sistemas de compostaje doméstico o comunitario, entre otros.
La planta de Vilanova forma parte de la red pública de infraestructuras para la valorización de la materia orgánica que cuenta con diecisiete instalaciones que estarán activas a finales de año y en las que la Xunta lleva invertidos 45 millones de euros para su reforma o construcción con el objetivo de adaptarlas a la nueva legislación europea en materia de residuos.
Rueda resaltó el firme compromiso de la Xunta con dejar una Galicia más verde y sostenible a las próximas generaciones. “Si hacemos un reciclaje de los residuos de calidad, estaremos haciéndonos un gran favor a nosotros y, sobre todo, a los que vienen detrás”, afirmó. Prueba de ello, aseguran las mismas fuentes, "es que el Gobierno autonómico destina 212,2 millones de euros a medidas para luchar contra el cambio climático o el tratamiento de residuos en los presupuestos del próximo año que acaban de ser aprobados". Además, la Xunta mantendrá las aportaciones para apoyar a los ayuntamientos, entidades sin ánimo de lucro o empresas en la gestión eficiente de los recursos.