La compañía impulsa estos galardones para reconocer proyectos, que contribuyan a lograr los objetivos de neutralidad climática e igualdad social en el entorno construido, fijados por la Unión Europea para el 2030 y 2050
El TFG de una planta de reciclaje de plásticos de un alumno de UIC Barcelona recibe el Premio Rockwool de Sostenibilidad 2023
El ganador de la tercera edición de los Premios Rockwool de Sostenibilidad ha sido Agustín Ardisana Witenas, alumno de último curso de Arquitectura de UIC Barcelona, por su proyecto 'Industry Z'. Este Trabajo Final de Grado (TFG) plantea una industria de reciclaje de plástico de nueva generación, que se integra en su entorno urbano como un espacio atractivo.
De izquierda a derecha: Mauro Manca, profesor de UIC Barcelona y arquitecto socio-fundador de Energreen Design; Teresa Batlle, arquitecto del estudio Picharchitects/Pich-Aguilera; Agustín Ardisana Witenas, alumno de UIC Barcelona ganador del primer premio; Martina Musacchio, alumna de UIC Barcelona ganadora del segundo premio; Miguel Ángel Gallardo, Business Unit Director de ROCKWOOL Peninsular; Jordi Guivernau, arquitecto por UIC Barcelona y miembro del Departamento Técnico de Rockwool; y Alessio Battistella, arquitecto del estudio ARCò - Architettura e Cooperazione y profesor del Politécnico de Milán.
El jurado ha tenido en cuenta criterios como el nivel de sostenibilidad, reducción de impacto ambiental, eficiencia energética, o aplicación de criterios de economía circular y descarbonización para valorar los trabajos presentados. Siguiendo estos criterios, el segundo premio lo ha recibido Martina Musacchio por el proyecto 'Forestry and Environmetal Training Center'.
Estos premios reconocen los Trabajos de Final de Grado de Arquitectura de UIC Barcelona que incorporan mejores soluciones en el ámbito de la sostenibilidad, de forma coherente y desde la concepción inicial del proyecto.
El jurado lo formaron Alessio Battistella, arquitecto del estudio ARCò - Architettura e Cooperazione y profesor del Politécnico de Milán; Jordi Guivernau, arquitecto por UIC Barcelona y miembro del Departamento Técnico de Rockwool; Teresa Batlle, arquitecto del estudio Picharchitects/Pich-Aguilera, y Mauro Manca, profesor de UIC Barcelona y arquitecto socio-fundador de Energreen Design.
Alessio Battistella, actuando como portavoz del jurado, ha declarado que el primer premio se ha otorgado a Agustín Ardisana Witenas “por considerar todos los aspectos de sostenibilidad, tanto bioclimáticos, como de economía circular (con un análisis detallado del uso de los materiales), y con un programa de proyecto de reciclaje de material plástico local. Contempla ya desde el concepto todos los aspectos medioambientales. Cierra el ciclo de vida, tanto en el programa como en el proyecto de arquitectura”.
Respecto al segundo premio, Battistella explica que “hemos seleccionado el proyecto de Martina Musacchio por su capacidad de construir una estructura replicable, innovadora, estética en la técnica, que tiene en sí misma un contenido sostenible, desarrollando una innovadora cubierta intensiva, que al mismo tiempo es una herramienta de confort bioclimático. Una propuesta valiente y arriesgada”.
Jordi Guivernau explica que “un año más hemos podido disfrutar de unos proyectos trabajados por los alumnos con un rigor arquitectónico muy elevado, sin dejar de lado la sostenibilidad en ninguna de sus fases. Hemos podido comprobar que las propuestas toman en consideración la optimización de los recursos naturales para minimizar el impacto ambiental del edificio. Este diseño arquitectónico, que hemos podido apreciar en los proyectos, incorpora desde su origen parámetros bioclimáticos, optimizando aspectos como la iluminación, la ventilación natural, el aprovechamiento de las condiciones climáticas existentes, la orientación del edificio, los materiales utilizados en la construcción del mismo, la circularidad, la hidrografía y los ecosistemas del entorno”.
Teresa Batlle, por su parte, explica que “la sostenibilidad ambiental, social y económica ha de incorporarse en la arquitectura en las fases iniciales de proyecto. No se trata de cumplir unos requerimientos de consumos, de producción o de descarbonización, sino de un nuevo punto de partida en el proyectar. Los estudiantes de UIC Barcelona School of Architecture lo han ido aprendiendo a lo largo de toda su formación en la escuela”.