Tendrán que ser más sostenibles y duraderas y ofrecer un mejor rendimiento
Estrasburgo aprueba requisitos más estrictos para pilas, baterías y sus residuos
Las nuevas reglas fijadas por el Parlamento Europeo establecen que las pilas y baterías deberán ser más sostenibles y duraderas y ofrecer un mejor rendimiento.
Fuentes del Parlamento Europeo señalan en una nota de prensa las principales medidas contempladas. Así, se establece una declaración y una etiqueta obligatorias sobre la huella de carbono para las baterías de vehículos eléctricos y medios de transporte ligeros (como bicicletas y patinetes eléctricos), así como a las baterías industriales recargables con una capacidad superior a 2kWh.
Desde el punto de vista del diseño, éste debe garantizar que los consumidores y usuarios de las mismas puedan retirarlas y sustituirlas con facilidad. Además, las baterías de medios de transporte ligeros, las baterías industriales con una capacidad superior a 2 kWh y las baterías de vehículos eléctricos deberán contar con un pasaporte digital. También se exige una política de diligencia debida para todos los operadores del sector, excepto para las pymes.
Objeticos más estrictos en la recogida de residuos
Por lo que respecta a los objetivos de recogida de los residuos, se incrementan. Así, se fija un 45% antes del final de este año para las baterías portátiles, un 63% a finales de 2027 y el 73% en 2030. En cuanto a las baterías de medios de transporte ligeros, el 51% de los residuos tendrán que ser recogidos en 2028 y el 61% en 2031.
Otro de los cambios introducidos por los europarlamentarios es el referido a los niveles mínimos de recuperación de materiales de las pilas: litio, el 50% en 2027 y el 80% en 2031; cobalto, cobre, plomo y níquel, el 90% en 2027 y el 95% en 2031.
También se han establecido niveles mínimos de reutilización de material del proceso de fabricación y consumo para usar en nuevas baterías: ocho años tras la entrada en vigor del reglamento, el 16% para cobalto, el 85% para plomo, el 6% para litio y el 6% para níquel; trece años después de la entrada en vigor, el 26% para cobalto; el 85% para plomo, el 12% para litio y el 15% para níquel.
El ponente que presentó la propuesta, el italiano Achille Variati, integrante del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, declaró que “por primera vez tenemos una legislación de economía circular que abarca todo el ciclo de vida de un producto, un planteamiento que beneficia tanto al medio ambiente como a la economía. Hemos acordado medidas en interés de los consumidores: las pilas funcionarán bien, serán más seguras y más fáciles de retirar. Nuestro objetivo general es construir una industria de reciclado más fuerte en la UE, especialmente para el litio, y un sector industrial competitivo en su conjunto, crucial en las próximas décadas para la transición energética y la autonomía estratégica de nuestro continente. Estas medidas podrían convertirse en una referencia para todo el mercado mundial de baterías”.
Tras la votación final en el pleno, el Consejo tiene ahora que adoptar el texto de manera formal, antes de su publicación en el Diario Oficial de la UE y su subsiguiente entrada en vigor.
La Comisión Europea presentó en diciembre de 2020 una propuesta de reglamento sobre baterías y pilas para impulsar la economía circular y reducir el impacto de las baterias en el medio ambiente. La iniciativa está vinculada al Pacto Verde, el Plan de acción de la economía circular y la nueva estrategia industrial. Al aprobar esta legislación, el Parlamento responde a las expectativas de los ciudadanos de mejorar la seguridad energética europea, ofrecer infraestructura verde e impulsar una economía circular.